
No es extraño escuchar frases como que ese niño no se relaciona mucho con los demás compañeros, parece casi autista o tú eres tan antisocial y solitario que pareces autista. La palabra autismo se utiliza frecuentemente para referirse a
Hay muchos estudios que han demostrado esto. trastorno neurológico Afecta más a los niños que a las niñas, enfermedad que se diagnostica alrededor de los 3 años de edad. Suele aparecer de forma paulatina y por tanto los signos de alerta, si los hay, se acumulan lentamente. Si los notas, no olvides nunca que cuanto antes intervengas, más satisfactorios resultados darán los tratamientos.
También es importante recordar el arduo trabajo que habrá que hacer con un niño con autismo. Un trabajo que requiere años para lograr algunas mejoras incluso si se trata de un trastorno que tratado tempranamente y sistemáticamente no representa mayores dificultades en la vida de quien lo padece.
Ahora que hemos subrayado la importancia de identificar este trastorno lo antes posible para iniciar el tratamiento de inmediato, veamos cuáles son los signos que podrían indicar que un niño sufre autismo.
Con el tratamiento adecuado, muchos de los síntomas de los trastornos del espectro autista (TEA) pueden mejorar. Sin embargo, la mayoría de las personas con TEA experimentan algunos síntomas a lo largo de su vida. A pesar de esto pueden vivir con su familia o ser parte de su comunidad.
-MedlinePlus-
1. El autismo impide que los niños se relacionen con los demás
La gente tiende a relatar entre ellos, pero los niños con autismo parecen distantes incluso con sus seres queridos . La falta de relaciones es tal que su reacción ante una cara de enojo o una sonrisa es exactamente la misma.

Los niños con autismo se centran en las relaciones con los objetos. Para ellos, las personas no representan un interés particular y la información que reciben de ellas, ya sea en forma de palabras o gestos, a menudo es ignorada.
Los niños autistas prefieren jugar solos
Todo esto trae
2. Sus reacciones emocionales son exageradas.
todos los niños lo hago caprichos lloran o gritan en circunstancias que consideramos normales. Por ejemplo, si estamos en el supermercado y no les compramos ese dulce que tanto quieren, es probable que se escapen e intenten llamar nuestra atención para hacernos cambiar de opinión.
Los niños autistas reaccionan de manera completamente diferente. En una situación normal tienen reacciones emocionales que no se corresponden con el contexto. No hay ningún motivo que explique su reacción, nada la desencadenó o al menos eso parece.

Es muy común que incluso muestren comportamientos agresivos hacia ellos mismos. . Por ejemplo, golpearse la cabeza contra la pared o contra algún juguete que tenga en la mano. ¿Por qué sucede todo esto? Quizás porque se encuentran en un lugar que no les resulta familiar o porque están rodeados de mucha gente. Situaciones nuevas y extrañas pueden fomentar reacciones de este tipo.
3. Sufren retrasos en el desarrollo del lenguaje
Generalmente alrededor de los dos años los niños comienzan a juntar algunas palabras como silla de niña o gato malo tratando de imitar el idioma de adultos. Los niños autistas, sin embargo, no inician este proceso por sí solos hasta más adelante en la vida.
Esta es una de las señales más importantes porque mientras otros niños de su alrededor comienzan a decir sus primeras palabras, ellos comienzan a expresarse verbalmente y preparan su tracto vocal para la comunicación a través del balbuceo. Los niños con autismo permanecen ausentes y en silencio.

Este síntoma puede ser grave hasta el punto de que algunos niños autistas no emiten ningún sonido hasta que un especialista o logopeda comienza el tratamiento. En algunos casos, esta es la única manera de que comiencen a demostrar habilidades lingüísticas normales para un niño de su edad.
4. Presentan comportamientos repetitivos y son hipersensibles.
Los niños autistas tienden a exhibir comportamientos repetitivos como repetir la misma palabra varias veces o poner varias veces
A pesar de ello, el comportamiento repetitivo no es uno de los principales síntomas que indican la presencia de autismo en un niño sino que hay que prestar atención sobre todo a su hipersensibilidad. Los niños con autismo pueden agitarse ante ruidos, luces, olores, colores y cualquier otro estímulo.
Su reacción puede ser la que describimos en el segundo punto, una reacción exagerada y aparentemente desmotivada ante un estímulo que nos parece normal. Puede ser un ruido no demasiado intenso, un olor no del todo desagradable o un color llamativo. Para un niño autista, todo esto puede ser una fuente de estrés y agitación.
5. No desarrollan la comunicación no verbal
La comunicación no verbal es muy importante ya que representa el 93% de todo lo que comunicamos. En esta categoría se incluyen tanto nuestros movimientos como los gestos como el tono de voz, la entonación, etc. Así que consideremos que sólo el 7% de nuestra comunicación es verbal.
Debido a sus problemas para relacionarse y comunicarse, los niños con autismo no pueden desarrollar la comunicación no verbal y por eso ni siquiera puedo identificarlo en los demás. Anteriormente hablamos de cómo un niño autista responde de la misma manera ante una cara sonriente y una enojada. Su comportamiento indica indiferencia ante estímulos no verbales.

A consecuencia de todo esto, los niños que padecen autismo suelen mantener una expresión seria que no es la adecuada.
Deborah Fein y Siri Carpenter han realizado numerosos estudios sobre el TEA y están convencidas de que aunque no exista cura para el autismo, es posible eliminar sus síntomas.
Si has leído hasta aquí seguro que te interesa el tema así que no te pierdas este vídeo realizado con motivo del Día Mundial del Autismo en el que se explica con más profundidad este trastorno.
Por último debemos subrayar que estos son los signos típicos que indican que un niño tiene autismo. Sin embargo, antes de arriesgarse a un diagnóstico es importante consultar a un profesional. Cuanto antes se identifique este trastorno, antes se podrá iniciar el tratamiento y la terapia más adecuada para mejorar el estado del niño y tener un mejor pronóstico.