Autoengaño: el arte de mentirse a uno mismo

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La palabra autoengaño hace referencia a las estrategias adoptadas para mentirse a uno mismo. Ésta es una de las peores trampas de la mente. El autoengaño se produce en situaciones en las que nos convencemos de una realidad que es falsa pero lo hacemos de forma inconsciente.

La diferencia entre mentir y autoengañarse radica en que con la primera la persona es consciente de que no está diciendo la verdad. Sin embargo, en el autoengaño uno acepta como verdad una realidad que es falsa sin ser consciente de ello.

En otras palabras: quien se engaña a sí mismo no se da cuenta de que lo hace o al menos no siempre y es precisamente en este aspecto donde radica el poder del autoengaño. Durante nuestra inconsciencia, el autoengaño ejerce su poder; a su manera, que podríamos definir como silenciosa y camaleónica.

Existen diferentes formas de autoengaño, siendo algunas más frecuentes que otras. Cada uno de ellos también tiene diferentes efectos psicológicos. A continuación te explicamos las cuatro formas de autoengaño más frecuentes y sus principales efectos a nivel psicológico.

1. Autoengaño funcional

El autoengaño funcional se observa en situaciones en las que la persona se miente a sí misma tratando de convencerse de que su decisión es el correcto.

En esta fábula el zorro caracterizado por su astucia se siente atraído por un suculento racimo de uvas e intenta alcanzarlo saltando varias veces. Después de varios intentos fallidos, el zorro deja de intentarlo y lidia con su frustración engañándose a sí mismo. Se convence así de que ya no quiere las uvas, pensando que no están lo suficientemente maduras.

El autoengaño descrito en la fábula del zorro y las uvas se llama autoengaño funcional. Tiene una función muy concreta (y de ahí viene su nombre): el acto de mentirse a sí mismo es más útil para el zorro para evitar el malestar que le produce el fracaso de no haber satisfecho su necesidad de alcanzar las uvas.

Los problemas del autoengaño funcional

El autoengaño funcional a corto plazo es adaptativo pero a largo plazo no es positivo.

segun el psicólogo Giorgio Nardone toda buena intención si se repite en exceso se vuelve negativa y contraproducente. En otras palabras

De este modo La persona que utiliza el autoengaño funcional no se desafía a sí misma y permanece continuamente dentro de su zona de confort. . En lugar de prepararse para adquirir las habilidades necesarias para alcanzar la meta deseada, continúa mintiéndose a sí misma al pensar que lo que quería no era tan valioso ni digno del esfuerzo requerido para lograrlo.

Mentir es un juego de lenguaje que requiere aprender como cualquier otro

-Ludwig Wittgenstein-

2. Valor para creer

El autoengaño llamado valorar para creer surge de la necesidad de abolir la disonancia cognitiva .

Si la persona tiene que hacer mucho esfuerzo para alcanzar una meta, sea atractiva o no su atención se dirige selectivamente a todo lo que confirma que su objetivo es válido . Termina creyendo que el objetivo justifica la inversión realizada. De lo contrario se produciría la disonancia señalada al principio del párrafo.

¿De dónde viene este autoengaño?

Dado que Psicológicamente los seres humanos no pueden mantener una contradicción durante mucho tiempo. entre el sistema cognitivo (creencias, pensamientos e ideas) y el sistema conductual (acciones, comportamientos), el autoengaño parece ser valorizado para creer como estrategia para resolver esta contradicción.

Esta forma de autoengaño tiene como principal efecto psicológico mantener a la persona en un esfuerzo continuo por alcanzar una meta que muchas veces no encaja en su sistema de principios y valores .

3. Autoengaño consolador

El autoengaño consolador es la estrella de los autoengaños y se observa con mucha frecuencia en personas celosas. Allá La mentira consoladora se observa en situaciones en las que la persona se miente a sí misma para culpar de su condición a un agente externo y sentir lástima de sí misma. .

Algunos ejemplos de autoengaño consolador serían pensar que tengo fobia porque mi madre me dio el miedo a los perros o pensar que tengo muchos celos porque mi novia me da motivos para ello. Son pensamientos que la persona expresa frecuentemente para encontrar alivio.

Por lo tanto, el autoengaño consolador ofrece protección a la autoestima y al ego. . Nos hace creer que nada de lo que pasa es culpa nuestra y que somos víctimas de la situación. Por un lado esto es positivo ya que en muchas situaciones no somos 100% responsables de las circunstancias en las que nos encontramos. Por otro lado, recurrir a causas pasadas o a factores externos a nosotros nos inmoviliza ante el cambio.

La trampa del autoengaño consolador

La mentira reconfortante nos protege. Sin embargo, el problema de una protección que se mantiene durante demasiado tiempo es que nos impide crecer psicológicamente. Desde el punto de vista psicológico, este autoengaño nos impide abordar los problemas que nos hacen sentir mal. y confirma que nos es imposible superarlos.

4. Mentir a los demás para convencerse a uno mismo

Una de las formas más indirectas de autoengaño es mentir a los demás para que se mientan a sí mismos.

Si este mecanismo de mentir a los demás se repite varias veces, la mentira se convierte en verdad incluso para quienes la crearon. Una posible explicación a este fenómeno radica en el hecho de que el cerebro se adapta a la deshonestidad y la mentira se vive como realidad.

Es como si la persona olvidara que ha construido una verdad falsa. Incluso frente a la evidencia empírica de su propia mentira, estos individuos logran negar la realidad no por falta de honestidad sino como resultado de un autoengaño.

Nadie está a salvo del autoengaño, es un fenómeno psicológico muy frecuente y hasta cierto punto normal. Deshacerse de sus mentiras requiere una reflexión personal. Sumergirse en su propio mundo interior, conocer sus valores y deseos ideales es el primer paso para protegerse de cualquier autoengaño y avanzar hacia metas que realmente le gustaría alcanzar.

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