Convertir a los niños en expertos en emociones

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En nuestra vida diaria estamos llamados a tomar cientos de decisiones, muchas de ellas automáticamente mientras que otras necesitamos reflexionar. Aunque las emociones influyen en cada una de estas decisiones, en ocasiones los sentimientos intensos pueden llevarnos a adoptar conductas contrarias a nuestros valores o intereses. Para evitar esto necesitas convertirte en un experto en emociones . Al educar a los niños para que controlen sus emociones desde una edad temprana, se encontrarán en ventaja.

Las emociones nos motivan a actuar. expertos en emociones .

De esta manera las emociones no guiarán al niño; por el contrario, mediante un ejercicio de autocontrol utilizará la energía resultante para adoptar actitudes y comportamientos coherentes con el sistema de valores que está construyendo.

Cómo convertir a los niños en expertos en emociones

primer paso

El primer paso a dar es conocer las emociones primarias. Esto quiere decir que además de saber cuáles son, es necesario conocer sus funciones. Las principales emociones a conocer son la ira. tristeza alegría, curiosidad, tristeza, amor y en el caso de niños un poco mayores, vergüenza.

Algunas, como la ira, generan en nosotros el deseo de pegar, insultar o agredir a los demás. Otros, como la alegría, nos ayudan a ser más abiertos, disponibles y generosos.

Segundo paso

El segundo paso en este ascenso hacia convertirse en un experto en emociones es distinguir las distintas emociones. Ser capaces de reconocerlos en nosotros mismos y en los demás. Sin embargo, sin el paso anterior resulta imposible completar el siguiente.

No es posible reconocer lo que no sabes. Si conocemos los gestos, miradas y comportamientos que generan las emociones primarias, podremos reconocerlas rápidamente. Por esta razón Es fundamental que los niños aprendan a identificar las emociones que sienten por su nombre. Por ejemplo, podemos ayudarles a ser conscientes de su estado emocional con frases como estás tan feliz que no puedes quedarte quieto ni un momento o tienes ganas de pegarle a tu hermano porque estás enfadado.

Tercer paso

Este paso consiste en legitimar las emociones que sienten los niños. En otras palabras, es necesario complacer las emociones de los más pequeños e involucrarse cuando sea posible. Es decir que antes de recurrir a las frases habituales de circunstancia como no llores no pasó nada especial o no entiendo como algo así puede asustarte deberíamos pronunciar frases como es normal que te sientas así entiendo que puede ser duro todos se sienten frustrados cuando a pesar de sus esfuerzos no consiguen lo que quieren.

Educar a los niños sobre las emociones. debemos intentar ponernos en su lugar. Ser empático significa aceptar sus sentimientos y brindar alternativas para canalizarlos más allá de las conductas tentadoras e impulsivas que llevan a adoptar.

Cuarto paso

En este punto el niño estará preparado para aprender a regular sus emociones. Estos no se pueden detener, pero aún es posible. administrar los comportamientos que desencadenan y el diálogo interno que inician. Para intervenir sobre las conductas es necesario hacer una distinción entre emoción y conducta.

La emoción es lo que sentimos, el comportamiento es lo que hacemos. Sentir ira no justifica herir a los demás. Necesitamos enseñar a los niños que entre emociones y comportamientos está la conciencia, por lo que detrás de nuestros comportamientos siempre hay un margen de decisión. Es precisamente en este margen donde debemos trabajar.

Siguiendo siempre el ejemplo de la ira o la ira, los ejercicios de relajación

Quinto paso

Reflexionar es una actividad mental que nos hace humanos y es imprescindible ponerla en práctica para convertirnos en expertos en emociones. Reflexionar sobre las emociones que sentimos pero también sobre las sensaciones, pensamientos y acciones que resultan de ellas es el siguiente paso.

Ayudar a los niños a hacer una pausa y reflexionar sobre lo que les sucede es una buena manera de ayudarlos a comprender mejor sus emociones y aprender a gestionarlas.

Sexto paso

Continuando en nuestro viaje hacia la conciencia de las emociones nos encontramos chocando con el hecho de que A veces las emociones no son adaptativas. Por ejemplo, si conseguimos una beca pero nuestro amigo es incapaz de expresar nuestra felicidad, no será adaptativo.

Lo que hay que hacer es utilizar la empatía para comprender las emociones de los demás y adaptar nuestro comportamiento a la situación. Es por ello que debemos enseñar a los niños las formas más efectivas de gestionar sus emociones, especialmente las desagradables.

Séptimo paso

El último paso es desarrollar una historia de los acontecimientos. Es decir necesitamos darle un significado o una explicación a lo que sucede. Es como contar una historia. Si una niña tiene un mal sueño y se despierta llorando y gritando, debes decirle que tuvo un sueño. pesadilla Y ella se asustó y rompió a llorar. En este punto es fundamental que el niño comprenda que su pesadilla no tiene motivos para convertirse en realidad.

Dar estos siete pasos para convertir a los niños en expertos emocionales no es fácil. Necesitas encontrar el tiempo, tener mucha empatía y sobre todo paciencia. Sin embargo, al enseñar a los niños a gestionar sus emociones les garantizamos Les proporcionamos las herramientas necesarias para evitar conflictos y disfrutar de un futuro mejor en el futuro. salud emocional . En definitiva los educamos para que se conviertan en expertos en el sector.

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