La amargura de las lágrimas no derramadas

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Las lágrimas no derramadas duelen porque se acumulan en nuestro interior en forma de malestar. Es entonces cuando la impotencia y el desaliento se apoderan de ella. ¿Por qué no lloramos?

A veces nos invade una profunda angustia, la garganta parece apretada por un nudo y la mente se adentra en un camino sin salida. Sentimos tristeza e impotencia. En esos momentos sentimos que no podemos hacer nada ni siquiera con toda nuestra buena voluntad. Ni siquiera las lágrimas tienen el valor de mirar por la ventana. ¿Qué pasa porque este arrebato no sucede? ¿Por qué no lloramos? ¿Alguna vez has sentido la amargura de las lágrimas no derramadas?

Son muchas las personas que, tras haber sufrido un duro golpe, no consiguen liberar su dolor. Una experiencia negativa puede sacudirnos tanto que bloquearnos, haciéndonos prisioneros del sufrimiento e incapaces de expresar nuestro estado de ánimo.

La amargura de las lágrimas no derramadas: quisiéramos llorar pero no podemos. Nos gustaría darle palabras a este sentimiento que nos invade pero no somos capaces. El problema es que el malestar se vuelve cada vez más engorroso . Como si poco a poco las lágrimas no derramadas se fueran ahogando en nosotros. Profundicemos más.

Casi muero por todas las lágrimas que no derramé.

El caballero de la armadura oxidada Roberto Fisher –

La amargura de las lágrimas no derramadas: ¿por qué no puedo llorar?

La incapacidad para llorar puede tener diversas causas, desde enfermedad hasta bloqueo emocional. Por tanto, en primer lugar es importante excluir un problema físico.

Por ejemplo el síndrome de sjögren Es una enfermedad autoinmune en la que se destruyen las glándulas que producen lágrimas y saliva. aunque también puede dañar otras partes del cuerpo. El efecto de esta enfermedad es la sequedad de ojos y boca.

Antes de asumir que la incapacidad para llorar se debe a problemas psicológicos como depresión Sería una buena idea preguntarle a su médico.

Causas psicológicas

Una vez descartada la causa física, llega el momento de explorar el universo psicológico. . En cualquier caso, es bueno tener en cuenta que no todos manejamos los problemas de la misma manera. Cada uno tiene su manera especial de afrontar la realidad, sus tiempos de reacción personales y su propio conjunto de estrategias.

Así habrá quienes sean capaces de liberar emociones sin dificultad, quienes necesitarán más tiempo para procesarlas y quienes por algún motivo se queden estancados como un contragolpe.

Si el problema tiene raíces psicológicas suele estar relacionado con una mala gestión de las emociones. Es una reacción que puede ser limitada pero a veces es un síntoma de depresión y otros factores. Si la incapacidad de llorar ocurre mientras se procesa una luto y si se prolonga en el tiempo podría indicar un estado de duelo patológico.

Es importante tener presente lo que significa para cada uno de nosotros llorar. A veces la educación que hemos recibido nos lleva a pensar que un acto de debilidad es negativo. De hecho, muchos tienden a reprimir las lágrimas por miedo a ser considerados frágiles o vulnerables hasta que ya no es necesario reprimirlas porque se vuelve automático.

En otros casos, lo que bloquea es el miedo a entrar en contacto con uno mismo. En

Las lágrimas derramadas son amargas pero las más amargas son las que no se derraman.

– proverbio irlandés –

Libera emociones con lágrimas

Guillermo Frey psiquiatra del Centro Médico Saint Paul Ramsey asegura que Las lágrimas son tan necesarias como las sonrisas. Aunque no tienen poder para solucionar problemas, alivian la tensión y la tristeza, facilitan el autoconocimiento y la conexión con los demás.

Las lágrimas son parte de nosotros, son un mecanismo de defensa y salida. En otras palabras una forma de liberar la tensión acumulada independientemente de la situación. Por eso es importante permitirnos expresarlos.

Lauren Bylsman, investigadora de la Universidad de Pittsburgh, afirma que llorar ayuda al cuerpo a recuperar su estado de homeostasis o equilibrio que había sido alterado.

El llanto libera hormonas adrenalina y noradrenalina que se secretan en cantidades excesivas en situaciones estresantes y que pueden resultar peligrosas. Esto produce un estado de tranquilidad y alivio fisiológico por lo que el cuerpo se relaja.

Según un estudio realizado por el bioquímico William H. Frey, las lágrimas se derraman en una situación negativa o dramática ellos liberan endorfinas cloruro de magnesio prolactina potasio y otras sustancias como la adrenocorticotropina y la leucina-encefalina. El malestar físico y emocional se reduce gracias a la sensación que produce esta salida emocional.

Técnicas de desahogo emocional

Reprimir las lágrimas o no poder llorar favorece la acumulación de malestar. Es como estar a la deriva en un océano de sufrimiento sin salvavidas ni tierra a la vista.

Sin embargo, existen algunas estrategias que pueden ayudarnos a liberar la tensión acumulada y finalmente dejar caer las primeras lágrimas.

    Vacío en la mente. Es una técnica que te ayuda a profundizar más. El primer paso es preguntarnos qué nos entristece o qué nos impide sentirnos bien. Una vez identificado el motivo intentaremos respondernos: Siento que... me duele que...; más adelante pensaremos en cómo actuar en el futuro y qué hacer para recuperar la tranquilidad que tanto necesitamos.
    Escritura terapéutica.Escribir nos permite resaltar nuestro estado de ánimo. Ayuda a liberar sentimientos y desenredar ese enredo interno que nos enreda. Este ejercicio consiste en describir nuestros sentimientos sin pensar demasiado. Lo importante es que la escritura sea espontánea.
    Revisa tus creencias. Es igualmente importante reflexionar sobre la idea que tenemos del llanto. Quizás descubramos algunos frenos o falsas creencias que nos impiden llorar. Pensamientos como que las lágrimas son para los débiles o que los hombres no lloran ¿para qué llorar? Soy un ejemplo.
    Habla con una persona de confianza. Recurrir a una persona capaz de escuchar que nos haga sentir comprendidos y apoyados puede ser una forma válida de sentirnos comprendidos y poder liberar nuestras emociones. Por supuesto, no todo el mundo es capaz de ello. Debemos elegir a quienes nos transmitan confianza, seguridad y tranquilidad.

Un gesto de valentía contra la amargura de las lágrimas no derramadas

Llorar es un gesto liberador y saludable

En definitiva, facilita la liberación emocional y relaja. De esta forma empezaremos a sentirnos más seguros y podremos evaluar los acontecimientos desde una nueva perspectiva.

Las lágrimas también comunican. Apelan a la empatía y al apoyo de los demás. Surgen cuando las palabras no logran describir lo que desborda del alma cuando no podemos explicar cómo nos sentimos por demasiada intensidad.

Llorar no es señal de debilidad sino de valentía. El coraje de transmitir la profundidad de nuestros sentimientos. Como dijo el escritor estadounidense Washington Irving: Hay algo sagrado en las lágrimas. No son un signo de debilidad sino de poder. Son mensajeros de un dolor abrumador y de un amor indescriptible.

Las lágrimas son la sangre del alma.

– San Agustín –

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