Ser ignorado y repercusiones sociales

Tiempo De Lectura ~6 Mínimo
Ser ignorado es una forma simbólica de eliminación. Puede afectar a una sola persona o a todo un grupo social. Ignorar a alguien es una práctica perversa que produce grandes perturbaciones personales y sociales.

Ignorar a alguien es una práctica social que consiste en mostrar indiferencia. La persona habla y es como si no hubiera dicho nada, pide algo y es como si no existiera. Cuando ignoras a alguien, quieres hacerle entender que no importa. Ser ignorado es una de las peores experiencias que pueden pasar.

Ignorar a una persona es una forma de violencia moral y psicológica, una expresión de crueldad que algunas personas creen tener derecho a ejercer. Es muy común que se someta a este tratamiento alguien que se encuentra en una condición frágil o que se considera inferior.

Los héroes nacen de la indiferencia humana hacia el sufrimiento de los demás.

-Nicolás Welles-

Ignorar a alguien equivale a la eliminación simbólica de esa persona. Es una sentencia de muerte social. Ha habido muchos casos en la historia en los que este asesinato simbólico precedió al asesinato físico real. Partiendo de estas premisas, los actos de violencia hacia individuos o grupos sociales específicos.

Los niveles de eliminación simbólica deben ignorarse

La denigración y la eliminación simbólica no siempre tienen el mismo nivel o intensidad. En ocasiones se expresan hacia determinadas ideas o sentimientos de una persona o de un grupo de personas. A menudo afecta a grupos sociales, como ocurre en diferentes formas de macartismo xenofobia o discriminación.

Denigras a alguien cuando usas expresiones como: Lo que dices está totalmente mal Pensar de esta manera es un error o Esta forma de pensar es una estupidez. La pregunta que hay que hacerse es: ¿quién tiene la autoridad para desacreditar o ignorar los pensamientos de los demás? Como mucho puedes apoyar argumentos opuestos, puedes expresar y tener ideas diferentes pero no desacreditar e ignorar totalmente el pensamiento de otra persona.

Lo mismo ocurre con los sentimientos: No hay manera de que puedas tener estos sentimientos. ¿Cómo puedes tener miedo de...? Estás loco si te preocupas por esto. Pronunciar estas frases significa negar el mundo simbólico de los demás. ¿Quién tiene derecho a exigir que determinadas emociones, miedos o sentimientos desaparezcan? Nadie.

Ser ignorado por la sociedad.

La exclusión también se puede encontrar a nivel social y no necesariamente implica formas de intimidación directo. Incluso la simple indiferencia es suficiente para hacer que las personas sientan que no cuentan para nada. Esto es lo que muchos gobiernos (y muchas personas) hacen con las personas más humildes. Son útiles a la hora de votar pero las políticas implementadas no tienen en cuenta en absoluto su dramática situación.

También sucede en la vida cotidiana. Muchas ciudades están organizadas para no obstaculizar el tráfico rodado, no para proteger la vida de los peatones. Quienes poseen un coche, especialmente uno de alta gama, creen que pueden ir a donde quieran, sintiéndose dueños de la carretera. No es una exageración: en el mundo mueren más personas por accidentes de tráfico que por enfermedades.

La burocracia es experta en ignorar a las personas. Piensa por ejemplo cuando tienes que hacer unos trámites y los empleados juegan con tu tiempo como si fuera un deporte. Te envían de una oficina a otra constantemente pidiéndote que presentes nuevos documentos.

Todo para justificar el trabajo de veinte personas cuando sólo una sería suficiente para solucionar tu problema. Ocurre por la incapacidad de gestionar la burocracia y el intercambio de favores propios de la política.

Luchando contra la indiferencia

Ser ignorado siembra las semillas de la violencia en quienes reciben ese trato. Esta violencia no desaparece: o acaba volviéndose contra quienes la generaron o se vuelve contra la propia víctima, enfermándola y socavando su propia bienestar . En ambos casos, tarde o temprano la sociedad tendrá que afrontar las consecuencias.

A nivel individual es importante desarrollar anticuerpos para contrarrestar el malestar causado por indiferencia . Debemos ser conscientes de la presencia de personas que ignoran a los demás de forma serial y que nos encontraremos en nuestro camino en algún momento de nuestras vidas.

Lo mejor que puedes hacer es no morder el anzuelo y No permitas que estas personas nos hagan sentir inseguros e inferiores. . El problema son ellos, no nosotros.

A nivel social debemos promover inclusión . Por muchas diferencias que haya con los demás, toda persona tiene derecho a tener un lugar en la sociedad. Nadie nos obliga a compartir o aceptar las ideas y sentimientos de los demás.

Sin embargo, tenemos la obligación de respetar su derecho a ser ellos mismos, a pensar como quieran y a expresar sus sentimientos. Nuestro bienestar depende en gran medida de tener una mente abierta.

Entradas Populares