Síndrome del niño mimado

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Los padres de hoy no tienen una vida fácil. La principal dificultad a afrontar es tener que dedicar muchas horas al trabajo y poco tiempo a los niños. En consecuencia, estos últimos pueden acabar experimentando un vacío que los padres a veces intentan compensar por caminos equivocados. De esta situación puede surgir el síndrome del niño mimado.

Este síndrome no sólo afecta a quienes crecen en una familia rica sino que es un fenómeno que Afecta tanto a niños de familias más ricas como a aquellos que pertenecen a la clase media. . De hecho, un niño mimado se refiere más a la educación recibida que a los bienes de que dispone.

No eduques a tu hijo para que sea rico, edúcalo para que sea feliz. Cuando sea mayor sabrá el valor de las cosas y no su precio.

El síndrome del niño mimado se refiere a una un niño insaciable y maleducado, fruto de una educación basada en el exceso . En consecuencia tal síndrome no es una condición asociada a la clase social sino al tipo de educación y relación que los padres establecen con su hijo.

¿Qué es el síndrome del niño mimado?

El síndrome del niño mimado se refiere a un conjunto de trastornos que se presentan en un niño cuando tiene demasiado de todo. . En realidad no todo. Todo lo que pide. Además, lo que el niño pide se suma a lo que el niño pide. padres le otorgan por sí solos: privilegios de acceso a conocimientos y experiencias adicionales que en su opinión pueden mejorarlo.

El problema es que el comportamiento de padres sobreprotectores o proveedores de bienes materiales excesivos ha como consecuencia el desarrollo de problemas y dificultades en cuanto al desarrollo emocional de sus hijos .

Ralph Minear, profesor de pediatría de la Universidad de Harvard, propone algunas preguntas para evaluar si un niño está recibiendo una educación que entra dentro del síndrome del niño mimado:

  • ¿Le hacen frecuentemente obsequios caros sin que exista una ocasión especial?
  • ¿Realiza gastos del hogar con la intención de satisfacer el deseo de un hijo?
  • ¿Se le permite al niño mirar televisión más de dos horas al día?
  • ¿Estás inscrito en diversas actividades extracurriculares sin preguntar?
  • ¿Se le da una recompensa financiera o material cuando realiza una buena acción?
  • ¿El niño se queja frecuentemente de lo aburrido que está? No sabe cómo entretenerse incluso si tiene una habitación llena de juguetes ?

Si la respuesta a alguna de estas preguntas es sí, es probable que estés educando al niño, facilitando la aparición del síndrome del niño mimado. Intentas compensar tus carencias como padre dándoles excesiva libertad flexibilizando las reglas y llenándolas de objetos y experiencias. Los padres creen que están dando a sus hijos una vida mejor que la que ellos han vivido y preparándolos para ser mejores que los demás.

El ciclo educativo

Muchos de estos padres dicen que no hacen más que trabajar para poder darles a sus hijos una vida llena de comodidades. Se convencen de que lo que sus hijos quieren es: objetos preciados, pocos límites y numerosas actividades planificadas para pasar el tiempo. Creen que cuanto más pleno es un ser humano, más feliz es . En cambio, cualquier deseo insatisfecho o vacío hacia ellos equivale a sufrimiento e infelicidad.

Estos padres también quieren orientar a sus hijos hacia niños ingresan temprano al mundo adulto.

Sin embargo al final el niño no es feliz ni plenamente realizado sino transgresor, infeliz y rebelde con un carácter débil y testarudo al mismo tiempo.

Presión y malestar

Los niños de hoy no son tan diferentes de los de ayer. En el fondo de sus corazones se encuentran las mismas necesidades que los niños de hace veinte años. Quieren jugar, reír, interactuar con la naturaleza y los animales pero sobre todo quieren ser amados. La presencia de sus padres les da confianza y una sensación irremplazable de bienestar .

Algunos padres no entienden por qué sus hijos a veces se sienten frustrados y molestos, a menudo se enferman o desarrollan determinadas fobias. Tienen buenas intenciones, pero no ven la diferencia entre apoyar a un niño para ayudarlo a desarrollar su potencial y complacerlo presionándolo.

El pediatra Ralph Minear da cinco consejos

  • Cuando
  • Demasiados obsequios materiales suelen sustituir la compañía y el afecto genuino de los padres.
  • Cuando hay demasiada presión que los abruma, los niños suelen responder con estrés y dificultad para definir sus objetivos.
  • Un exceso de información a una edad inadecuada provoca confusión.
  • Demasiada protección impide que los niños se preparen para afrontar los desafíos de la vida.

Es importante entender que el desarrollo saludable de un niño depende en gran medida de una . Entre las conquistas de la libertad personal y los límites que impone la realidad. La educación correcta se basa en Amar forma genuina con la que el niño aprende a valorar cada objetivo y con ello cada experiencia.

Imágenes cortesía de Shiori Matsumoto

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