
Si aprendes a ser flexible podrás elegir el enfoque que mejor se adapte a tus intereses. Porque el auténtico poder del ser humano se nutre de la flexibilidad mental y no de estas estrategias que, cuando terminan, ya han perdido toda sensibilidad ante lo que sucede. En definitiva, la felicidad es movimiento y siempre responde a esa mente que sabe dirigirse, que acepta sus emociones, que conecta, que cuida su enfoque y que tiene objetivos claros.
Cuando hablamos de la ser flexible Mentalmente es muy común visualizar instantáneamente un bosque de cañas de bambú. En medio de una tormenta o ciclón se dobla ante cada ráfaga de viento y luego regresa a su posición principal. La metáfora como tal es bastante ilustrativa. La verdadera magia del bambú no reside en sus propiedades flexibles sino en su resistencia.
Ser flexible da lugar a estrategias más resistentes
El cerebro tiene muchas más posibilidades y energía de lo que pensamos. ¿Por qué en lugar de dedicarnos a dormirlos no nos esforzamos en fortalecerlos?
-Jenny Moix-
Entonces nuestra salud no depende sólo de lo que hacemos. También depende de lo que pensamos y de otros factores como genética que exploraremos más a fondo. Lo que a veces no percibimos es la debilidad de nuestro equilibrio emocional y psicológico. En este sentido, nuestra mente puede no ser el lugar más agradable para vivir. Los miedos se pueden encontrar en él. obsesiones castigar los diálogos negativos, etc.
Tal y como explica Jenny Moix en su libro mi mente sin mi debemos ser conscientes de que la auténtica felicidad no se basa únicamente en las baldosas que pisan nuestros pies. Gran parte de nuestras posibilidades de bienestar residen en la salud de nuestros procesos mentales. Siguiendo esta línea podemos decir que sólo si somos capaces de aprender a ser más flexibles moldearemos una estrategia más resistente ante cualquier desafío o adversidad.

Sea flexible para experimentar menos emociones negativas
Quien vive el día a día con una actitud mental rígida e inflexible se detendrá inexorablemente ante cualquier obstáculo con amenaza de destrucción. De esta manera una mente que no sabe adaptarse relativizar o controlar sus pensamientos automáticos no es higiénico y mucho menos feliz.
Mucha investigación científica respalda la siguiente realidad. Las personas que saben ser psicológicamente flexibles están en mejores condiciones de disfrutar de una mejor calidad de vida. Esta actitud te ayudará a gestionar mucho mejor tus emociones, responder de forma más creativa a las dificultades y disfrutar de relaciones sociales más positivas y enriquecedoras para la vida.
Ser flexibles nos hace más efectivos. Esta capacidad pone a nuestra disposición los recursos necesarios para adaptarnos y relacionarnos con hechos inesperados o innovadores.
Jenny Moix autrice di Mi mente sin mí
Jenny Moix es escritora y profesora de psicología en Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Además, forma parte del grupo de investigación Estrés y Salud y sus estudios se centran principalmente en el campo del dolor crónico de conciencia y consciencia .
- en su libro mi mente sin mi Nos habla en particular de un tema al que deberíamos prestar un poco más de atención: comprender mejor la anatomía y el comportamiento de nuestra mente. Con esta obra Jenny Moix nos enseña a observarnos con atención. Crear una cierta distancia de la realidad para escuchar el ruido que habita dentro de nuestro palacio mental. Las emociones y pensamientos que vagan a nuestro antojo, las preocupaciones catastróficas que lo inundan todo, etc.
- Dejemos de pensar en términos absolutos. Lo opuesto al blanco y al negro en la vida es conmigo o contra mí, etc. Enterramos estos patrones en los que sólo hay dos opciones, lo bueno y lo malo.
- Pongámosle fin. Atemos un collar corto a esta mente viajera y aprendamos a seducirla con el presente. Centrémonos en el aquí y ahora donde sucede lo realmente importante.
Entrenando nuestra flexibilidad psicológica para ser felices
Sea flexible para ser feliz. Este debería ser sin duda uno de nuestros temas diarios. . Sin embargo, cuando hemos llevado la mitad de nuestra vida en este tren imposible de parar como las preocupaciones, la ansiedad, la inseguridad o todos esos patrones férreos que tanto nos condicionan, resulta complicado bajarse simplemente en la siguiente estación para cambiar hábitos de vida.
Preferiríamos tomar la situación de otra manera. Relativizar entrenar nuestra flexibilidad para ser más resistente ante los cambios y las adversidades. ¿Pero cómo podemos hacerlo? Como suele decirse a veces, centrarse únicamente en los resultados que queremos conseguir no siempre es lo mejor. Marcarnos objetivos más pequeños y más cercanos nos ayudará a sentirnos recompensados con mayor frecuencia. Así mientras nos sintamos bien emocionalmente podremos seguir adelante. estrategia diversa.
Apertura
El momento presente
Céntrate en lo que es realmente importante
Ser flexible implica a su vez no perder de vista nuestras raíces . Significa permanecer conectados con nuestros valores y con lo que realmente importa. De esta forma será más complicado que la corriente de juicios y opiniones ajenas que nos rodea nos lleve.
En conclusión Pocas habilidades y capacidades pueden sernos más útiles que la flexibilidad psicológica. Es una manera de resistir mejor estas oscilaciones inesperadas, aunque recurrentes, que surgen durante nuestro ciclo vital. Investigar y adquirir las herramientas adecuadas sobre este tema puede ayudarnos a disfrutar de una mejor calidad de vida.