
¿A dónde van los miedos que no nombramos? ¿Dónde están las emociones que hemos dejado ir sin definirlas? ¿Cómo podemos sanar lo que nos duele si en lugar de afrontarlo lo evitamos? ¿A dónde van los sueños incumplidos? Lo que no le damos nombre deja de existir pero esto tiene consecuencias .
Dejar de existir no significa que deje de doler, simplemente deja de tener efecto en el mundo pero no en nosotros. Nos sentimos mal cuando no hablamos de lo que nos molesta de los demás o de lo que nos enoja. También nos sentimos mal cuando nuestra autoestima se ve afectada y quedamos indefensos.
¿Cómo podemos definir nuestros miedos si no les damos un nombre?
Manual de supervivencia:
Tragarte tu orgullo no te hace engordar.
Ser duro no te hace más fuerte.
Las lágrimas fluyen pero también llenan.
Perdonar te hace grande.
Pedir perdón te hace inmenso.
Preguntar te hace sabio.
Permanecer en la duda te vuelve estúpido.
Amar no es para los débiles.
El odio es para los de corazón débil.
Amarte a ti mismo es necesario.
Ser uno mismo es fundamental.
-Iván Izquierdo-

¿Cómo nos afecta lo que no nombramos?
¿Sabías que un tercio de las personas que acuden al médico presentan síntomas que no tienen explicación médica? El dolor no se origina en el cuerpo sino en el Psique pero ¿qué pasa en estos casos? Lo cual duele de la misma manera. El malestar permanece en el interior sin poder salir y por tanto se convierte en dolor y daño en el cuerpo y la piel. Todo lo que no le damos nombre permanece dentro y deja de existir para los demás.
Cuanto más tiempo pasamos a solas con nuestro dolor, más crece dentro de nosotros y al no permitir que salga, aumentan las posibilidades de enfermarnos. Cuando vemos pero permanecemos en silencio; cuando sentimos pero no actuamos; cuando lo intentamos dolor pero no lo curamos. Son formas de enfermar nuestro cuerpo y alma; son formas de hacernos daño porque no le damos un nombre a lo que nos rodea.
El sufrimiento en la soledad quema por dentro, por eso no hay mejor cura que darle un nombre a lo que nos mata por dentro. a la nuestra miedos y a nuestros sueños para darle nombre a lo que creemos que es injusto y cuando creamos que somos capaces de gestionarlo trabajar en ello y afrontarlo para ser más fuertes porque ahora ha tomado forma e imagen y nosotros nos hemos apoderado de ello.
Cuanto más sufres en silencio, más enfermo estás.
-Paulo Roberto Gaefke-

¿Por qué no es bueno reprimir nuestros sentimientos?
Lo que no nombramos no puede ser entendido por otros y esto impide que seamos ayudados. Es como una carga que llevamos sobre nuestros hombros pero que nadie ve y en consecuencia no podemos compartir la carga. Es una carga que llevamos solos y, como solitarios, nos atormenta y persigue.
Las emociones juegan un papel importante en la vida humana, por lo que gestionarlas es crucial tanto para nuestra salud mental como para nuestra salud física. Según los científicos Philippe Goldin y James Gross en un artículo publicado en la revista Psiquiatría biológica Las emociones tienen un correlato en nuestro patrón de actividad cerebral, ya sea que se expresen o no. Por otro lado, también establecieron que reprimir las emociones activa la amígdala y la ínsula. Reflexionar sobre su estado mental también ayuda a reducir el impacto negativo en el cerebro y la psique.
Conocimiento estrujar o el daño que nos hayan podido causar. Cuando identificamos las emociones que surgen de una situación (miedo, alegría, ira…) estamos más cerca de afrontarla de forma inteligente.