Carta para tus días tristes.

Tiempo De Lectura ~7 Mínimo

Si has decidido leer esta carta es porque últimamente han abundado en tu vida los días tristes. Tal vez hayas perdido la esperanza, estés abrumado por las decepciones o estés destrozado. Cualquiera sea la razón por la que te sientes así.

Antes de continuar, debes saber que estas líneas fueron escritas para ser leídas en un lugar cómodo y tranquilo. Un lugar que sea un refugio y donde puedas estar a solas contigo mismo. Después debes cerrar los ojos, respirar profundamente y sólo cuando te sientas preparado podrás empezar a leer. Sin prisas, con calma y pensando en cada palabra… ¿estás preparado?

tienes derecho a estar triste

La vida no siempre es fácil. ¿Estás cansado de luchar por fingir una sonrisa cuando tu alma quiere llorar para aparentar sentirte bien con los demás...? ocultar tu tristeza se ha convertido en un hábito y escapar del dolor es lo que te ha permitido seguir adelante hasta ahora. Pero ahora ya no sientes que no puedes ir más lejos. Tu apatía es tan grande que ya no se puede ocultar.

No hay nada malo en eso. Tienes todo el derecho a sentirte así. . En realidad. Llorar grita de dolor y no sonrías si no te apetece. A veces la vida pesa mucho y la pasas por alto sin pensarlo dos veces. Tu trabajo no es estar siempre de buen humor ni disfrazarte para convencer a los demás de que así es. Hay que tener en cuenta que las máscaras también son dañinas porque nos ocultan y muestran a un personaje en el que creemos que podemos confiar, a riesgo de ser arrastrados a su mundo de falsedad.

En tus días tristes llora si lo necesitas o grita si no aguantas más. Vale mucho más la pena expresar lo que sientes que ahogarte en lo que te enferma.

Cualquiera sea la razón permite que tu tristeza se manifieste para liberar todo eso dolor emocional que llevas dentro cada vez que lo escuchas tocar a tu puerta. Aceptarlo es la única forma saludable y también la más adecuada para empezar a construir el camino hacia tu bienestar.

Pero nunca olvides eso la tristeza está ligada a los recuerdos y aunque es útil recordar en exceso puede convertirse en un hábito adverso. Incluso si no eres responsable de cómo te sientes, eres responsable de cómo decides actuar.

Abrázate fuerte muy fuerte

A partir de este momento olvida tus miedos. Si eres lo suficientemente valiente como para no preocupar a los demás sé valiente contigo mismo también y descubre cuál es tu situación. Mírate al espejo y regálate ese amor que muchas veces has olvidado darte para recuperar tu auténtica belleza, esa belleza que has dejado de lado por el bien de los demás. No tengas miedo. Lo peor que puedes descubrir es tener delante a una persona desconocida.

Si es así, abrázala, abrázate a ti mismo. Para reencontrarte contigo mismo no hay mejor medicina que el calor de sentirte amado... y hace mucho que no te lo das. Trátate con cariño libre de prejuicios y críticas para recuperar todos los fragmentos que tu tristeza ha esparcido y esfuérzate por comprenderte a ti mismo.

Por eso te pido que deja de tratarte mal . Quejarse de lo que pasó sólo hace que la herida sangre aún más.

Te ayudará mucho perdonar tus errores las veces que no supiste hacer las cosas bien o las veces que no supiste hacerlas. Cometiendo errores se aprende. Tus errores son parte de tu crecimiento. Seguramente cada uno de ellos esconde avances. El único problema es que aún no te has dado cuenta. Tal vez descubras que esa forma de hacer las cosas no funciona, entonces, ¿a quién no le gusta tener una opción menos en la que pensar? Cada vez que piensas así estás un paso más cerca de tu bienestar.

Deja a un lado a tus seres queridos Por qué : ¿Por qué me tuvo que pasar esto a mí? ¿Por qué siempre sucede esto? ¿Por qué se comportó así conmigo?... Estas preguntas no hacen más que crear una espiral sin salida que aprieta el alma.

Los reconocerás porque están llenos de justificaciones, explicaciones y huyendo de cualquier sentimiento o responsabilidad. Si no los controlas acabarán haciendo de tus días tristes una rutina. Pregúntate a ti mismo en su lugar venir Qué e cuando . Será más constructivo y regenerador.

Después de abrazarte y reflexionar, mírate nuevamente al espejo para reconocer quién eres realmente. Busque en sus ojos, conéctese con ellos y, al hacerlo, diga esas dos simples palabras con gran efecto: ¡Me quiero! . Quizás te des cuenta de que has esperado demasiado a que alguien te quiera y te dé el cariño que deseabas, olvidando que la única persona que podía hacerlo eras tú.

El sol que sale en esos días tristes

Tus días tristes necesitan ser escuchados para ser comprendidos. Sólo haciéndolo tuyo heridas comenzarán a sanar y el dolor desaparecerá. Entender esto es la clave para seguir adelante y el amor propio es la herramienta más poderosa que te permitirá alcanzar tu objetivo.

Tus días tristes te ayudan a desconectar del exterior para conectar contigo mismo.

Porque incluso en tus días tristes el sol aparece tenue para no deslumbrarte, permitiéndote adaptarte poco a poco a su fuerza. Depende de ti decidir recibir su luz o viceversa cubrirte con una manta para no dejar que te alcancen sus rayos. Nuestra sugerencia es intentarlo . Sé valiente una vez más para sentir y comprender tu tristeza sin dejar de ser auténtico.

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