
Nadie está exento de la tristeza, ni siquiera los más pequeños. Perder a alguien, una circunstancia inesperada, una oportunidad desperdiciada… La tristeza en los niños no es una excepción. Por eso debemos estar ahí cuando nos necesiten. Educarles sobre la conciencia y la regulación emocional es fundamental para que luego sean capaces de expresar sus emociones.
la película animada De adentro hacia afuera Aclara la importancia de las emociones primarias en nuestras vidas. En concreto, cómo reconocer y expresar la tristeza. Porque deben enseñarnos desde pequeños a canalizar tanto el desánimo como el miedo, la alegría o el enfado.
Ayúdalos a entender qué es la tristeza.
Cuando nos encontramos con alguien que parece estar triste, a menudo tendemos a huir en la dirección opuesta. Como si tuviéramos miedo de que nos contagiara y por eso preferimos estar cerca de aquellos que siempre tienen una sonrisa en la cara. Sin embargo La tristeza tanto en los niños como en los adultos es una emoción esencial y necesaria. Y sin él no podríamos entender el alegría .
Aunque en la edad adulta es más común sentir esta emoción porque pueden suceder desacuerdos. en los niños es, cuanto menos, chocante. Es difícil ver a un niño de 5 años sentado solo en un banco mirando fijamente o ahondando en su vida interior. Se supone que su inocencia, su precaria madurez intelectual y sus inquietudes únicamente lúdicas deberían garantizarle una alegría indestructible. Pero puede que ese no sea el caso.

Esto no quiere decir que los niños no tengan derecho a sentirse mal. Efectivamente lo tienen es más común de lo que creemos conveniente en ciertos momentos e inevitable en muchos otros. Por ejemplo, pueden sentir melancolía por la pérdida de un miembro de la familia o su perrito después de haber cambiado de colegio por una pequeña discusión con un compañero...
Por este motivo la mejor manera de ayudarlos es hablarles de la tristeza y enseñarles a reconocerla y comprenderla. Es necesario hacerle entender que es preferible reconocer que ocultar. Que todos nos sentimos así alguna vez y que es bueno abrazar esta emoción para calmarla y dejarla pasar.
Tristeza en los niños: diferentes manifestaciones
Al igual que los adultos, también los más pequeños pueden expresar su estado de ánimo de diferentes maneras. Cuando se divierten y son felices es normal que rían, jueguen y parezcan alegres. cuando tienen miedo Cuando están tristes, sin embargo, no está muy clara la forma en que expresan esta emoción.
En ocasiones adoptan comportamientos opuestos durante el mismo día que ocultan su verdadero estado de ánimo. Veamos algunos ejemplos de cómo se manifiesta la tristeza en los niños:
- Hiperactividad : Comen en exceso, están ansiosos, no quieren dormir, son demasiado conversadores, etc.
Para comprender cuándo están dominados por la tristeza, los padres y tutores deben prestar especial atención a los cambios repentinos en su comportamiento y estado de ánimo.
Cómo ayudarlos a gestionar la tristeza
Cuando notamos un comportamiento inusual o excesivo en el niño es bueno preguntarle por qué se comporta así. Es probable que no sepa explicarlo o simplemente no quiera y prefiera encerrarse en sí mismo. Sin embargo, sabemos que los niños son como esponjas durante sus primeras etapas de desarrollo.
Los niños aprenden de las expresiones emocionales de sus padres. como son de ellos modelos de el cual desaparece cuando logramos comprenderlo, afrontarlo y aceptarlo.
A través de fotografías de rostros, dibujos o simplemente hablarles de la tristeza se puede potenciar su capacidad para reconocerla. Después de haber aprendido a reconocerlo podemos enseñar a los niños cómo afrontarlo mediante ejemplos en los que nosotros mismos simulamos cómo hacerlo.

¿Qué no les ayuda?
Desafortunadamente, el disimulo está más de moda que rostro . Desde pequeños nos enseñan a cambiar una lágrima por una sonrisa y a reprimir la tristeza. Sin embargo, esto no hace que esta emoción desaparezca, sólo la entierra para que vuelva con más fuerza en un momento posterior.
Como vemos, el papel de las personas de su entorno más cercano es fundamental para que comprenda que no debe temer estar triste ni reconocer que lo está. La tristeza en los niños no debe pasar desapercibida.