
La hermandad es un pacto social ético y emocional construido entre mujeres. En primer lugar, es saber que juntas somos más fuertes y que la emancipación sólo es posible creando alianzas fuertes, tratándonos como hermanas y no como enemigas. Una relación basada en el valor como grupo con la intención de iniciar un cambio social real.
Todas nos hemos topado con la palabra hermandad recientemente. Está cada vez más presente en nuestro idioma y en los medios impresos. aunque hay que decir que este término tiene más de 50 años. Fue en 1970 cuando el escritor Kate Millet líder del feminismo de aquella época propuso esta palabra con el objetivo de resumir una idea por la que luchó en su vida cotidiana como enérgica activista:obtener una unión social entre mujeres sin que existan diferencias de clase religión o grupos étnicos.
La hermandad es un término ético político y práctico del feminismo contemporáneo. Trasciende un sentido de complicidad femenina que busca sobre todo generar cambio social.
Bajo el lema ¡Mujeres del mundo unidas! Millett acuñó el término hermandad. la cual fue traducida a nuestro idioma a partir del término latino soror (hermana). Sin duda es una idea inspiradora porque lejos de quedarse en una simple etiqueta busca incentivar a fortalecerse como grupo y mirar a las mujeres en sus contextos cotidianos para lograr el cambio.
Fue la antropóloga Marcela Lagarde quien afinó un poco más el concepto de sororidad para hablar de una amistad entre mujeres que se convierten en cómplices para trabajar juntas. Un compromiso para alcanzar metas sintiéndonos libres y fuertes juntos.

La hermandad como empatía femenina, la hermandad como crecimiento
Nacer, crecer y educarse en un contexto caracterizado por el peso del patriarcado tiene su precio . Lo que también incluye ver a los demás. mujer como rivales y competidores. No es raro ver a mujeres criticando a otras mujeres en la escuela, la universidad o el trabajo. Levantan muros y ponen freno a las obras hasta generar un antagonismo sin sentido con el que en lugar de fortalecernos nos debilitamos...Casi sin saberlo, pierden la alianza que tanto los definió en el pasado..
En la antigüedad las mujeres compartían mucho más que ahora. . Vivían como un grupo sólido orientado a ayudarse unos a otros y enriquecerse emocional y psicológicamente. Las generaciones mayores daban consejos a las más jóvenes, se compartían actividades de cría, cultivo y recolección, tratamiento de enfermedades a través de plantas naturales, etc.
Quizás eran un poco brujos2. Artesanas de la naturaleza y sabores ancestrales que se reunieron en la famosa carpa roja durante la menstruación compartir historias sincronizando sus ciclos y sembrando cariño en sus heridas emocionales para que todos juntos seamos un poco más fuertes cada día. Valientes para ellos mismos y para el mundo. Más fuertes como madres, más fuertes como hermanas e hijas de la vida, construyendo una verdadera hermandad.
La hermandad nos permite redescubrir nuestro poder como mujeres que nos cuidamos a nosotras mismas y a los demás. Somos dadores de empatía, receptores de hermandad, de un vínculo en el que juntos somos mejores que solos.

Cómo fomentar la verdadera hermandad
La conciencia femenina que disfrutamos en nuestros primeros días. sociedad se ha perdido con el paso del tiempo. Hoy en día
No solo necesitamos ser amigas porque el concepto de hermandad va mucho más allá. . Hablamos de hermandad de complicidad femenina de un principio ético con el que tener una mentalidad transformadora así como de un compromiso social que no se limite a levantar una pancarta de vez en cuando en una manifestación.
La hermandad es una revolución que va de adentro hacia afuera. Primero tomando conciencia de lo que eres, de lo que mereces y de lo que no estás logrando en una sociedad que lamentablemente sigue siendo fuertemente patriarcal. Después Esta conciencia debe impregnar a cada mujer que encontramos en nuestra vida diaria, apoyándola visualizándola y reparando su feminidad fragmentada. con el objetivo de fortalecernos mutuamente.
Luego pasará del ámbito emocional al social para explotar y promover una transformación real de la sociedad.

No menos importante La hermandad requiere un ejercicio de crítica y autocrítica constante. . A veces nosotros mismos podemos incurrir en conductas que dañan la idea de hermandad y de feminismo desafiar a otras mujeres a pensar que si nuestra vecina consiguió un ascenso hay algo detrás; en dudar de ese extraño que denuncia un ataque y al que por algún motivo decidimos darle la espalda.
Hermandad es sinónimo de solidaridad, significa poder crear una red de apoyo para ayudarnos y exigir un cambio real. . Pongámoslo en práctica y creámoslo. .