
Si tienes miedo al cambio y esto te ha obstaculizado toda tu vida, no creas que estás solo. Es una actitud muy común y lo es por una razón concreta. El miedo al cambio puede ser útil en algunas circunstancias pero en otras resulta paralizante . Profundicemos juntos.
El miedo al cambio es un sentimiento útil a la hora de adaptarse a una situación pero puede convertirse en un serio obstáculo. Es algo que hemos aprendido a lo largo de la vida. heredados de nuestros padres, profesores, amigos o incluso de la cultura a la que pertenecemos.
La sabiduría convencional a menudo nos aconseja ser cautelosos al tomar una decisión que conduzca a un cambio. . El leopardo
Preferimos evitar riesgos y aferrarse al mal incómodo pero familiar en lugar de enfrentar lo desconocido. En otras palabras, elegimos quedarnos en el nuestro. zona de confort .

La zona de confort
La zona de confort es aquel lugar o estado mental en el que aparentemente nos sentimos cómodos y seguros . Esta sensación se debe a que nos quedamos en una dimensión que conocemos y de la que sabemos qué esperar. La zona de confort también puede ser un lugar físico pero siempre ligado a esa sensación de seguridad y tranquilidad mental que no necesariamente es sinónimo de bienestar.
No es negativo en sí mismo. pero se vuelve así cuando nos tranquilizamos aun sabiendo que no es saludable lo que obstaculiza nuestro crecimiento personal y felicidad. Cuando se convierte en una cepa que nos bloquea debemos empezar a hacernos algunas preguntas.
¿Pero cómo hacerlo? En primer lugar reflexionando sobre los motivos de nuestro comportamiento y sobre todo entendiendo qué queremos conseguir. ¿Nos detenemos ahí por costumbre o por necesidad? ¿Esta sensación de seguridad surge del miedo o más bien de la comodidad?
Si no cambiamos nada, seguramente notaremos que los riesgos son menores. ¿Pero es siempre así? De hecho quedarnos donde estamos conlleva el enorme riesgo de no estar nunca feliz . Dar un paso a veces da miedo y es aterrador, pero es solo miedo a lo desconocido.
El miedo al cambio
¿Por qué el cambio da tanto miedo? ¿Cuántas propuestas hemos rechazado para evitar un riesgo? Quizás muchos y en todos los ámbitos de nuestra vida.
A veces decidimos aceptar una situación desagradable. Preferimos aguantar para no afrontar las posibles consecuencias negativas del cambio, olvidándonos de las posibles consecuencias positivas. ¿Y nuestra felicidad?
Ser prudente es una actitud positiva y beneficiosa que nos protege en muchas situaciones. Sin embargo, quien no se arriesga ni gana ni pierde. Es decir, seguimos en ese estado de normalidad que hemos creado. Sin embargo, la vida es un cambio continuo y a veces tenemos que arriesgarnos para crecer como seres humanos como pareja como profesionales económicamente.
El cambio nos asusta porque está lleno de incertidumbre la imposibilidad de predecir resultados y consecuencias. Podría conducir a una mejora o tal vez no. La cuestión es que hay momentos en los que arriesgar es fundamental y no siempre las cosas salen mal.

¿Cómo afrontar el miedo al cambio?
Es una pregunta difícil. No existe una fórmula secreta. Todos los cambios están sujetos a más de una variable, algunas de las cuales están fuera de nuestro control. . Este es un aspecto que no debemos olvidar pero que no debe desanimarnos.
Cuando decidimos hacer un cambio en nuestra vida es muy importante aclarar la motivación que nos impulsa a hacerlo. Si ya hemos entendido el porqué de nuestra decisión estamos a medio camino.
El cambio puede dar miedo y es una reacción normal. El miedo es una emoción que nos advierte de peligros; debemos escucharlo y entender lo que nos dice; y debemos escucharnos a nosotros mismos.
Un buen ejercicio es darle un nombre a la miedo ponle cara: Como esto
Tomar riesgos para crecer
Esto no significa que tengamos que vivir en constante riesgo pero cuando sentimos que un aspecto de nuestra vida no va bien es necesario afrontar el riesgo y cambiar.
Ser cauteloso a la hora de tomar una decisión importante es siempre una actitud válida pero No debemos permanecer estancados en una situación que percibimos como estrecha o que excluye nuestra propia crecimiento .

A veces no es necesario hacer un gran cambio sino modificar pequeños detalles eso marca la diferencia. Lo importante es ser consciente de ello, cultivar la fuerza necesaria para seguir adelante y empezar a ser valiente. Somos los únicos responsables de nuestra felicidad, la decisión de seguir un camino u otro es nuestra.