
El escritor español del siglo XIX Benito Pérez Galdós escribió una novela titulada Fortunata y Jacinta Considerada una obra maestra por la crítica, hasta el punto de que fue adaptada a la gran pantalla en los años setenta. Los personajes de esta historia están dotados de una gran profundidad psicológica y es habitual en la Península Ibérica utilizar el término 'Síndrome de Fortunata' para definir la propensión a tener aventuras amorosas con hombres casados.
La novela los narra. relaciones atormentado entre un hombre Juanito Santa Cruz y dos mujeres: Jacinta y Fortunata. La primera es su esposa mientras que la segunda es su amante. Fortunata a su vez se prostituye y luego se casa con Maximiliano. Sin embargo, la relación entre Fortunata y su amante se mantiene por mucho tiempo, tanto que ella termina teniendo dos hijos con él.
El elemento más interesante de la novela no es tanto el tema sino la forma en la que se trata la psicología de los personajes. En particular, Fortunata representaría la donna que mantiene relaciones con hombres casados. Por este motivo, a esta actitud se le conoce como 'síndrome de Fortunata'.
El infiel conoce los placeres del amor; el fiel es quien conoce sus tragedias.
-Óscar Wilde-
Enamorarse de hombres casados: características del síndrome de Fortunata
El 'síndrome de Fortunata' no puede considerarse un trastorno o una enfermedad. Más bien, es una condición relativamente anómala que afecta a algunas mujeres que sienten mayor atracción e interés por los hombres casados.

Las principales características de una mujer con síndrome de fortunata son los siguientes:
- Prueba uno sentimiento de amor muy fuerte, incondicional y profundo hacia un hombre que está casado.
- Es prácticamente incapaz de sentir atracción por otros hombres.
- La mujer siempre se muestra dispuesta a todo por el hombre que ama.
- Está convencida de que la vida no tiene sentido sin el hombre casado que ama.
- Ella siente que tiene derecho a ese hombre y que es justo que él la prefiera a ella antes que al otro.
- Quiere tener hijos con el hombre en cuestión.
- Se muestra ambigua con la esposa del hombre que ama.
- Tiene constantes fantasías sobre un futuro junto al hombre que ama.
En definitiva, quienes padecen el 'síndrome de Fortunata' aman profundamente a un hombre ocupado y siente que ese amor es inalcanzable debido a la presencia de otra mujer que es su legítima consorte.
¿Qué causa el síndrome de Fortunata?
El primer triángulo amoroso que experimentas en tu vida ocurre a una edad muy temprana. Sobre esta idea Freud formuló la complejo de Edipo según el cual los niños se sienten atraídos por su madre, queriendo inconscientemente ocupar el lugar del otro progenitor.

Así, el niño quiere sustituir al padre y la niña a la madre (complejo de Electra). Este complejo debe resolverse mediante la interdicción o prohibición del incesto. Es decir, mediante la aceptación de la realidad y la renuncia al deseo incestuoso. Todo esto sucede en el inconsciente.
El 'síndrome de Fortunata' indica una falta de resolución del conflicto edípico. Para cada hombre y cada mujer, sus compañeros adultos representan en cierta medida al padre o a la madre que fue su primer y gran amor. Por lo general, las expectativas y deseos contradictorios que fueron apoyados cuando eran niños con el padre del sexo opuesto se proyectan en la pareja.
Si el Edipo ha sido resuelto, es más probable que los vínculos de la pareja adulta sean más sanos. Si no se ha superado, algunas condiciones de aquel primer triángulo amoroso tenderán a recrearse. La mujer entonces se sentirá más atraída por hombres casados como lo era su padre. Y sentirá que la otra mujer es la fuente de todas las frustraciones, como sucedió con la madre que impidió la realización del deseo edípico.
Aspectos a considerar
Además de la posible permanencia de este conflicto inconsciente Cuando una mujer presenta el 'síndrome de Fortunata' también es común que manifieste ciertos rasgos Rasgos de carácter que suponen una gran dificultad para valorarse a uno mismo y reconocer los propios sentimientos.
Es común que las mujeres que se sienten atraídas por hombres casados hayan sido criadas dentro de modelos de dependencia. Asimismo, valoran mucho el sacrificio y lo interpretan como una demostración de amor. También es común que tengan baja autoestima y tiendan a idealizar el Amar . Lo sobreestiman y ven en él una fuente de redención de cualquier sufrimiento.

Las mujeres que padecen el 'síndrome de Fortunata' quieren derrotar a su madre de la infancia derrotando a la mujer del hombre que aman. No lo hacen conscientemente. Lo viven como algo imposible de resistir. En general acaban sufriendo y sintiendo una gran frustración. En estos casos la psicoterapia es una de las mejores respuestas.