Los efectos del estrés en el cuerpo son más poderosos de lo que piensas. Esa tensión y estado mental propio del estrés, si se mantienen durante mucho tiempo, minan nuestra salud y tejen una telaraña en nuestras vidas en la que quedamos atrapados. Los efectos acumulativos del estrés crónico se apoderan de nosotros hasta que nos debilitamos y acabamos aplastados por el vórtice de la vida cotidiana.
El estrés es la consigna cuando no alcanzamos nuestros objetivos. Cuando el día es demasiado corto y nuestras obligaciones son muchas. cuando el cada persona se vuelve insoportable y las tareas pendientes son infinitas. Todos de una forma u otra pueden describir este sentimiento. malestar este enemigo tan común del ser humano.
Cada vez hay más pruebas que confirman que el estrés compromete el sistema nervioso: aumentan las enfermedades infecciosas como la gripe, los resfriados y el herpes...
-Bruce McEwen psicólogo de la Universidad de Yale-
Mucho más allá de las sensaciones hay realidades, efectos y consecuencias internas. Hablemos del impacto que tiene este trastorno en el organismo, actuando como una presencia invasiva, alterando una serie de funciones básicas.
En primer lugar, un hecho cerebro . Cuando esta condición se mantiene de forma permanente, la memoria se deteriora, ciertas estructuras se degeneran, aparece el deterioro cognitivo y también existe un mayor riesgo de sufrir depresión.
No estamos hablando de una situación inofensiva. El estrés es más que una palabra de moda, es un trastorno es una realidad que deja mella en el cuerpo y le quita vitalidad, energía y por supuesto salud.
Efectos del estrés en el cuerpo.
Los efectos del estrés en el cuerpo están orquestados por una estructura cerebral: el hipotálamo.
Ante esta información cargada de un tono de alarma, el cuerpo activa una reacción increíblemente compleja. La glándula pituitaria y la corteza suprarrenal secretan hormonas del estrés. . cortisol .
Hay que decir que los glucocorticoides tienen pros y contras. Si son secretadas en un momento concreto y limitadas en el tiempo, nos ayudan a reaccionar de forma más adecuada, sacando siempre lo mejor de nosotros mismos ante una situación determinada. Sin embargo, si se secretan continuamente día tras día, los efectos del estrés en el cuerpo serán inmensos. .
Síntomas respiratorios y cardíacos.
Las hormonas del estrés actúan sobre los sistemas respiratorio y cardiovascular.
También ocurre otro fenómeno: los vasos sanguíneos se contraen para llevar más oxígeno a los músculos para que puedan escapar de estas supuestas amenazas. Esto implica que Corazón e el cerebro recibirá menos suministro de oxígeno y nutrientes.
Efectos sobre el sistema digestivo.
Otro efecto del estrés en el organismo lo encontramos a nivel digestivo. Estas son las siguientes condiciones:
- Dolor de estómago.
- Aparición de úlceras.
- Mala digestión.
- Reflujo gástrico.
- Diarrea o estreñimiento.
- Náuseas y vómitos.
- El estrés obliga al hígado a producir más azúcar en sangre (glucosa) para poder obtener más energía. Esto se traduce en un mayor riesgo cuando se tiene diabetes.
- Colitis e inflamación intestinal.
Obesidad o pérdida de peso.
Es un efecto que suele variar mucho de persona a persona.
Caída del cabello
La caída del cabello debido al estrés es común.
Alteraciones en el ciclo menstrual
El estrés crónico suele tener efectos graves sobre el sistema hormonal. Por tanto, uno de los síntomas más evidentes en las mujeres es un ciclo menstrual muy irregular. Retrasos o amenorrea también el flujo. menstrual poder ser menor.
Sistema inmunológico más débil
Los efectos del estrés en el organismo afectan especialmente al sistema inmunológico. El estrés emocional mina nuestras defensas . Si no se gestiona y mantiene correctamente
- Fiebre y resfriados.
- Herpes
- Alergias
- Condiciones de la piel.
- Curación lenta.
Para concluir Los efectos del estrés en el cuerpo son inmensos.
La diabetes puede depender del estrés crónico; Detrás de los dolores de cabeza recurrentes, del insomnio o de esa alergia cuya causa no entendemos, puede acechar este enemigo conocido pero no percibido ni tenido en cuenta. Pensemos en ello.