El árbol que cae hace más ruido que el bosque que crece

Tiempo De Lectura ~5 Mínimo

¿Has intentado alguna vez contar las noticias positivas transmitidas por televisión? ¿Alguna vez te has detenido a escuchar las primeras noticias que escuchas en la radio? ¿Has pensado alguna vez en la cantidad de acontecimientos positivos que nos rodean y no causan sensación? El mundo crece, no simplemente muere.

Pasamos nuestros días rodeados de noticias negativas: las noticias están llenas de muertes, asesinos, accidentes, traiciones. Mientras tanto olvidamos que el mundo está creciendo; avanzamos y damos grandes pasos con la ciencia y la tecnología y en el camino nos olvidamos de cultivar lo que más importa: las personas.

Los árboles siguen creciendo cada día nacen miles de niños hay personas que ayudan a otros individuos que inventan cosas para hacernos la vida más fácil. Sin embargo, siempre habrá un árbol que al caer hará más ruido que todo esto.

Sigo creyendo que existe gente buena, sigo creyendo en personas solidarias, en personas que dan sin esperar nada a cambio, en personas que enseñan, cultivan y quieren un mundo mejor. En las personas que lo hacen sforza y continúa su camino. Aunque lamentablemente No serán ellos quienes ocupen más espacio en los medios.

Existen suficientes factores de riesgo para contraer enfermedades como para evitar peligros reales para la vida. Y ¿Dónde están los factores de riesgo para ser feliz? Por tanto, elaboraré una lista de mis factores de riesgo para seguir aumentando los peligros que, si se cometen, permiten entrar en el peligroso mundo del entretenimiento.

Factores de riesgo para ser feliz

Ojo con agradecer a los demás lo que tenemos

Otro factor de riesgo que podemos incluir en la lista es detenerse, escuchar, mirar y disfrutar de los sentidos en cualquier momento, siendo conscientes del 'aquí y ahora' para captarlo y saborearlo. Puede llevarnos a vivir la realidad ante la que nos encontramos y no la realidad que esperamos y tememos: una oportunidad en la que estar armonía con nuestro yo interior y sentirnos en contacto con él.

Corremos el riesgo de caer en el precipicio de la felicidad si anhelamos crecer, si nos esforzamos por conseguir aquello que nos mueve. y nos hace sentir satisfechos. Si seguimos esforzándonos por ser mejores y progresar, si seguimos levantándonos sonriendo a pesar del sueño porque intentaremos hacer de cada día una serie de momentos que merecen ser vividos… sobre todo con alegría.

Tengamos cuidado de ayudar a otros a tener cuidado de ver el lado positivo de todo para nunca dejar de buscar nuevos caminos y alternativas de solución. Ojo con dar cariño (nunca) a hacer planes para que tengamos tiempo tanto para el trabajo como para la diversión y para nosotros mismos. Ojo con sonreír porque nuestra empresa por sí sola puede acabar siendo un factor de riesgo en sí misma.

Planta la semilla y observa cómo crece el mundo.

Seguiremos cultivando para que la tierra no muera y seguiremos escuchando y lamentando las pérdidas pero esto no nos impedirá seguir plantando semillas para que los árboles sigan creciendo. Cada vez que alguien muere en otro lugar del mundo nace una vida que merece tanto ruido como las lágrimas lloradas por la persona que fallece.

Porque incluso si sentimos que los árboles caen más, sabemos que depende de nosotros permitir que otros crezcan y florezcan. Aunque estemos rodeados de noticias negativas seguiremos buscando la positivo y la vida en todo lo que no muere porque está ahí y si nos esforzamos en verla y buscarla, el peligroso mundo de la vida se revela ante nuestros ojos.

Si miramos de cerca la vida veremos los factores de riesgo que hemos descrito. Si tenemos el coraje de tomar el medicamento corremos el grave riesgo de contagiarnos a nosotros mismos y a los demás. Queremos atrevernos y recoger los factores de riesgo para ser feliz ?

Entradas Populares