
Ponerse a uno mismo en primer lugar es un hábito saludable útil y necesario. Poner en práctica tal arte no es un acto de egoísmo porque amar a la persona que vemos reflejada en el espejo cada mañana sin excusas, límites ni distinciones significa que saber cuidarnos significa invertir en nuestro bienestar personal y en una buena calidad de vida. Quien se cuida como se merece también puede ofrecer a los demás la mejor versión de sí mismo .
El propio Sócrates en sus enseñanzas se centró en el concepto de autocuidado o . Después
La verdad es que no sabemos cuándo y por qué nos meten en la cabeza la idea de que la práctica de este arte es un acto interesado y egoísta. Ha habido cierta confusión con los términos hasta el punto de que respeto del otro parecen estar reñidos con el autocuidado o con ponerse a uno mismo en primer lugar . Esta es una idea completamente falsa.
Sin darnos cuenta, hemos cultivado relaciones basadas en el principio de que cuanto más damos a los demás, más nos aman y valoran. En realidad no hacemos más que abandonar nuestro amor propio en un rincón sin mirar atrás pensando que tenemos razón y que eso es lo que los demás esperan de nosotros.
Es mejor evitar esta práctica poco saludable que muchas veces provoca problemas, frustraciones, ansiedad, noches de insomnio e incluso dolores físicos.

Quien no se pone primero se cansa
Cuando una persona deja de ponerse primero para llenar la agenda, la mente y las ganas de hacer esto o aquello esperan más de mí, tengo que hacer esto por esa persona, en realidad no hace más que cansarse. La identidad pierde toda su energía. deseos y sobre todo autoestima. El caso es que muchas veces adoptamos estas actitudes sin pensar si realmente queremos hacernos ese favor o placer. .
Los psicólogos nos explican que caemos en el automatismo de racionalizando estas acciones a algo natural y necesario. Porque si somos útiles para los demás entonces valemos algo y si somos necesarios para los seres queridos entonces nos amarán. Sin embargo, esta regla de las tres cosas no siempre da los resultados deseados, de hecho, a veces ocurre todo lo contrario.
En estos casos las consecuencias son tan devastadoras como tristes. Si percibimos que nuestros continuos esfuerzos y sacrificios no son apreciados, desarrollamos una visión muy crítica de nosotros mismos. Nos sentimos culpables por nuestra ingenuidad, nuestra devoción y exceso. confianza . Esta voz interior a veces puede ser muy cruel y no tardan en aparecer síntomas como dolores musculares, cansancio, problemas digestivos, infecciones, dolor de cabeza, caída del cabello…
Abandonarnos a la satisfacción exclusiva de las necesidades ajenas nos destruye como personas, nos diluye y nos vacía hasta el punto de privarnos de nuestras emociones, esperanzas e identidad. Cuando esto sucede, el primer síntoma que experimentamos es un profundo cansancio físico y una espesa niebla mental.
Aprendamos a cuidarnos
Hay muchas personas que se encuentran atrapadas en la vida de otras personas como locomotoras que van por caminos equivocados. Llevan sobre sus hombros cargas que no les pertenecen y ni siquiera se toman un día libre para ser ellos mismos. cuidarse de sí mismos para satisfacer sólo sus deseos . Llevar a cabo una situación similar supone poner en peligro tu equilibrio y tu salud, por lo que es necesario cambiar de enfoque.

Cómo aprender a ponerte a ti mismo primero en 4 pasos
Tiempo
Las personas que dejaron de ponerse a sí mismas en primer lugar han automatizado la respuesta sí. Responden a cualquier pregunta con esta palabra mágica como si fuera imposible de controlar. Por tanto, es necesario poner freno a este impulso. cuando una persona nos pide que le sugiramos o encarguemos algo, primero tenemos que quedarnos ahí un momento silencio . Debemos evitar dar una respuesta inmediata y darnos tiempo para reflexionar y evaluar honestamente si queremos o no satisfacer la petición que nos ha hecho. Let's learn to say no.
Prospecto
Para aprender a cuidarnos y servirnos es necesario gestionar la distancia aumentándola o acortándola con todo lo que nos rodea. Llega un momento en que automatizamos la necesidad de hasta el punto de perder la perspectiva. En este sentido, decir no no puedo hoy iré primero no es el fin del mundo.
Frases útiles
Nunca está mal recopilar unas cuantas frases que en determinados momentos nos ayuden a proteger nuestras necesidades, nuestra identidad o nuestro tiempo. Lo siento pero no puedo hacer lo que me pides ahora. Te agradezco que pienses en mí pero necesito tiempo para mí. De momento no tengo ganas de hacer lo que me pides. Necesito dedicarme a mi vida.
Abandonar ciertas conversaciones
Todos sabemos cómo ciertas conversaciones comienzan y luego terminan con una solicitud. Esas conversaciones impregnadas de bondad que al final desembocan en un supuesto favor que debemos cumplir. Como estamos más que acostumbrados a estas estrategias, aprendemos a mantenerlas alejadas. Evitemos cansarnos y cultivemos la asertividad .
En conclusión, estos 4 aspectos no se pueden aprender de la noche a la mañana. Hay que poner buena voluntad y tomar la decisión firme de cuidarse y cuidarse. comprender que ponerse a sí mismo en primer lugar es en realidad un acto desinteresado necesario y vital . Con el tiempo, estas estrategias se vuelven cada vez más automatizadas en nombre del respeto a los demás y a uno mismo.