
¿Es acertada la imagen social del anciano como individuo aislado que disfruta del tranquilo y merecido descanso en su casa mirando al jardín o jugando a la petanca o a las cartas en la plaza de los 60? Hoy hablamos de la cuarta edad.
La población mayor de 85 años ha aumentado un 231% en los últimos treinta años. La longevidad está aumentando mientras que la tasa de natalidad ha disminuido : esta relación inversamente proporcional indica que vivimos tiempos que obligan a revisar las estructuras sociales y familiares. A la luz de esto nació el concepto de la cuarta edad.
El cielo puede esperar
Érase una vez personas mayores... Sí, eran personas muy mayores. Hace más de cuarenta años, cuando la prensa se refería a una noticia que involucraba a una persona de entre 60 y 65 años, el titular decía: Un hombre de sesenta años... Los tiempos han cambiado mucho. Hoy asistimos a una nueva vejez y nuestros abuelos de entre 55 y 70 años son una especie en peligro de extinción.

Lo que alguna vez se conoció como la tercera edad encabezada por los adultos mayores de sesenta años y ancianos fue un ciclo evolutivo compuesto por una serie de peculiaridades que definieron la vejez.
Por ejemplo, desde el punto de vista estético, se utilizaron ciertos colores que recordaban la finitud: el marrón, el negro, el gris y el azul, asociados a la muerte o al duelo y que nada tenían que ver con el diseño o la moda, sino todo lo contrario: la austeridad ante todo.
Si un hombre mayor vestía jeans y zapatillas de deporte, intentaba ser un adolescente; si una mujer mayor se maquillaba usaba tacones o camisas de colores estaba fuera de lugar o se la consideraba una mujer que quería competir con su hija y mucho menos con las que usaban leotardos y medias de colores...
En cuanto a la esperanza de vida de la población mundial según cifras de la OMS Respecto a 2013 hay 33 países con Japón a la cabeza cuya esperanza de vida oscila entre 80 y 84 años. Entre los países europeos que superan el límite de edad de 80 años encontramos España, Suecia y Suiza. mientras que entre los países americanos que se acercan a una edad promedio que oscila entre los 72 y los 81 años encontramos a Canadá; finalmente, entre los países del continente africano la media baja a 55 años.
La nueva vejez es la cuarta edad.
realmente existe una nueva vejez, la tercera edad ya no es la última: hay una cuarta edad que comienza a los 75 años. Hoy los que tienen 60 años todavía tienen entre 20 y 25 años de vida activa por delante y cuando los límites de la vida se alargan tanto cambia y con ello cambian los planes y los amores. sexualidad trabajo, placer…
Hoy somos más conscientes de nuestra salud: hacemos deporte tres o cuatro veces por semana o caminamos al menos 30 minutos al día. Los gimnasios cuentan con más socios mayores de 60 años que aspiran a un abdomen más plano o fortalecer los glúteos que se preocupan por comer saludablemente con dietas bajas en colesterol o con una reducción más clara de los lípidos.
Gracias a los efectos de la cirugía se obtienen abdominales planos, pechos pronunciados, párpados más firmes... También existe la técnica del botox que rellena las arrugas mostrando una piel más tersa. Estética en general, tintes para el cabello (tanto para hombres como para mujeres), cremas, ropa de moda. ¡Quién puede decir que hoy una persona de 60 años es vieja!
Los cambios típicos de la cuarta edad
En la era del anti-envejecimiento, los hombres utilizan cremas anti-edad sin ningún obstáculo y los más atrevidos incluso se hacen tatuajes. Las mujeres se miran en el espejo y tratan de parecer atractivas y no escatiman en seducción en las relaciones; lucen pechos firmes y tonifican sus glúteos en el gimnasio.
El uso de Viagra dio nuevo vigor a la sexualidad y con ella nació un amor activo que hizo posible el amor tras el amor creando nuevas parejas después de un duelo o una separación. La estructura de la pareja y por tanto la de la familia sustituyen a la hasta la muerte no nos separe con el hasta que la vida nos separe dado que ser longevo implica más tiempo y más riesgos durante la duración de una relación.
La longevidad es prueba de los avances médico-tecnológicos en materia de resonancias, tomografías y farmacología avanzada que permiten prevenir enfermedades e intervenir sobre ellas.
En definitiva, ser longevo permite la formación de nuevas parejas que unen familias, una sexualidad activa que da placer en la fase de la vida en la que se creía terminada una vida de abuelos activos y juguetones, una jubilación que interactúa con personas jóvenes y activas y duelos, enfermedades y hospitalizaciones geriátricas que se viven cada vez más tarde.

Sin embargo, hay que entender que Los cambios humanos implican crisis que superar. : vivir mucho tiempo o ser longevo representa un problema biopsicosocial, político y económico. En esta era, la cuarta edad modifica, entre otras cosas, los ciclos evolutivos: la adolescencia se ha extendido madurez llega más tarde, las parejas se consolidan más tarde y los hijos también llegan más tarde en el tiempo.
Los contras de la longevidad
La cobertura médica está colapsando porque la esperanza de vida ha aumentado y la salud de las personas de 80 años debe mantenerse durante más tiempo. Todo con análisis clínicos de medicamentos y hospitalizaciones. Finalmente, el Estado debe posponer el inicio del pago de la pensión dado el número de años durante los cuales debe mantener la clase pasiva que deja de serlo a la edad previamente establecida.
Además de estos inconvenientes, una vez superadas las crisis, vivir más significa tener más tiempo disponible con las personas que queremos así como multiplicar las situaciones para compartir. Importantemente debemos cuidar las emociones y sentimientos positivos que dan las relaciones y hacer que duren. Puesto que el cielo puede esperar, necesitamos construir situaciones en la tierra marcadas por bienestar y felicidad .