
Sabrina es un personaje popular de la editorial Archie Comics. El éxito del cómic ha hecho posible diversas adaptaciones, de las cuales quizás la más conocida sea la serie de televisión de 1996 Sabrina la bruja adolescente. En la década de 1990 el personaje de Sabrina Spellman interpretado por Melissa Joan Hart ha gozado de considerable popularidad . Ahora vuelve a ser protagonista con una nueva versión firmada por Netflix.
Nordeste Las escalofriantes aventuras de Sabrina (2018) los tiempos han cambiado. El tono divertido e inocente de los años 90 se ha ido apagando para dar paso a una serie más oscura y lúgubre. Sabrina Spellman (Kiernan Shipka) tendrá que elegir entre dos caminos y dos mundos: el terrenal y el mágico.
La serie llena de alusiones al mundo del cómic, la cultura popular y el satanismo trae a escena un humor más oscuro aunque con un tono ligeramente retro. Con una ambientación oscura y elementos que recuerdan a prendas del pasado más sesenteras que actuales, cuesta entender en qué época nos encontramos realmente.
La nueva serie deja de lado el tono desenfadado y alegre de los años 90. Ya no es una comedia familiar sino una producción más oscura . La trama gira naturalmente en torno a la magia y lo fantástico pero también encuentra tiempo para hablar de temas de actualidad como intimidación . El eje de la serie es sin duda Sabrina y el dualismo que encarna: mitad bruja y mitad mortal.
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Adiós a la infancia
Vivimos una época de abundancia de series de televisión pero la forma de consumirlas ha cambiado. Ya no buscamos series de sobremesa con risas fabricadas sino contenidos más profundos . El tono cómico de los años 90 no se pierde del todo pero se convierte en humor negro: la muerte desata el reír y la religión de las brujas crea las situaciones más locas.
En esta nueva versión falta el personaje de Salem Hechicero condenado a vivir en el cuerpo de un gato que habla. El egocéntrico consejero de la joven bruja aportó una decisiva nota de ironía.
Con la nueva adaptación se pierde la esencia del personaje. Ya no es un gato que habla sino un gato más o menos común. Cada bruja tiene un familiar, un animal protector que la ayuda en su viaje. Y esta es exactamente la función del nuevo Salem.

Otros personajes
El primo de Sabrina, Ambrose, es el personaje que sustituirá en cierto sentido a Salem, convirtiéndose en el nuevo asesor de la bruja adolescente. Es una de las muchas innovaciones realizadas por Netflix y que se adapta perfectamente a los nuevos tiempos y las nuevas necesidades del target.
Lejos de presentar personajes arquetípicos e irreales del todo estándar, la serie muestra personajes de todo tipo para ofrecernos una realidad más cercana. Sabrina es una protagonista imperfecta que cometerá errores más de una vez y tendrá que afrontar numerosos dilemas morales .
Regresan dos personajes icónicos e inoxidables, las tías Hilda y Zelda. Ambos mantienen sus personalidades noventeras. Hilda es inocente y bondadosa; Zelda es el lado austero de la pareja: seria y responsable aunque en esta ocasión muestra rasgos extremadamente conservadores y una gran devoción por la Iglesia de la Noche.
A pesar de las similitudes, las dos tías ya no viven en la feliz casa blanca de los años 90 sino en una mansión oscura y gótica donde regentan una funeraria.
Sabrina Spellman luchando contra la injusticia
La adolescencia es una etapa de interrogantes, cambios, incertidumbres, decisiones. Sabrina, como toda adolescente, comienza a cuestionarse la realidad que la rodea pero también debe luchar por reconciliar dos culturas. Debido a su doble naturaleza, bruja y mortal, Sabrina asiste a dos escuelas: la secundaria y la academia de artes ocultas.
Pero no importa lo separados que estén se encontrará con problemas muy similares propios de su época, como el bullying o la marginación de las minorías. .
El ambiente del instituto es variado y las mejores amigas de Sabrina son Roz, una joven negra que, al igual que Sabrina, tendrá que enfrentarse al sistema y Susie, víctima de bullying y identidad sexual no binaria . En otras palabras, un grupo minoritario que lucha por encontrar su lugar. y obligados a abordar los problemas que surgen de la diversidad.

Los personajes están bien dibujados y la narrativa profundiza en sus vidas y su pasado. Junto con el personaje pansexual de Ambrose son una diversión en el monótono universo televisivo.
Luchar contra las injusticias y la marginación femenina en las escuelas Sabrina fundó una asociación feminista con sus amigas Wicca (clara alusión a la religión pagana ligada a la brujería).
El club se convertirá en un punto de encuentro para las niñas donde podrán leer libros, comentarlos y defenderse de los abusos y del sistema patriarcal. Esta imagen de Sabrina campeona y vengativa también se confirma en su mundo mágico.
En la academia ella también ocupa un estatus minoritario - consecuencia de su doble naturaleza - y tendrá que luchar contra la opresión de las Hermanas Siniestras. Sabrina se enfrentará a una terrible elección: entregar su alma a Satanás y entrar para siempre en la Iglesia de la Noche o renunciar a su poder.
La dualidad de Sabrina Spellman
El nuevo reinicio de Sabrina Spellman cumple una representación del mundo real en el que los choques generacionales y culturales acabarán desencadenando conflictos. Dos mundos paralelos mismos problemas. En el mundo de las brujas, el Sumo Sacerdote y la tía Zelda encarnan los valores más arcaicos de la Iglesia de la Noche: no cuestionan nada y no toleran el más mínimo cambio.
En el mundo de los mortales, muchos de los habitantes de Greendale descienden de familias que quemaron brujas en la hoguera. El pasado de los amigos de Sabrina y en particular de su novio Harvey tiene sus raíces en la caza de brujas.
Sin embargo los personajes más jóvenes parecen no haber heredado este prejuicio y no se dejan influenciar por imposiciones socioculturales. Lo vemos por ejemplo en las relaciones entre Sabrina y su familia y entre Harvey y su padre.

Una nueva generación abierta al cambio
Las nuevas generaciones crecieron en un entorno diferente y respiraron valores diferentes. Sabrina no quiere renunciar a su naturaleza humana pero ni siquiera a la mágica. Representa una nueva realidad y tendrá que luchar para reconciliar las dos tradiciones. Sin embargo, nunca es fácil unir dos culturas, especialmente durante la adolescencia.
La serie plantea una gran cantidad de dilemas morales aunque la joven bruja no siempre acierta y en ocasiones actúa sin pensar en las consecuencias. Sabrina ha crecido consciente de su doble naturaleza y está decidida a no renunciar a ella.
¿Por qué tener que elegir? ¿Por qué una cosa excluye a la otra? Los dos no se pueden reconciliar identidad ? Y sobre todo, ¿por qué mantener una tradición que ha perdido todo significado? Otras preguntas, en cambio, se referirán al libre albedrío y su destino como joven bruja.
Sabrina denunciará algunas de las tradiciones más antiguas de la Iglesia de la Noche, como el sacrificio humano. Demostrará que las nuevas generaciones son diferentes y abiertas al cambio. En definitiva nos encontramos ante la reinvención de un personaje clásico que, sin perder su esencia, ha sabido adaptarse a las nuevas necesidades de nuestra contemporaneidad.
Quiero ambas cosas: libertad y poder.
-Sabrina Spellman-