Entrenamiento mental: 7 ejercicios para el cerebro

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El cerebro humano es maleable: Al igual que cualquier otra parte del cuerpo, está programada para adaptarse a las condiciones ambientales circundantes. La sociedad actual nos pone muy fácil realizar cambios en nuestro cerebro. Para maximizar la mente, debemos confiar en los desafíos que nos imponemos nosotros mismos, así como en la capacidad de enfrentar los que nos imponen desde el exterior.

El entrenamiento mental es uno de los recursos de los que disponemos para mejorar y perfeccionar uno o varios procesos mentales. Es posible lograrlo realizando tareas mentalmente extenuantes que mejorarán gradualmente nuestras habilidades. El cerebro ciertamente se caracteriza fuertemente por la genética, pero sus capacidades no dependen sólo del ADN: podemos implementar estrategias de fortalecimiento.

Entrenar las habilidades cognitivas es casi como entrenar el cuerpo. Para conseguirlo es imprescindible salir de tu zona de confort. Es necesario hacer un esfuerzo constante, aumentando poco a poco la dificultad. Cuando nos acostumbremos a un ejercicio lo haremos automáticamente y pasará de ser un entrenamiento a un hábito .

A continuación encontrarás algunos consejos para entrenar tu cerebro poniéndolo a prueba y obteniendo su máximo potencial.

1. Haz deporte

La actividad física aeróbica que implica el control de la respiración mejora las capacidades cerebrales, especialmente aquellas basadas en la interacción entre los lóbulos temporal frontal y medial. Estos ejercicios Afecta la memoria de trabajo y las funciones ejecutivas. Los beneficios de deporte sobre las capacidades cognitivas tienen una explicación fisiológica ya que favorecen la producción de factores neurotróficos.

Las sustancias neurotróficas aumentan la plasticidad sináptica, la neurogénesis y la vascularización cerebral. También reducen la pérdida de volumen cerebral durante la vejez, especialmente en la zona del hipocampo vinculada a la memoria y el aprendizaje. Para que el deporte sea bueno para ti es importante realizarlo con cierta constancia todos los días durante unos treinta minutos.

Los ejercicios cardiovasculares se pueden adaptar según las capacidades personales. Los principiantes pueden empezar a caminar a buen ritmo o realizar deportes divertidos como el pádel o la natación. Los beneficios cognitivos del deporte perdurarán hasta la vejez cuando actuarán como protección natural contra el Alzheimer.

2.Entrena la memoria de trabajo

Ejercita el memoria de trabajo es muy útil a la hora de estimular nuestras capacidades cognitivas. Hay muchos ejercicios para este propósito. Uno de los más famosos es el llamado natrás : una figura aparece y desaparece en una pantalla, el individuo tendrá que indicar si la imagen aparece en el mismo lugar que la vez anterior o no.

La dificultad se puede aumentar de vez en cuando indicando, por ejemplo, si la figura estaba en el mismo punto respecto a tres veces anteriores. El ejercicio obliga al cerebro a retener información reciente durante un cierto período de tiempo y luego compararlo con la información actual. Se ha demostrado que este ejercicio también ayuda a desarrollar otras habilidades como la fluidez del razonamiento.

Cualquier tarea que requiera retener temporalmente información auditiva o visual activa la memoria de trabajo. Otro ejemplo es escuchar una secuencia numérica y repetirla en orden inverso. Por regla general debes comenzar con un nivel de juego medio que se adapte a tus habilidades porque es fundamental

3. Sal de tu zona de confort

Se trata de no conformarse con la comodidad sino de ejercitar la mente realizando actividades que impliquen un desafío. Encuentra un hobby que requiera esfuerzo intelectual. cómo aprender a tocar un instrumento. Por ejemplo, si te gustan las series de televisión, empieza a verlas en el idioma original con subtítulos en italiano. Una vez que te acostumbres, intenta poner subtítulos en inglés hasta que estés listo para eliminarlos por completo.

En otras palabras se trata de encontrar una manera de ser un aprendiz permanente. Sabemos que los niños aprenden todos los días porque es parte de esa etapa particular de la vida. Entre otras cosas, los niños tienen una mayor facilidad de aprendizaje porque su plasticidad sináptica está en su mejor momento. Sin embargo, como hemos visto, nunca es demasiado tarde para aprender cosas nuevas.

Naturalmente, las actividades realizadas se adaptarán a las capacidades de cada edad así como a sus gustos personales. Estar motivado es fundamental para no dejar una actividad a medias. Ya sean crucigramas de sudoku o incluso juegos grupales más positivos como el ajedrez. De hecho, las relaciones sociales también tienen un impacto positivo a nivel cognitivo.

4.Lectura

Es uno de los métodos de entrenamiento mental más eficaces, de bajo coste y con innumerables beneficios. No es necesario utilizar tecnología ni comprar equipos costosos y se puede realizar en cualquier lugar y es una actividad placentera. Cuanto antes nos acostumbremos a leer, mejor. Por eso es importante transmitir esta pasión a los más pequeños desde el primer momento. contándoles cuentos de hadas y enseñándoles a leer cuentos.

El lectura Activa diversos procesos mentales como la percepción, la memoria y el razonamiento. Cuando leemos decodificamos estímulos visuales (letras, palabras, frases) transformándolos en sonidos mentales para darles significado. Esta simple acción activa grandes áreas de la corteza cerebral, transformándola en un excelente estímulo para la mente.

La lectura deja volar la imaginación, fomenta la creatividad y amplía el vocabulario. Es una forma de aprender de una forma divertida y amena. Entre los factores determinantes de la reserva cognitiva, la lectura ocupa los primeros lugares. De hecho, numerosos estudios afirman que empezar a leer a edad temprana promueve una mayor reserva cognitiva.

5.Vivir en entornos complejos y ricos

Para comprender el concepto de entorno rico, intente pensar en animales utilizados para experimentos, como los ratones. Se estimulan a través de impulsos visuales y sonoros que les permiten recibir información del entorno que los rodea. Funciona de la misma manera para las personas. un entorno rico es un lugar lleno de novedad y complejidad un entorno que cambia y te obliga a adaptarte a él.

Un niño que crece en un entorno rico, por ejemplo, es un niño que tiene acceso constante a nueva información y se le da la oportunidad de participar. Tendrá una familia que posee un piano y le enseña a tocarlo, una familia que fomenta la lectura y el pensamiento crítico en la que el niño puede expresar su opinión y aprender. Un entorno en el que se proponen retos a los que uno puede encontrar su propia solución.

Según Stern, un entorno complejo ofrece a los sujetos dos tipos de recursos: hardware es decir, más sinapsis y mayor arborización dendrítica y la software es decir, capacidades cognitivas más equilibradas. Como adultos, puedes vivir en un ambiente rico mientras mantienes un alto ritmo de vida y al mismo tiempo te mantienes activo tanto física como mentalmente.

6.Mejorar la creatividad

Para mejorar las capacidades cognitivas no sólo es necesario entrenar la mente mediante ejercicios de cálculo para la flexibilidad mental o la memoria… también es útil centrarse en actividades que dejen espacio a la creatividad. Música, pintura, danza o teatro. como solución al sedentarismo.

Realizar estas actividades aumenta la originalidad y la flexibilidad mental ya que se promoverá la activación de redes neuronales específicas. La creatividad también influye positivamente en la resiliencia y la capacidad de afrontar pérdidas y cambios inevitables en la edad adulta.

La creatividad puede tener un impacto positivo a nivel cognitivo porque Afecta a otros niveles como la motivación. el aumento de las relaciones sociales o componentes cognitivos. Cualquier actividad que permita salir de la rutina y conocer gente nueva tendrá un impacto importante en la calidad de vida de la persona, especialmente cuando se trata de una persona mayor.

7.Aprende un idioma

El lenguaje es una de las funciones superiores más complejas e involucra múltiples áreas de la corteza cerebral. Los seres humanos tenemos de forma innata la capacidad de aprender idiomas, especialmente durante la infancia, cuando el cerebro es más plástico. Sin embargo Es posible aprender un idioma en cualquier momento de la vida y es una excelente estrategia de entrenamiento mental.

Se han realizado numerosos estudios sobre los beneficios de bilingüismo entre los que emerge la mejora de la atención selectiva así como el desarrollo del procesamiento de contenidos mentales. Aprender dos idiomas desde el nacimiento y utilizarlos en el contexto familiar, social y educativo aporta increíbles ventajas. Si se aprende en la edad adulta, la segunda lengua será inferior a la primera.

La única forma de generar automatismos lingüísticos sin tener que traducir todo simultáneamente de la lengua materna es utilizar el idioma que estás aprendiendo. Por este motivo, dos horas de estudio a la semana no son suficientes, quizás sólo válidas para aprender los conceptos básicos de gramática. EL El mejor método es hablar con hablantes nativos.

Conclusiones

La estimulación cognitiva y un estilo de vida activo pueden prevenir la aparición de enfermedades neurodegenerativas o compensar lesiones neurológicas ya que favorecen el aumento de la reserva cognitiva y la activación de mecanismos compensatorios del daño. No basta con realizar ejercicios de entrenamiento mental a personas mayores, hay que realizarlos a lo largo de todo su ciclo vital.

Abandonar la rutina, tener una vida activa, tener ganas de aprender y descubrir siempre cosas nuevas ayuda a obtener el máximo rendimiento mental. Plantearse retos intelectuales y escapar de la monotonía y el sedentarismo son los entrenamientos mentales más eficaces. No se trata sólo de realizar ejercicios de cálculo o de memoria, a veces basta con cambiar hábitos.

Estudios sobre reserva cognitiva informan que el trabajo, la lectura, la educación y la red social se encuentran entre los principales factores que mejoran la plasticidad cerebral. El cerebro se va moldeando día a día desde el primer año de vida lo que conlleva la posibilidad de intervenir sobre la compleja arquitectura de procesos que es nuestro cerebro.

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