Ser como el bambú: fuerza y ​​flexibilidad

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Ser como el bambú implica trabajar en nuestro interior, invertir en resiliencia y no tener miedo de 'doblarnos' de vez en cuando: al final volveremos a nuestra posición con mayores fuerzas.

Ser como el bambú significa acercarse a una sabiduría milenaria grabada en la naturaleza.

En todo el reino vegetal quizás no exista ninguna planta más rica que

Su crecimiento, su resistencia y su poder beneficioso para el planeta han hecho de esta planta un punto de referencia de gran inspiración para muchas prácticas filosóficas espirituales y psicológicas. Se dice que el bambú contiene un código secreto. una fórmula singular que la naturaleza le dio para convertirla en una especie bella y resistente. ¿Por qué no aprender a ser como el bambú ?

En China esta planta forma parte de la llamada

El bambú contiene en sus semillas la fuerza del triunfo y el poder. Cuando logra tocar el cielo no importa si cae sobre él la desgracia y alguien lo corta. Volverá a crecer para volver a acariciar la cumbre.

Ser como el bambú: la clave de la felicidad

La naturaleza es muchas veces nuestra mejor fuente de inspiración. felicidad .

Ser como el bambú significa imitar sus características. Los mismos que pueden ayudarnos a desarrollar dos dimensiones esenciales para afrontar con éxito cualquier dificultad: resistencia y flexibilidad. Veamos en detalle todas las virtudes excepcionales de esta maravillosa planta.

Tiempo y paciencia

Seamos realistas: somos una sociedad alérgica a paciencia .

Queremos solucionarlo todo rápidamente, olvidándonos en ocasiones de que el cuerpo necesita tiempo de recuperación para recuperar energía y vitalidad ante ritmos tan exigentes.

Ser como el bambú implica invertir en paciencia. raíces Absorbe nutrientes y se prepara. Así que una vez emerge del suelo hacia el exterior para ver la luz, nada detiene su crecimiento, es imparable y magnífico y en ocasiones supera el metro en un día.

Llegar a la cima es un derecho de todos

Se suele decir que nosotros marcamos nuestros límites. Y no siempre es posible dibujar ciertas dimensiones o alcanzar ciertas objetivos .

Ser como el bambú también significa recordarnos que tenemos derecho a crecer . Puede que haya enemigos a nuestro alrededor, acontecimientos que bloqueen el ascenso personal. Sin embargo, no debemos perder de vista la inmensidad del cielo y su abanico de posibilidades así como nuestro potencial para seguir creciendo día tras día.

Flexible y resiliente ante cualquier adversidad.

El bambú puede crecer en grupos o solo. Puede crecer en distintas regiones del planeta, alcanzar los 20 o 40 metros de altura, crear bosques muy densos o elevarse como una columna con un tronco que se acerca al metro de diámetro. Cualquiera que sea su crecimiento o su disposición un aspecto nunca cambia: su resistencia y su flexibilidad .

Es una planta que ha resistido terremotos muy fuertes. No importa si cortamos los brotes porque se regenerará, sanará y volverá a crecer con una fuerza superior e imparable.

Estos 7 años de crecimiento bajo tierra alargan las raíces y les garantizan firmeza. Ellos hacen posible el milagro de esta planta excepcional.

Ser como el bambú significa tener una actitud resiliente ante la vida . Implica aceptar que la adversidad a veces puede quebrarnos. Sin embargo, cuando nuestra actitud es fuerte regresaremos a nuestra posición original con mayor brío y belleza, así como con una admirable fortaleza mental.

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