Las 10 características de una persona inmadura

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Una persona inmadura es una persona a medio camino. Persona que, al estar constituida por la suma de las conductas que adopta, aparece mal definida y adquiere una connotación negativa.

Con estas premisas parece lógico que de una persona

Aunque con el término persona inmadura Se hace referencia a una realidad amplia que corre el riesgo de entrar en conflicto con la libertad de los demás. gracias a psicoterapia

Enrique Rojas profesor de psiquiatría en University of Extremadura (España) resumió en 10 puntos los principales ingredientes propios de las personas inmaduras, una realidad a la que se enfrentan muchas veces los profesionales de la salud mental.

Analice brevemente cada una de las 10 características haciendo referencia a

1. Disparidad entre edad cronológica y edad mental

En las primeras etapas del contacto. crecer personas inconscientes de sus responsabilidades y de la realidad en la que viven. Quienes rodean a estas personas se ven obligados a sufrir esta característica en un intento de que cada uno asuma su propio papel en función de la fase evolutiva en la que se encuentre.

2. Poco conocimiento de uno mismo

llegar a conocimiento de uno mismo es la tarea mas dificil Conocer tus aptitudes, actitudes y límites es fundamental para no desviarte. Este es otro de los síntomas que puede presentarse en una persona inmadura; En consecuencia, tal carencia conduce a oscurecer otros objetivos de vida que son fundamentales para ser fuerte y psicológicamente formado.

3.Inestabilidad emocional

Los cambios de humor . Pasar de la euforia a la melancolía de la felicidad al mal humor en unos instantes o ser inconstante, variable e irregular es síntoma de que algo no va bien a nivel de esencia.

La fragilidad mutable y los sentimientos inestables nos impiden saber qué esperar del otro. Y como en una montaña rusa, las oscilaciones son tan frecuentes que pueden resultar perjudiciales para quien está al lado de una persona inmadura. Incluso si sus intenciones no son lastimar, es inevitable seguir siendo víctima de semejante sacudida.

4. Poca o nula responsabilidad

Como ocurre con cualquier otro aspecto psicológico. la inmadurez se produce gradualmente. Ser consciente de la propia realidad implica reconocer el presente y hacerse responsable de las propias cualidades, posibilidades y necesidades sin desdeñarse ni creerse mejor de otros.

5. Percepción pobre o ausente de la realidad

La incapacidad de Debemos aprender a medir bien las distancias y las proximidades identificando en cada situación lo que debes y lo que quieres hacer.

6.Falta de un plan vital: la vida no se puede improvisar

La vida no se puede improvisar. Por este motivo es necesario tener en mente un plan que ayude a definir nuestro futuro. Lograr un equilibrio entre el trabajo y el amor. cultura es la única garantía para vivir en bienestar. Según destacó Rojas, el amor debe ocupar el primer lugar en la vida del hombre, siendo el elemento que da vida y fuerza a los demás. Con esta premisa, el conjunto de esos valores debe darnos una coherencia interna que pueda determinar nuestro desarrollo vital.

7. Falta de madurez emocional

El secreto para construir una personalidad madura es comprender cuál es tu vida amorosa y cómo está estructurada. El amor da sentido a la vida pero no hay amor sin sacrificios. Al mismo tiempo, nadie puede ser absoluto para el otro: la dependencia emocional no tiene nada que ver con el más puro sentimiento de amor.

Por tanto, conviene subrayar que el amor no puede existir sin esfuerzo y compromiso continuos. No se trata sólo de dulces sentimientos sino de los pequeños detalles que marcan la diferencia y dan sentido a la existencia del hombre en el mundo.

8. Falta de madurez intelectual

La inteligencia junto a la afectividad es otro de los puntos fuertes de la psicología. Aunque existen muchos tipos de inteligencia la falta de visión y planificación respecto del presente, la hipertrofia del momento actual y la impulsividad lejana crean un juego destinado a conducir a la ralentización de nuestra capacidad de crecimiento. Si no analizamos bien los hechos, es difícil entender hasta dónde queremos llegar con nuestra vida.

9. Mala educación de la voluntad.

La fuerza de voluntad es la guinda del pastel en las personas maduras. La fragilidad y la falta de templanza nos impiden fijarnos objetivos concretos, lo que conlleva una reducción drástica de nuestros márgenes de mejora. Que no es capaz de decir no arruinando su existencia. Es bueno aprender a no dejarse agobiar y a no ceder a los impulsos inmediatos.

La ligereza, la inconstancia y la frivolidad corren el riesgo de llevarnos a una frustración que podría disminuir nuestra capacidad de hacernos valer y luchar contra las dificultades de la vida. Refugiarse en un mundo de fantasía significa alejarse de la realidad y de la madurez necesaria para el propio bienestar.

10. Criterios morales y éticos inestables

La moralidad es el arte de vivir con dignidad . Abusar de la libertad puede ser malo para todos. La estructura de las personas inmaduras se sustenta sobre pilares muy delgados y por tanto es fácil que el modelo en el que se basa su vida fracase. Conviene, por tanto, alejarnos de la permisividad y de lo relativo y superfluo centrándonos en el pensamiento crítico y en la plenitud de conciencia.

Como diría Enrique Rojas la madurez es uno de los puentes levadizos que conducen a la fortaleza de la felicidad, siendo ésta fruto de un compromiso serio, duro y paciente. Por ello, la madurez no se puede alcanzar sin conciencia y sin un compromiso total con uno mismo. Esta es una incógnita que vale la pena encontrar en cada uno de nosotros.

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