
Aunque los problemas físicos no suelen ir asociados a los emocionales como en el caso del estrés, lo cierto es que la conexión entre ambos es fuerte (de hecho todos los problemas emocionales tienen un correlato fisiológico) . Hoy hablaremos de la dermatitis atópica también conocida como piel atópica la cual muchas personas sufren en silencio con vergüenza en algunos casos hasta el punto de no querer relacionarse con los demás. ¿Cómo es esto posible?
La dermatitis atópica es una enfermedad de la piel que provoca un picor muy intenso. . Las lesiones que ocurren en la piel a menudo se denominan eczema y son zonas que se descaman y provocan un picor intenso. Pueden aparecer en todo el cuerpo e incluso en la cara.
Es importante recordar que la dermatitis atópica no tiene cura. El paciente puede prevenirlo o aliviar los síntomas con tratamientos específicos pero el riesgo de su aparición siempre estará presente . De hecho, hay algunas estaciones como el otoño o el invierno que pueden agravar sus manifestaciones. Sin embargo, una hidratación y un tratamiento adecuados pueden mantenerlo bajo control.
La dermatitis atópica y su impacto en los niños
La dermatitis atópica puede afectar a los niños incluso a una edad temprana . Se muestran inquietos y agitados por las noches, no pueden dormir bien y es probable que los recién nacidos lloren mucho sin motivo aparente. Todos estos problemas pueden convertirse en la edad escolar. falta de concentración
No podemos pasar por alto las consecuencias emocionales que genera la dermatitis atópica en los niños más pequeños. Debido al insoportable picor y malestar, los niños pueden estar irritables, agitados y enfadados, generando situaciones muy tensas. . La razón de esto es el estrés que provoca esta afección de la piel.

Pero esto no termina aquí. La dermatitis puede generar fuerte inseguridad y dependencia . Para explicarlo mejor, te ofrecemos parte del testimonio de Delphine, una madre cuyo hijo Hugo empezó a sufrir dermatitis atópica cuando tenía 4 meses:
De niños no le dábamos ninguna importancia. Sin embargo, una vez que creció desarrolló un terrible complejo debido a su piel escamosa. Sus compañeros de escuela también comenzaron a burlarse de él y no podía dormir por la noche debido a la picazón. A veces se rascaba hasta sangrar.
Como podemos ver este problema de la piel puede provocar una fuerte sensación de inseguridad lo que dificulta las relaciones con los pares. Sin embargo, si no se ayuda al niño a superar la situación desde el principio y no se le proporcionan las herramientas necesarias para que su autoestima no se vea afectada en la edad adulta, podría verse teniendo que afrontar consecuencias crónicas.
Adultos con dermatitis atópica
Un adulto con dermatitis atópica sufre de manera diferente. El problema en la edad adulta desafía y pone a prueba la gestión emocional . La gente parece irritable y de mal genio. Al mismo tiempo pueden tener problemas de ansiedad e incluso sufrir depresión. A continuación se muestran algunos ejemplos de situaciones reales.
Para un adulto con dermatitis atópica hablar delante de otros puede ser un auténtico suplicio . El nerviosismo puede provocar episodios repentinos en el momento equivocado. La vergüenza que esto supone puede aumentar la ansiedad, empeorando el problema de la dermatitis. Se crea así un círculo del que es difícil escapar.

Existen otras situaciones en las que el adulto puede sentirse en dificultad como ir a la playa o incluso mantener relaciones íntimas. El principal problema en este caso lo representan las heridas que en ocasiones dejan los brotes de dermatitis. . Si la persona que lo padece se rasca el problema aumenta y los signos pueden tardar mucho en desaparecer.
La inseguridad de no saber cuándo aparecerá la dermatitis, si afectará al rostro… Todo ello desencadena un estrés que seguro que no ayuda. En efecto si la dermatitis puede causar estrés estrés . Esta situación puede provocar que quienes padecen dermatitis tengan una baja autoestima debido a la inseguridad, el miedo y la vergüenza. En algunos casos esto puede incluso conducir a la depresión.
La dermatitis atópica es una mala compañera, es de esas que vienen sin avisar, te hacen daño sin motivo y saben lo que quieres hacer y cuando quieres hacerlo para arruinarlo. No sabes cómo te despertarás mañana ni si podrás dormir por la noche. Puede suceder que te acuestes y de repente tu cara comience a arder y la piel se rompa, dejando al descubierto la carne viva.
-Jesús María Torres García (soffre dermatite da quando ha 4 anni)-

Como podemos comprobar en particular a través de los testimonios, la dermatitis atópica y el estrés son a menudo circunstancias unidas y forman un círculo en el que la persona sufre mucho. No sabe cuándo se presentará la dermatitis, en qué lamentable situación aparecerá y cuándo decidirá desaparecer.
En muchas ocasiones en frustración Estas personas también enfrentan la dificultad de encontrar un tratamiento adecuado. . Cada piel es diferente y no todas reaccionan bien a la misma solución. Sin embargo, a pesar de tener todo a mano para prevenir o controlar un brote de dermatitis, siempre surgirá la misma pregunta en la mente de quienes la padecen: ¿cuándo será la próxima vez?