
La ansiedad puede ser un oponente tenaz que no da tregua; muchas veces ocurre en el momento menos oportuno pero en algunos casos ya está presente desde primeras horas de la mañana. Esos pensamientos obsesivos y circulares, esa sensación de espera o activación fisiológica se convierten en la primera sombra a disipar. La ansiedad al despertar puede afectar el resto del día manifestándose como un miedo irracional a los obstáculos o desafíos que podamos encontrar en el camino.
Representa un límite real para quienes no pueden gestionarlo eficazmente. El siguiente consejo, aunque aparentemente simple, puede suponer un punto de inflexión a esos días que se espera que sean atormentadores.
¿Ansiedad al despertar? ¡Levántate de la cama!
Abre los ojos y siente la ansiedad. Una sensación de inquietud que se traduce en activación fisiológica. quiero llorar dudas sobre la propia eficacia, anticipación aprensiva y por tanto sin ganas de levantarse de la cama.
Podría ser una cita con un desconocido, una fiesta con amigos, tener que ir de compras o cualquier mandado. Cualesquiera que sean nuestros planes para el día, la ansiedad ciertamente nos desanima y nos invita a escapar.
Por lo tanto, en primer lugar, es importante eliminar los pensamientos catastróficos que nos predisponen al desastre incluso antes de comenzar. No es casualidad que pensamientos así se introduzcan en nuestro diálogo interno cuando estamos en la cama. .
Pensamientos circulares se intensifican en situaciones en las que no puedes hacer nada más que pensar (por ejemplo, quedarte en la cama). Cuando te despiertes, quédate Para quienes ya padecen ansiedad, permanecer diez minutos más bajo las sábanas significa abrir la puerta y extender una alfombra roja para esta emoción. . Si empiezas a notar los primeros signos de ansiedad creciente, toma decisión: levántate de la cama.
¿Cambio de planes? No, gracias
La estrategia de evitación sólo conduce a intensificar el malestar. No son necesariamente estímulos concretos (una cita con el dentista o la visión de una serpiente) los que lo activan. Por ejemplo, la ansiedad puede indicarnos que no salgamos cuando necesitamos hacer un recado; Los pensamientos catastróficos combinados con un estado de baja energía vital nos convencen de que no podremos superar los desafíos que conlleva este compromiso.
Siguiendo la dinámica ansiedad-evitación-ansiedad Podemos optar por cambiar de programa, pero esto reducirá el estado de ansiedad sólo temporalmente y ciertamente no a largo plazo. También favorecerá la aparición de ansiedad cuando nos encontremos en la misma situación. Esto se debe a que no hemos desmantelado los pensamientos catastróficos respecto a esta actividad al no estar expuestos a la situación. Finalmente, la idea de no haber completado uno o todos los objetivos del día empeorará aún más nuestro estado de ánimo.
Renunciar a realizar nuestras actividades debido a la ansiedad hace que la ya difícil situación sea aún más pesada y complicada. Y con el resultado de que las actividades o compromisos acabarán acumulándose.
Una buena actitud para calmar la ansiedad al despertar es exponernos a aquello que nos asusta a pesar de nuestro catastrofismo. Generalmente los obstáculos que imaginamos en realidad son más pequeños o somos más fuertes de lo que pensábamos.
Simuladores de café y ansiedad
Aunque muchos tenemos la costumbre de desayunar con café y galletas La cafeína es un estimulante que puede aumentar la frecuencia cardíaca. un estado de activación fisiológica que también puede confundirse con ansiedad.
Sin duda, el café es fantástico para empezar, pero puede jugar en nuestra contra si ya estamos activados. Fomentar la taquicardia puede tener un efecto cascada en nuestro organismo: dificultad para respirar, sudoración y en general esos síntomas relacionados con la ansiedad que tanto miedo dan. En caso de ansiedad al despertar, es mejor evitar esta bebida. relación entre el café y la ansiedad :
El efecto natural de la cafeína nos lleva a acumular una gran cantidad de sensaciones entre las que se encuentra el aumento de la temperatura corporal y del ritmo cardíaco, síntomas todos ellos simulando ansiedad. Desde el punto de vista psíquico, a nuestra mente le resulta difícil distinguir las sensaciones derivadas del café de las de ansiedad porque se perciben de la misma manera.

Vanidad contra la ansiedad al despertar
El último consejo para evitar que la ansiedad al despertar equivalga a desperdiciar el día es dedicarte a cuidarte. Los pequeños gestos de atención e higiene son actividades que tienen un efecto calmante sobre el estado de ánimo.
Cuando nos despertamos con ansiedad es importante recurrir a estrategias activas y conscientes. La ansiedad es una mezcla de pensamientos catastróficos irracionales y negativos. Nos dicen que no valemos nada, que no somos nada y que somos incapaces de lograr nuestras metas.
Quitarte el pijama y ponerte una prenda con la que te sientas cómoda, atractiva y poderosa es un escudo perfecto contra los pensamientos tóxicos. Son gestos sencillos pero con un impacto potencialmente importante en nuestros sentimientos de autoeficacia y en nuestra autoestima puesto a prueba. Por último, es importante recordar que no siempre se puede luchar solo.
Despertarse cada día con pensamientos ansiosos puede ser síntoma de un trastorno difícil de controlar sin ayuda. Si sientes que la ansiedad está influyendo negativamente en tu vida social, familiar, sentimental o laboral, merece la pena plantearte la ayuda psicológica.