
La violencia es una experiencia impactante para cualquier ser humano. Siempre deja huellas difíciles o en algunos casos imposibles de borrar. Más aún si es perpetuado por alguien a quien quieres o cuando se producen episodios de violencia entre la pareja.
Es necesario distinguir entre daño psicológico y consecuencia psicológica. El primero es el resultado de una acción violenta. El conjunto de sensaciones y emociones que se experimentan inmediatamente después de ser víctima de maltrato. Las consecuencias psicológicas, por otro lado, son las huellas que quedan en la mente cuando las lesiones psicológicas no se tratan adecuadamente.
En cualquier relación que puedas tener, alguien que no te ama no te merece y mucho menos alguien que te lastima. Y si alguien te lastima repetidamente sin malas intenciones tal vez te merezca pero no te conviene.
-Walter Riso-
El violencia en la pareja y en la familia son las dos formas de maltrato con mayor impacto en la vida de una persona. El vínculo afectivo es profundo y por este mismo motivo la situación abusiva suele prolongarse por un largo periodo de tiempo. Lo peor es que en muchos casos la violencia es sutil y no se ve obstaculizada por el contexto social o cultural. En ese caso ni siquiera se reconoce que existe un problema y por tanto continúa en el tiempo.
Violencia en parejas
Violencia en pareja se manifiesta de muchas formas. Una de las más violentas y dolorosas es la que incluye la violencia física. Sin embargo, también hay un conjunto de actitudes violentas que aparentemente son casi invisibles a los ojos de los demás.

La violencia en la pareja se expresa a través de actitudes como las que se indican a continuación:
- Burla y ridículo
- Informes de errores constantes
- Manejo hacer que la persona se sienta culpable.
- Negación del maltrato.
- Aislamiento de amigos y familiares.
En todas las actitudes el punto común es el deseo de control sobre la pareja. El agresor siempre intenta imponerse y anular al otro aunque lo haga de forma que no sea evidente. De hecho, no es necesario gritar ni decir palabras duras para llevar a cabo estas formas de maltrato.
Las consecuencias de la violencia
La violencia en la pareja provoca consecuencias psicológicas en diversos ámbitos de la vida. Las huellas permanecen en el cuerpo, la mente y la vida social. Aunque cada caso es diferente y cada persona reacciona de manera diferente, las consecuencias son más o menos las mismas.

Los principales son:
Es importante agregar que Para los hombres la situación suele resultar un poco más compleja. La sociedad sigue siendo muy machista y no es bienvenido que un hombre pueda ser maltratado por una mujer. Por esta razón, los hombres son víctimas de mal trato a menudo ocultan esta condición e incluso son reacios a admitirlo ante sí mismos. Como resultado, tienen más probabilidades de enfermarse y desarrollar adicciones como respuesta al dolor que intentan ocultar.
¿Qué se puede hacer?
Vivir una situación de violencia en la pareja genera una gran confusión, sobre todo al principio. Lo más común es que comiencen a surgir fuertes ambigüedades respecto a sentimientos, actitudes y pensamientos. Nos amamos y nos odiamos. Te sientes irritado y al mismo tiempo justificas el comportamiento de tu pareja.
Nunca es fácil afrontar una situación en la que la persona que amamos también es una fuente tan grave de dolor. hasta el punto de que probablemente la única solución sea dejarla.

Para salir de estas situaciones que siempre son muy perjudiciales, sin duda lo más difícil es dar el primer paso. Y el primer paso significa aceptar que estás en una relación abusiva. Una vez aceptado esto, el siguiente paso es comprender que la situación no desaparecerá por sí sola y que, por tanto, es necesario pedir ayuda. Lo ideal sería contactar con un psicoterapeuta ya que quizás se trate de elementos muy profundos.