Un faro que puede guiarnos en las dificultades

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¿Alguna vez te has sentido perdido y abatido? A veces las situaciones nos superan. Sólo deseamos encontrar un faro que pueda guiarnos. .

Si sintonizamos el modo un faro que nos ilumina el camino a seguir.

Vislumbrar un faro que puede guiarnos

¿Cómo podemos vislumbrar este faro que siempre nos guía? ejercicio

Debemos cerrar los ojos y relajarnos para liberar la tensión que inunda todo nuestro cuerpo y alcanzar un estado de paz. Entonces es necesario Imagínense a bordo de un barco que se encuentra a la deriva rodeado de olas furiosas que amenazan con hundirlo. .

No podemos comunicarnos con nadie. . Lo único que podemos hacer es agarrarnos fuerte al mástil del barco para no salir despedidos en ningún momento. Es muy agotador. Nos duelen las manos. Hace frío, estamos cansados ​​de aguantar esta situación y estamos pensando en rendirnos. Pero de repente aparece una luz tenue.

Cuando las situaciones nos abruman empezamos a ahogarnos en nuestras emociones y nuestro fin parece haber llegado. Sin embargo, si no nos rendimos y resistimos, eventualmente podremos vislumbrar un faro que podrá guiarnos.

En lugar de agachar la cabeza y permanecer inmersos en nuestros pensamientos derrotistas, sintamos curiosidad por esta luz. . Nos dirigimos hacia él. De esta manera al menos llegaremos a alguna parte. A medida que nos acercamos esta luz se vuelve más clara y distinguimos algo más. Es una luz sostenida por algo. ¡Qué gran sentimiento! hablaremos esperanzado .

La alegría de saber que hay esperanza.

Una vez que hayas completado este ejercicio es importante trabajar tus emociones. Cómo nos sentimos cuando estábamos en ese barco en ¿llega? Quizás nos haya invadido el miedo, la soledad, el abandono y la frustración. Quizás incluso pensábamos que nos estábamos muriendo. Pero entonces algo cambió.

Cuando vimos una luz nuestras emociones cambiaron dramáticamente. Cuando calma alivio de la alegría... Nos olvidamos de lo mal que estábamos y empezamos a sentirnos felices ante una mejora.

Esto sucede cuando, por ejemplo, perdemos un trabajo y no podemos encontrar uno nuevo durante un período prolongado. Sin embargo un día recibimos una llamada para una entrevista de trabajo. Siempre hay un faro que nos guía pero debemos saber verlo. Si la persona que recibe esta llamada se niega a ver el faro pensará que no será seleccionada. Porque ya tiene 40 años porque hace mucho que no trabaja o por cualquier otro motivo que la haga hundirse aún más en su negatividad.

Cuando sucede algo desagradable, ¿cómo no dejar que nuestra vida se desmorone y seguir adelante? El secreto es tener más de un faro se derrumba

Tener más faros en la vida.

Podemos concebir los faros de la vida como los diferentes elementos que la componen. Por ejemplo, tenemos un faro para la relación de pareja, otro para las relaciones familiares, otro para el trabajo y nuestro crecimiento personal… La idea es cultivar y cuidar tantos faros como sea posible. . Tomemos un ejemplo.

Cuando un faro se derrumba, debemos centrarnos en otro. Si hemos descuidado los demás faros nos encontraremos en un barco a la deriva. Esta situación puede continuar en el tiempo. Por este motivo no podemos centrarnos en un solo faro. Otros también merecen nuestra atención porque es posible que la necesitemos en el futuro.

Imaginemos que sufrimos dependencia emocional ¿Dónde está el faro de la amistad? ¿Y qué pasa con el crecimiento personal? ¿Qué pasó con el faro de los objetivos profesionales?

Al no cuidar el resto de faros corremos el riesgo de no poder avanzar.

Cuando nos demos cuenta de que nuestra vida no se basa en un solo faro sino que hay muchos otros, descubriremos que aunque uno falle habrá otros que seguirán iluminando nuestro camino.

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