
Hoy hablamos de una nueva forma de entender el amor; Hay tres protagonistas de una relación de amor: yo, tú y obviamente la relación.
Muchas personas inician una relación amorosa basándose en las mismas ideas que luego llevan a su fin. Por ejemplo, pueden pensar que la relación debe funcionar basándose exclusivamente en el amor pero en realidad esto no es condición suficiente para que una pareja prevalezca.
Abordando este tema desde la perspectiva de tres protagonistas, tres entidades separadas que juegan el juego del amor, podemos trabajar los aspectos que permiten que la relación de pareja funcione. Hay dos personas que se aman y una relación y cada uno de estos tres elementos es importante. Entonces en el amor uno más uno son tres: uno mismo y el otro es la relación de pareja.
Los protagonistas de la relación de pareja son tres entidades distintas involucradas en el juego del amor.

Los protagonistas de la relación amorosa.
A partir de esta interpretación de la vida de pareja podemos distinguir tres entidades que deben evaluarse por separado:
El tercer integrante de la relación amorosa: la pareja
Este miembro de la relación tiene sus propias complejidades y para cuidarlo es importante llegar a un buen nivel de comprensión sobre la división de responsabilidades y comunicación fluida. Es un compromiso que ambos miembros deben asumir. pero que muchos ignoran pensando que es una consecuencia natural del amor.
Esta creencia genera relaciones en las que con el tiempo tendremos que afrontar más problemas que soluciones. Esta tercera entidad o espacio necesita que se le dedique tiempo y cariño. Es en él donde se cultiva el amor, la comunicación, la capacidad de encontrar un punto de encuentro, la resolución de problemas y el deseo sexual. etc. En definitiva, todo aquello que aporta equilibrio y estabilidad a una relación amorosa.
Es importante dedicar tiempo a cuestiones como: el dinero o cómo pasamos nuestro tiempo libre, qué nos gusta hacer en pareja y qué actividades preferimos hacer solos; quién y cómo se ocupa de las relaciones con la familia de origen; qué límites ponemos a estas relaciones; amigos mutuos y amigos personales y qué equilibrio existe entre estos.

Bajo este nombre conocemos cuatro hábitos muy extendidos que pueden heredarse como estrategia de resolución de conflictos pero que en realidad no solucionan nada. En el mejor de los casos, sólo pierden tiempo y energía. Aquí están los cuatro jinetes del apocalipsis que acaban con la mayoría de las relaciones: la crítica, la actitud defensiva, el desprecio y la falta de comunicación.
Además de la atención que debemos dedicar a la relación, debemos considerar algunas conductas para poder intervenir antes de que dañen la relación amorosa.
3 protagonistas de la relación amorosa: un nuevo concepto en terapia de pareja
Este concepto de las tres entidades es nuevo en la terapia integrada y se utiliza cada vez con más éxito en la terapia de pareja. Sin embargo, no es necesario tener problemas de relación para utilizarlo. Lo ideal es adoptar esta perspectiva desde el principio.
Si las dos personas aceptan la presencia de esta tercera entidad y se dedican a cuidarla, será mucho más fácil entender en qué situación se encuentra la relación. De hecho, permite identificar debilidades y corregirlas. Del mismo modo se pueden identificar fortalezas: las cualidades que se deben explotar para que la pareja incremente el nivel de bienestar de los tres miembros.