
¿Existe una relación entre la personalidad y los trastornos alimentarios? La Asociación Estadounidense de Psiquiatría (APA) en su manual DSM-5 define los trastornos alimentarios como una alteración persistente de la alimentación o de conductas relacionadas con la alimentación que resultan en una alteración del consumo o la absorción de alimentos y que perjudican significativamente la salud física o el funcionamiento psicosocial.
Estos trastornos también conocidos como DCA han sufrido un fuerte descenso en los últimos treinta años. Afectan principalmente a la población joven y femenina aunque los casos entre hombres aumentan constantemente. En las próximas líneas analizaremos la correlación entre Trastornos de personalidad y alimentación. .

Clasificación de los trastornos alimentarios.
Los subtipos que constituyen estos trastornos han sufrido varios cambios en los últimos años. En la última edición del DSM, las DCA incluyen:
- Bulimia nerviosa.
- Trastorno por atracón.
- Trastorno evitativo/restrictivo de la ingesta de alimentos.
- Pica .
Podemos considerar los dos primeros subtipos como los más dañinos entre el DCA. por lo que en este artículo sólo nos centraremos en ellos.
Cabe mencionar que actualmente existen varios otros problemas relacionados con la ingesta de alimentos y que cada vez están aumentando entre los diferentes segmentos de la sociedad. Entre otros, destacamos el sobrepeso (relacionado con malos hábitos alimentarios y sedentarismo), vigoroxia, megarexia, permarexia y hebriorexia.
Características del DCA
Una mirada a la literatura científica sobre los trastornos alimentarios destaca su naturaleza multifactorial.
Actualmente la mayoría de los investigadores coinciden en que los trastornos alimentarios
son un problema inherente al desarrollo adolescente como consecuencia de la escasa capacidad para afrontar las necesidades del proceso de crecimiento, lo que se complica aún más por la necesidad de definir la identidad y el sentido de la propia capacidad.Macías Unikel Cruz and Caballero (2003)
Por otro lado No debemos olvidar la presión que los estándares de belleza ejercen sobre las personas. . Este hecho es muy importante ya que influye profundamente en las creencias desadaptativas sobre el cuerpo que están en la base de estos trastornos.
Rasgos de personalidad asociados con los trastornos alimentarios.
La relación entre estos dos factores indica que algunos rasgos pueden jugar un papel decisivo en el origen, los síntomas y, sobre todo, el curso del DCA . En términos generales, los estudios indican que existe un vínculo entre la personalidad neurótica y los trastornos alimentarios.
Sin embargo, existen rasgos específicamente relacionados con cada subtipo de DCA. Por ejemplo, respecto a la anorexia nerviosa Se observan conductas obsesivas y una alta necesidad de control. Destaca también cierta rigidez de pensamiento, especialmente en lo que respecta a creencias erróneas. Finalmente, se ha descubierto que los sujetos con anorexia nerviosa generalmente presentan rasgos dependientes e introvertidos.
Por otro lado bulimia nerviosa Está relacionado con una baja tolerancia a la frustración y un control deficiente de los impulsos. . Las personas que padecen este trastorno suelen tener una baja autoestima, mayor ansiedad y cierta sensibilidad interpersonal (Macías et. al. 2003) en comparación con los sujetos con anorexia nerviosa. Al mismo tiempo, debido a su alta impulsividad, son propensos a comportamientos impredecibles.

Trastornos de la personalidad y DCA
No es posible hablar de características de personalidad sin hacer referencia a trastornos de la misma naturaleza. Existe una alta correlación entre la trastornos de la personalidad y trastornos alimentarios . En realidad, los estudios indican una incidencia entre el 53% y el 93%.
Por tanto, se ha encontrado una relación entre la anorexia nerviosa y el trastorno de evitación, el trastorno de dependencia y el trastorno obsesivo-compulsivo. En cuanto a la bulimia nerviosa, la literatura existente la relaciona con trastornos afectivos, trastornos de ansiedad y trastornos por abuso de sustancias.
Dada la complejidad del tratamiento del DCA, la personalidad del paciente juega un papel decisivo . La necesidad de control, la impulsividad y la falta de flexibilidad mental representan un problema al trabajar con el paciente. Por este motivo es recomendable trabajar estos rasgos en terapia ya que influyen en el mantenimiento de: creencias y distorsiones cognitivas (que influyen en la rigidez mental) purgas y borrachera (impulsividad) y dietas restrictivas (necesidad de control).