
El Noche es nuestro momento de descansar un momento para relajarnos y dejar a un lado el bagaje de preocupaciones que hemos llenado durante el día. Al menos esto es lo que dice la teoría. En realidad, muchas veces no podemos evitar pensar en todo lo que nos pasó durante el día, lo que dejamos sin terminar en el trabajo o nuestros planes para el día siguiente. Se podría definir como una revisión real de todo lo que sabemos que aún nos queda por hacer.
Seguramente ya hemos escuchado decenas de consejos sobre cómo conseguir un sueño reparador que despeje nuestra mente de preocupaciones y cómo adquirir hábitos que favorezcan el descanso a la hora de acostarse. En momentos en que las cosas nos van bien la noche es uno de los momentos más agradables y relajantes del día nuestro momento. Sin embargo, en las fases más difíciles de la vida, poder crear este momento de relajación resulta complicado.
Las luces se apagan, la casa está en silencio. estamos solos con nuestros pensamientos . No parece malo, salvo que éste es precisamente el momento en el que nos asaltan nuestras preocupaciones. Nos encontramos con la guardia baja y no podemos hacer nada para calmar la voz interior que nos recuerda nuestros problemas. Cuando no podemos silenciar esta voz sabemos que nos espera una noche larga y difícil.

El silencio viene acompañado de preocupaciones.
Imaginemos la siguiente escena: estamos viendo una película muy interesante en la televisión pero como hemos tenido un día ajetreado en el trabajo estamos a punto de quedarnos dormidos. Esperamos el comercial y aprovechamos para irnos a la cama. Nos cepillamos los dientes y nos acostamos mañana será un nuevo día. Sin embargo cuando cerramos los ojos inmediatamente nos encontramos frente a todo lo que nos preocupa y que sabemos nos mantendrá despiertos.
Esta es una escena muy común. Cuando nuestra mente está ocupada por una película o un libro que nos apasiona logramos dirigir nuestra atención hacia lo que estamos haciendo pero luego cuando estamos solos con nuestra conciencia aparece todo lo que hemos escondido durante el día.
A veces no son las preocupaciones las que no nos dejan dormir sino las ideas. Estamos en la cama y nos empiezan a venir a la cabeza decenas de proyectos. Empezamos a pensar en cómo desarrollarlas, incluso nos vienen a la mente todas esas ideas para la famosa novela que siempre hemos soñado escribir. Adiós dormir . Pasamos horas divagando sobre ideas que nos parecen fantásticos pero que ya habremos olvidado a la mañana siguiente.
Los problemas se manifiestan en la cama.
Las preocupaciones que nos asaltan por la noche muchas veces no son dramáticas y sin embargo en el momento lo parecen. Nos parece que no tienen solución, los vivimos como algo sumamente negativo y no sabemos cómo. enfrentarlos . Pero con dormir tres horas es suficiente. despertarse por la mañana y darse cuenta de que, después de todo, no eran tan dramáticos como pensábamos . La importancia que les dábamos y la ansiedad nos jugaron una mala broma.

Podemos pasar horas pensando en esa conversación. Situación desagradable que tuvimos con uno de nuestros compañeros. Analiza cada silencio y cada palabra, los matices y el tono utilizado. Interpretamos libremente y sacamos conclusiones que muchas veces no son nada realistas. Al día siguiente todo volverá a la normalidad, pero por la noche nos encontraremos de nuevo con el mismo razonamiento.
Un problema que puede no parecer importante durante el día puede parecer enorme por la noche. Quizás ese sentimiento de impotencia e irremediabilidad deba combinarse con soledad que nos acompaña por las noches. Estamos solos frente a nuestros problemas. sin nadie que pueda tranquilizarnos o ayudarnos y esto sólo aumenta la preocupación.
Técnicas de desactivación cognitiva al ir a dormir
Existen numerosas técnicas que tienen como objetivo eliminar el insomnio. Obtendrás uno bueno
Estas son algunas de las técnicas cognitivas que tienen La desactivación cognitiva como objetivo. durante la noche:
-Intención paradójica . Esta técnica consiste en seguir tus pensamientos fuera de la cama y anotarlos en una hoja de papel para luego abordar el tema antes de volver a la cama.
-Observación del pensamiento . Date cuenta de lo que estás pensando y déjalo a un lado. Para este propósito
-Meditación . Intenta vaciar tu mente utilizando un mantra o una actividad cognitiva que requiera atención pero que no tenga relevancia emocional. Por ejemplo, enumere los meses al revés.
-Imaginación dirigida . El método propuesto por Harvey en 2001 consiste en utilizar la imaginación dirigida hacia un pensamiento o imagen concreta que no resulta excitante, evitando así activar pensamientos. Imagínense, por ejemplo, en una playa del Caribe.
-Interrupción de la permanencia en la cama. . Levántate de la cama después de haber pasado veinte minutos sin conciliar el sueño, mira algo de televisión o lee e interrumpe así el flujo de pensamientos.

Se ha demostrado que poder controlar los pensamientos simplemente queriendo dejar de pensar en ellos conduce a un aumento de su frecuencia. Simplemente obligarnos a pensar en otra cosa muchas veces no funciona . Aplicar alguna de estas técnicas puede resultar muy útil a la hora de vaciar la mente y relajarnos para ayudarnos a conciliar el sueño.