La mejor venganza es ser feliz.

Tiempo De Lectura ~6 Mínimo
La venganza es un deseo casi natural pero suele traer consigo repercusiones no deseadas.

La mejor venganza es la que no se toma. La mejor venganza es sonreír ante el odio, reprimir la ira y demostrar a los demás que podemos ser felices. Porque no hay mejor estrategia que actuar con la calma y la sabiduría de avanzar con la mirada firme y el corazón descansado con la conciencia de que hay cargas que no se deben llevar por mucho tiempo.

Confucio decía que antes de emprender el viaje de la venganza debemos cavar dos tumbas. La nuestra y la de nuestro oponente. La filosofía siempre nos ha ofrecido sistemas de referencia para reflexionar sobre la acción de venganza y las consecuencias morales vinculadas a esta práctica tan popular como atractiva.

Vengarse es humano, perdonar es divino.

-Walter Scott-

Usamos el último término, es decir atractivo por un hecho concreto. Estamos ante un comportamiento humano que siempre nos ha llamado la atención, no lo podemos negar.

Llegados a este punto, ¿cómo no mencionar el gran ejemplo literario de Edmond Dantès o el Conde de Montecristo? El inolvidable personaje de Alexandre Dumas nos enseña que la mejor venganza se sirve fría, sin prisas y calculada a la perfección. Agatha Christie por su parte nos hace partícipes de una trama compleja e igualmente violenta en su novela Diez pequeños indios. para mostrarnos que las malas o malas acciones deben ser vengadas de la manera correcta.

La venganza nos atrae y a veces incluso la justificamos. Pero ¿qué procesos psicológicos subyacen a este acto?

La venganza: un deseo humano

La mayoría de nosotros en algún momento de nuestras vidas se sintió ofendida, herida o resentida hasta el punto que cruzó por su mente la sombra de aquella figura amarga y fúnebre pero siempre tentadora: la venganza. Nuestras brújulas morales pierden su norte e imaginamos formas, métodos y situaciones en las que el dolor que nos atenaza vuelve a quien lo provocó.

Pero una cosa que conviene aclarar desde el principio y que nos recuerda el psicólogo Gordon E. Finley, gran experto en conducta criminal, es que la venganza poco tiene que ver con la moral. La venganza es un impulso y es la catarsis de enojo y el odio. Por poner otro ejemplo, como revela el trabajo realizado por el profesor Ernst Fehr de la Universidad de Zurich, más del 40% de las decisiones que se toman en el mundo empresarial tienen como único objetivo vengarse de un rival.

Lo mismo ocurre con los delitos que más de la mitad se cometen por rencor acumulado hacia alguien y por el deseo expresado de llevar a cabo venganza. Todo esto nos obliga a tomar conciencia de que la mejor venganza no existe porque está más allá de los resultados que podamos conseguir con ella. nos transformamos en agresores y de esta manera adquirimos la misma calidad moral que quienes nos causaron el daño.

la mejor venganza

Podríamos justificar que la mejor venganza es la que no se lleva a cabo porque así lo dictan el sentimiento común y las teorías religiosas. espiritual e incluso filosóficos en los que muy a menudo confiamos. Más bien, analicemos esta afirmación desde un punto de vista puramente psicológico.

Por ejemplo ¿Alguna vez nos hemos preguntado qué lleva a ciertas personas a recurrir constantemente a la venganza? ? Veámoslo a continuación.

Rasgos de las personas vengativas

  • Una persona que reacciona ante cualquier ofensa grande o pequeña de manera vengativa. Presenta una mala gestión emocional y una escasa capacidad para conocerse a uno mismo. (cuando alguien me ofende libero mi ira y mi odio).
  • Se trata de perfiles que creen poseer la verdad absoluta o universal. Son la ley y la justicia el claro ejemplo de lo que cada persona debe ser.
  • También presentan un pensamiento dicotómico: o estás conmigo o estás contra mí, las cosas se harán bien o mal.
  • Suelen tener un nivel de empatía muy bajo.
  • No perdonan ni olvidan, viven subordinados a su pasado y al resentimiento.

Como vemos desde un punto de vista psicológico y emocional. la venganza o el deseo de ella no ofrece ningún beneficio. Este impulso, esta necesidad o como queramos definirla, consume la integridad y anula no todo juicio favorable pero también limita por completo la oportunidad de avanzar como persona para construir una vida más óptima y feliz .

Puede ser que nos sintamos atraídos por esa especie de justiciero de los cómics o novelas al estilo de Edmon Dantès. Sin embargo, eso no esconde más que sufrimiento y soledad. Por tanto, la mejor venganza siempre será la que no se lleve a cabo o mejor dicho. vivir bien y que los demás nos vean felices es sin duda la mejor venganza de todas.

Entradas Populares