
Vivir con ansiedad anticipatoria significa no poder respirar porque la incertidumbre y la preocupación nos quitan el aire. Significa ser víctima de una mente persistente que se concentra en los resultados más fatales. Pocas experiencias son tan incapacitantes como quedarse estancado por esa angustia constante en la que nuestro cuerpo y pensamientos se ven amenazados por el miedo.
Si pudiéramos describir en términos simples qué es la ansiedad anticipatoria, simplemente podríamos decir que es ese mecanismo a través del cual la mente intenta predecir el futuro recreando una proyección negativa de un evento que aún no ha sucedido. ¿Pero por qué lo hacemos? ¿Por qué nos estamos convirtiendo en una sociedad cada vez más plagada de este tipo de ansiedad?
Para responder a esta pregunta debemos considerar dos aspectos muy simples que nos definen a la mayoría de nosotros. La primera es que si hay algo que el ser humano necesita casi instintivamente es tenerlo todo bajo control. El segundo es nuestro fuerte miedo a la incertidumbre; no lo toleramos no lo gestionamos bien nos aqueja y nos frustra más de lo que pensamos.
Así, realidades tan comunes como afrontar una entrevista de trabajo un examen, una visita médica o el simple hecho de preguntarnos si podremos pagar todos los gastos el próximo mes nos lleva muchas veces hacia ese camino mental donde solo aumentan las víctimas mortales. Nos anticipamos a lo peor y esta idea nos bloquea y apaga todos nuestros recursos útiles para afrontar cualquier reto u objetivo.
La preocupación no elimina el dolor de mañana pero sí elimina la fuerza de hoy.
-Corrie ten Boom-

Vivir con ansiedad anticipatoria: cuando el miedo hace que todo se derrumbe
La gente pasa una buena parte de su tiempo en una estado de preocupación. Esto en sí mismo no causa ningún problema siempre que las preocupaciones antes mencionadas se manejen de la manera correcta. ¿Cómo? Invirtiendo un nivel de ansiedad adecuado y equilibrado con el que volver a nuestro favor ese nivel de alerta, que además va asociado a un enfoque mental flexible y positivo con el que podemos afrontar las dificultades de la vida diaria.
Ahora bien, lograrlo no siempre es tan fácil. Y no es porque nuestro cerebro dependa más de los instintos que de la razón. Por ejemplo, algo similar significa que ante una situación de incertidumbre nuestra imaginación tiende a anticipar lo peor. Tal sentimiento de angustia estimula rápidamente la amígdala la región del cerebro asociada con el circuito del miedo responsable de desencadenar todo un río de respuestas fisiológicas mediante la secreción de hormonas como el cortisol.
La razón por la que sólo ciertas personas se desarrollan Un estudio realizado por la Universidad de Wisconsin-Madison y publicado en la revista Naturaleza Hay personas que neurológicamente toleran estas situaciones mucho peor que otras y en consecuencia reaccionan con mucha ansiedad.

Vivir con ansiedad anticipatoria: síntomas y características
Vivir con ansiedad no es vivir. Significa estar atrapado en una antecámara donde la mente se concentra en predecir el futuro mientras susurra sobre las terribles consecuencias que podrían ocurrir. No importa cuáles sean tus planes, no importa lo que planees hacer hoy, mañana o en los próximos cinco años: todo saldrá mal.
- Somos nosotros quienes tenemos el control de nuestros pensamientos. Así que no dejes que tu mente divague demasiado tiempo en los agujeros negros donde vive el miedo paralizante. Oxigena tu mente, flexibiliza tus pensamientos enfocándote en el mundo externo para relajarte y encontrar el equilibrio en el tiempo presente. Lo que importa es el ahora, el mañana aún no ha llegado.
¿Cómo vivir con ansiedad anticipatoria?
El gran poeta latino Horacio dijo que la adversidad tiene la capacidad de despertar talentos que habrían permanecido dormidos en tiempos de prosperidad. Nuestra realidad y este mundo en el que nos encontramos muchas veces están marcados por cambios repentinos, presiones de cosas que escapan a nuestro control y pequeñas y grandes dificultades a las que nos vemos obligados a afrontar.
Nadie nos enseñó cómo hacer todo esto y ni siquiera nuestro cerebro parece estar preparado para afrontar tanta incertidumbre. Por tanto, tener miedo es normal. Pero dejar que nos domine por completo no lo es. La clave para vivir con ansiedad anticipatoria y ganar bienestar es reflexionar sobre los siguientes aspectos:
Otros consejos
Practica la espontaneidad y rompe moldes. Alimentamos el miedo y los pensamientos negativos cuando nos quedamos quietos cuando la rutina nos oxida y el cerebro pierde la motivación para pasar a pensamientos obsesivos o cavilaciones.
Muévete no pienses intenta percibir pon tu cuerpo en movimiento con un deporte relaja tu mente con la atención plena y estimular el corazón conectándose con nuevos planes y nuevas caras.

En conclusión, todos podemos sufrir ansiedad anticipatoria en algún momento. Muchos de los contextos a los que nos enfrentamos habitualmente pueden dar lugar a ese demonio del miedo que acaba atrapándonos. Ser víctima de estos estados no nos hace más débiles; En realidad, nos da la capacidad de transformarnos en personas más fuertes. en mentes que aprenden a aprovechar nuevos recursos y mejores habilidades para sobrevivir exitosa y felizmente.
 
             
             
             
             
             
             
             
             
						   
						   
						   
						   
						   
						   
						  