
A veces para poder Corazón . Es entonces cuando podremos comprender lo que realmente importa, lo que importa, lo que no es falso. Porque sólo cuando abrimos nuestra mirada interior y nuestra alma está en paz podremos ampliar nuestros horizontes y contemplar nuevas posibilidades.
Según explican los neurólogos, cada día formulamos alrededor de 50.000 pensamientos. Pese a ello, muchos de ellos resultan mecánicos y repetitivos. Otro aspecto a tener en cuenta es que tras la sobrecarga de información, las nuevas tecnologías y las necesidades del entorno que nos rodea sufrimos cada vez más cansancio mental. somos asi .
Aquí está mi secreto. Es muy sencillo: sólo veo bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.
– El principito (Antoine de Saint-Exupéry) –
A veces nos dejamos llevar por el tren de pensamientos obsesivos y agotadores hasta el punto de olvidarnos de los nuestros. prioridad . Ya no sabemos escucharnos a nosotros mismos. Nos hemos esforzado tanto en centrar la mirada en el exterior que ahora es como si fuéramos miopes emocionalmente en busca de las gafas de la felicidad .
Hoy te proponemos que reflexiones sobre este tema.

Cuando los ojos están demasiado cansados para ver y surge el ruido mental.
Lo creas o no, nuestra mente siempre tiende al conflicto interno. . Esto se debe a que una de las necesidades vitales del cerebro es adaptarse continuamente a los diferentes contextos y a cada estímulo que recibimos. Las presiones del trabajo, los problemas familiares, nuestras aspiraciones, nuestras relaciones sociales... Siempre hay dudas que resolver ansiedades vacíos que llenar y fuegos que extinguir.
El ruido mental puede volverse incesante e implacable . Entonces es cuando el estrés deja sus huellas en nuestro cerebro y nuestros ojos simplemente se pierden y ya no saben adónde ir. Se olvidan de descansar en el libro interno de nuestras necesidades en las líneas de nuestra conciencia e introspección para ver lo que realmente importa.
Es curioso saber que el amígdala esa área del cerebro que se ocupa del miedo y las emociones se reduce si vivimos

Esto explica por qué cuando atravesamos momentos difíciles dominados por la preocupación, el estrés y el molesto ruido mental nos resulta tan complicado ponernos en contacto con nosotros mismos. Hemos cortado esa cinta invisible que nos une a nuestra conciencia debido a un pequeño cambio en nuestra estructura cerebral.
Sin embargo, no debemos subestimar el poder de la neuroplasticidad y nuestra increíble capacidad para reestructurar la arquitectura interna de nuestra conciencia. Gracias a ejercicios como la meditación el consciencia u otras estrategias de las que hablaremos, es posible redirigir nuestra mirada hacia nuestro yo interior.
Una mente agradecida es una mente descansada
Una mente agradecida es una mente descansada que nos permitirá ver lo verdaderamente importante. Quizás esta frase te parezca un poco poética o fuera de contexto porque… ¿Cómo podemos estar agradecidos si en este momento nos sentimos tan insatisfechos, desolados o tristes? El primer paso es obviamente deshacerse de todos los conflictos interior.
Una vez silenciadas todas las batallas emocionales, entonces surgirá esa energía serena que nos permitirá liberarnos de toda influencia externa. Veamos cómo podemos lograrlo.
Todo el mundo quiere felicidad sin dolor, calma cuando se está en medio de una tormenta o bienestar cuando lo único que se siente es rencor. Pese a ello, es importante entender un concepto fundamental: el arcoíris nunca aparecerá sin un poco de lluvia.

Cierra los ojos para poder ver.
El primer paso es aprender a controlar tus pensamientos. Ciertamente no podemos olvidar que un pensamiento es conductor directo de una emoción que a su vez es escultor que nos hace percibir la realidad de una forma u otra. Por este motivo es importante recordar los siguientes puntos:
- Cierra los ojos y comienza a comprender que a partir de ahora en tus pensamientos ya no habrá tiempos condicionales ni oraciones hipotéticas: si hubiera estado allí, si lo hubiera hecho o cuando me diga que me ama entonces seré feliz cuando tenga esto o aquello entonces me sentiré mejor etc.
- Manteniendo siempre los ojos cerrados, prométete que empezarás a comunicarte contigo mismo utilizando verbos en tiempo presente: quiero, puedo, hago...
- Para cerrar los ojos y poder ver lo que realmente es importante en tu vida no tienes que dejar la mente en blanco. Además de imposible, ni siquiera sirve. Necesitas fertilizar tu mente con pensamientos positivos, inspiradores y beneficiosos.
- Evaluar y reflexionar positivamente. Ciertamente pensando de esta manera no cerrarás los ojos a la realidad ni a la verdad. Se trata simplemente de devolverle vida a tu mente y alma para aumentar tu confianza en ti mismo interrumpiendo el ruido de pensamientos negativos o limitante.
¿Qué tal si lo intentamos? Ten la valentía de cerrar los ojos para poder ver, de encender la luz de tu corazón y responder a esas necesidades que a veces ignoramos como si fueran juguetes viejos.