
Todos nos enamoramos y cada uno tiene diferentes formas de amar porque nos expresamos de manera diferente con nuestro ser amado. Existen, por tanto, diferentes formas de amor: amor a la pareja, a un hermano, a un hijo, a unos padres, a un familiar, a unos amigos, por lo que haces... Y cada uno de estos amores puede ser un amor ciego.
A veces podemos sentir amor sin límites en el que hacemos de la otra persona un ser impecable que admiramos profundamente. Nos maravillamos de todo lo que hace y se convierte en una presencia fundamental en nuestras vidas. Y llegados a este punto podemos tener la impresión de que sin esta persona no seríamos nada.
A veces podemos amar tanto a una persona que no podemos ver cómo es realmente. Amar Un amor ciego en el que podemos idealizar a la persona que amamos y darlo todo por ella, olvidándonos de nosotros mismos. A continuación te hablaremos de este tipo de amor, centrándonos en el amor ciego en las relaciones de pareja.
El amor se representa ciego y con alas. Ciego para no ver obstáculos y con alas para esquivarlos.
-Jacinto Benavente-
Amor ciego: cuando idealizamos a la persona que amamos
A veces no nos damos cuenta de cómo es realmente la persona con la que estamos. Esta ceguera puede ser producto de idealización : lo consideramos . Exageramos sus cualidades y dejamos de apreciar las nuestras para poder decir que es perfecto. Nos sentimos bien porque tenemos delante a alguien increíble y muchas veces inalcanzable.

Sigmund Freud afirmó que la idealización consiste en sobreestimar a alguien ya sea consciente o inconscientemente.
A través de esto mecanismo de defensa satisfacemos parte de nuestras necesidades dejamos de sentirnos solos o desmotivados porque vemos a la otra persona como un complemento. Y ese amor llena todo lo que necesitábamos. La pareja puede amarnos o no La idealización no está relacionada con estar físicamente cerca de alguien sino con la forma en que sobreestimamos a la persona en cuestión.
Amor ciego ama a toda costa
La idealización de pareja junto con una devaluación de uno mismo lleva a muchas personas a dar demasiado en sus relaciones . Este dar excesivo puede acabar abrumando al otro o, cuando hay un lobo con piel de cordero, facilitando su malvado plan.
Cuando nos damos todo a los demás colocándonos al final de la jerarquía estamos completamente indefensos. . Si tenemos suerte no nos pasará nada; pero si conocemos a alguien con intenciones poco nobles, las consecuencias pueden ser muy negativas. No prestamos atención a nosotros mismos ni a nuestros deseos porque vivimos para los demás. Aunque la persona tenga intereses diferentes a los nuestros, dejamos de lado lo que queremos y hacemos todo lo que la pareja nos pide.
Cuando amamos a nuestra pareja más que a nosotros mismos
El amor ciego se podría resumir en la frase Mi pareja es más importante que yo .
- Olvidando quiénes somos.
- Permitir que el otro nos pisotee.
- Menor autoestima .
- No saber qué hacer si la otra persona no está.
- Viviendo la vida de tu pareja.
Todo esto puede suceder cuando anteponemos a la otra persona a nosotros mismos, muchas veces sin que sea una decisión consciente o incluso un interés. En muchos casos es imposible decir no a peticiones que no pueden satisfacerse porque son excesivos o frecuentes o porque no cuentas con los recursos necesarios.

Estar enamorado del amor
Puedes experimentar el amor ciego incluso cuando estás enamorado del amor. ¿Qué significa? Cuando creemos que el amor es lo más bonito que puede existir. Y queremos tener amor independientemente de las respuestas a las preguntas más importantes. ¿Como? ¿Con qué? ¿Bajo qué circunstancias?
Cuando nos enamoramos del amor no nos importa especialmente qué persona tenemos a nuestro lado. No importa, no hace ninguna diferencia porque generaremos una imagen superpuesta que se ajuste a lo que realmente queremos. En otras palabras buscamos una relación a toda costa porque creemos que es la manera de encontrar el amor y conseguir lo que queremos.
Estamos tan ocupados cumpliendo nuestras expectativas de lo que soñamos amar que no nos esforzamos en conocer realmente a la otra persona.
En este caso no idealizamos a la persona, idealizamos el amor. Nos entusiasma la idea de hacer las cosas que ellos hacen. enamorado hasta el punto de minar nuestra autoestima. Indirectamente, la búsqueda del amor en este caso es una respuesta lógica para preservar o mejorar la imagen que tenemos de nosotros mismos.
Si dejamos de ver a la otra persona podríamos perder la oportunidad de tener una relación auténtica. Como resultado, nos centramos tanto en nuestra idea del amor que realmente no vemos al otro y no vivimos el momento presente. De este modo exaltamos el enamoramiento nos olvidamos de nuestra pareja y de nosotros mismos.
Amar sin quedar ciego
No todo amor es ciego.

El amor no nos ciega por sí solo, somos nosotros los que podemos volvernos ciegos con el amor.
El amor no hace daño a nadie; Si sientes que el amor te ha herido, debes saber que algo más dentro de ti ha resultado herido y no tu capacidad de amar.
-Osho-