Ser exigente consigo mismo y sentirse mal

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Todos tenemos una especie de voz interior también conocida como conciencia (o diálogo interno). Preguntas sobre divisas y reflexiones sobre todo lo que hacemos. Su propósito es ayudarnos a mejorar y crecer. Ser exigente consigo mismo hasta el punto de encontrarse agotado y con la autoestima bajo los pies. ?

Si la respuesta es sí, en este artículo encontrarás valiosos consejos prácticos para mantener a raya tu vocecita ser exigente más de lo necesario . En términos generales, se trata de aprender a conocerse mejor a uno mismo para aprender a motivarse sin provocar el agotamiento emocional que suelen sentir quienes aspiran a la perfección. Pero veamos en detalle cuáles son los secretos para vivir mejor:

Cómo ser menos exigente y vivir mejor

Aprende a tolerar la frustración

El primer paso para ser lo suficientemente exigente es trabajar en su nivel de tolerancia a la frustración. Esto implica aceptar que los cambios son normales y ocurren todos los días. Si algo sale mal como En otras palabras, para ser más tolerante con la frustración es necesario luchar contra el razonamiento emocional (pensar basándose en el estado emocional sin hacer un análisis objetivo de la realidad).

Si quieres aprender a tolerar mejor la frustración, también será necesario cambiar el lenguaje y las palabras utilizadas para expresar tus sentimientos. Se trata de dar forma a tus pensamientos utilizando un lenguaje más flexible, por ejemplo despidiéndote de las palabras más derrotistas, dramáticas y catastróficas y reemplazándolas por palabras que puedan ayudarte a relativizar. Es una excelente manera de aprovechar el poder del lenguaje a su favor.

Se más empático

Una de las mejores formas de no exigirte demasiado es aplicar los mismos parámetros a los demás. Para ello tendrás que pararte a pensar en lo exigente que eres con los demás si los animas a superarse o por el contrario los castigas si fracasan. Es importante encontrar un equilibrio en lo que les pides a los demás porque tienes que poder expulsarlos de lo suyo. zona de confort pero sin dejarles entrar en la zona del pánico.

Es igualmente importante dejar de etiquetar a los demás en función de si cumplen o no con sus expectativas. Es un buen ejercicio para dejar de etiquetarte también.

No nos quejemos de nuestros amigos cuando les pedimos más de lo que pueden darnos.
– James Ramón y Cajal

L' empatía es una habilidad fundamental si no quieres arriesgarte a ser exigente contigo mismo y con los demás. Intenta pensar en cómo se sienten otras personas cuando no logran sus objetivos y piensa en cómo te sientes tú cuando las cosas no salen como querías. ¿No te sientes ya suficientemente culpable? Así que no seas duro con los demás, piénsalo dos veces antes de crear un problema de la nada.

Encontrar un equilibrio entre intereses, necesidades y bienestar

Ten siempre presente el motivo y el propósito por el que eres tan exigente contigo mismo. Sobre todo pregúntate: ¿Qué gano con exigirme tanto? Si te das cuenta de que lo único que obtienes es malestar, discusiones con tu familia, tu pareja o tus compañeros, significa que quizás ha llegado el momento de ser más flexible y revisar tus objetivos.

Ser exigente contigo mismo no te hará ningún bien a largo plazo. Cada día debes intentar labrarte unos momentos de bienestar y relajarse para ustedes mismos. No sólo hay trabajo, deber y perfección.

Asegúrese de incluir algo de tiempo para desconectarse de sus prioridades. Independientemente de si tienes o no lo que te propusiste, necesitas tomarte unos momentos para mimarte.

Una buena forma de intentar ser menos exigente consigo mismo es realizar breves descansos. Es decir que independientemente de lo que estés haciendo, cada hora tienes que levantarte, tomar un vaso de agua, dejar de pensar por un momento en lo que estabas haciendo y en cambio pensar en ti y en tus seres queridos. necesidad . Exigirse tanto a uno mismo debe ser el medio, no el fin.

Una máquina puede hacer el trabajo de 50 hombres mediocres. Pero no existe ninguna máquina en el mundo capaz de hacer el trabajo de un solo hombre extraordinario.
-Elbert Hubbard-

recuerda siempre eso ser exigente consigo mismo debe ayudarle a superar su zona de confort; si por el contrario terminas refugiándote en él miedo al fracaso Definitivamente estás haciendo algo mal. Sólo tú puedes decir que dejes de aceptarte tal como eres y seas más flexible.

Si intentas ser menos exigente pero no puedes, no dudes en pedir ayuda. ¡Hay cientos de psicólogos especializados que tienen todas las habilidades necesarias para ayudarte a convertirte en la mejor versión de ti mismo!

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