Ser valiente significa recoger tus pedazos y hacerte más fuerte.

Tiempo De Lectura ~6 Mínimo

Con demasiada frecuencia ocultamos nuestro sufrimiento para ocultarlo a los ojos de los demás.

Si bien vivir es una experiencia que nos rompe por dentro, si bien es sin duda uno de los desafíos más arduos que debemos afrontar, también presupone la oportunidad de tomar conciencia, reformular la forma en que interpretamos el mundo y, después de un cierto período de tiempo, reconstruirnos. La cuestión es: ¿cómo hacerlo?

Si no podemos

-Viktor Frankl-

El peso del sufrimiento

Nadie se salva del sufrimiento. este extraño inquilino que de vez en cuando irrumpe en nuestras vidas sin previo aviso ni invitación. Y aunque la mayoría de las veces intentamos escapar de él o encerrarlo en los sótanos más oscuros para ocultar su presencia, esto no impide que siga teniendo efecto en nosotros... y ese lado oscuro que intentamos enterrar influye en nosotros. Una influencia que ahora vemos menos porque la oscuridad nos impide identificarla o anticipar sus movimientos.

Cuanto más tiempo viva el sufrimiento en la oscuridad, más poder tendrá sobre nosotros.

Algunos enmascararán sus sentimientos negativos con sonrisas falsas, otros siempre se mantendrán ocupados para no tener un minuto libre para pensar, otros se mentirán a sí mismos para olvidar su malestar. Y entre estas personas también estamos nosotros que actuamos así de vez en cuando o siempre.

El problema es que No importa cuántos obstáculos intentemos poner, el sufrimiento surgirá tarde o temprano. destruyéndonos. Ya sea dolor físico o emocional.

Lo quieras o no sufrimiento es parte de nuestra vida. El peligro llega cuando se vuelve demasiado pesado y adopta tantas formas que se prolonga en el tiempo. y convertirse en un estilo de vida manchando todo lo que nos rodea con un color gris oscuro casi negro.

L La mayor parte del sufrimiento que experimentamos se desarrolló a partir de una experiencia dolorosa. por ejemplo la pérdida de algo o alguien que amamos. Cuando no aceptamos esta pérdida, cuando nos oponemos a ella e insistimos en que las cosas sean de otra manera sin saberlo, dejamos lugar al sufrimiento; un sufrimiento que es a la vez dolor y refugio cuando afuera empieza a llover y el agua nos llena de tristeza.

La muerte de un ser querido, el fin de una relación, la decepción provocada por un amigo o un despido son ejemplos de pérdidas que nos duelen y que a la larga nos clavan como un puñal que atraviesa el corazón. Heridas que si no se tratan nunca dejarán de sangrar hasta convertirnos en pedazos rotos y difíciles de volver a unir.

El amanecer de la resiliencia

Si bien es cierto que algunas personas desarrollan trastornos o dificultades respecto a la causa subyacente del padecimiento, en la mayoría de los casos esto no es así. Algunos son incluso capaz de volverse más fuerte después de estas experiencias traumáticas. Experiencias que causan dolor pero que también nos ayudan a crecer y que traen beneficios de alguna manera.

Un estudio realizado por Wortman y Silver afirma que Hay personas que resisten los embates de la vida con una fuerza inesperada. . La razón

Esto nos lleva a pensar que somos más fuertes de lo que pensamos que incluso cuando nuestras fuerzas nos abandonan, hay un pequeño rayo de luz que nos ilumina y nos empuja a recoger nuestros pedazos rotos y recomponernos. Es el amanecer de la resiliencia, el momento exacto en el que la tristeza y el peso del sufrimiento dan paso al poder curativo de nuestra fuerza para resistir y ayudarnos a recomponernos.

A pesar de

-Helen Keller-

No se trata de ignorar lo que sentimos sino de aceptarlo como una lección de vida y observarlo con los ojos abiertos.

La resiliencia es una de las mejores habilidades que poseemos y que todos deberíamos aprender incluso en la escuela. Aprende a curar nuestras heridas, trátalas con cariño y extrae de ellas una gran lección. ¿Pero cómo hacerlo?

Recogiendo nuestros pedazos rotos para recomponernos

Como hemos visto Volver a florecer después de una tormenta de dolor es posible, pero no fácil. Se trata de un proceso complejo y dinámico que, como indica el psiquiatra

  • Autoconfianza y capacidad para afrontar la adversidad.
  • Aceptar nuestras emociones y sentimientos.
  • Tener un propósito de vida significativo.
  • Cree que puedes aprender no sólo de las experiencias positivas sino también de las negativas.
  • Disfruta del apoyo social.

Como nos recuerdan Calhoun y Tedeschi, dos de los autores que más se han dedicado al crecimiento postraumático, el sufrimiento y el dolor que genera en nosotros

Enfrentar experiencias dolorosas nos asusta pero huir de ellas es una forma segura de prolongarlas y hacerlas cambiar de forma peligrosa. El verdadero coraje continúa a pesar del miedo. incluso cuando el cuerpo tiembla y se rompe por dentro.

Necesitamos tiempo para asimilar lo que nos pasa y para estar cara a cara con nuestro sufrimiento. En esta soledad llega la pausa que nos permite comprender el sufrimiento de avanzar a pasos grandes o pequeños. Por qué

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