Entre lobos: la historia del niño que sobrevivió en la naturaleza

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Tengo la sensación de que he aprendido mucho de los lobos y muy poco de los hombres. Esta es la frase que define a la perfección gran parte de la vida de Marcos Rodríguez Pantoja, el niño de Cazorla España que vivió rodeado de naturaleza tras la guerra con los lobos como única compañía.

Fueron 12 años en los que Marcos tuvo que luchar para sobrevivir y lo logró: aprendió a obtener su alimento hacer su propia ropa y vivir con la manada.

Como su padre no tenía medios para sustentarlo tuvo que venderlo a un pastor que murió en medio del bosque dejándolo completamente solo a la tierna edad de 7 años. Nadie podía imaginar que 12 años después este niño seguía vivo y que se había convertido en el hombre fuerte que fue encontrado.

Hoy Marcos siente que no puede adaptarse a la sociedad y cree que el mundo de los hombres es demasiado superficial: A la gente solo le importa la ropa que usas. si los combinaste bien o no.

No puede entender por qué los humanos se quejan tanto cuando en realidad tienen todo lo necesario para seguir adelante. sobrevivir y ser feliz .Èfue el primero en decir que esta etapa salvaje fue una de las más felices de su vida porque aprendió a cazar y porque nunca le faltó el alimento.

Lobos como una familia

Cuando Marcos se quedó solo en el bosque nunca imaginó que pronto tendría compañía y que pronto una familia vendría a recibirlo y abrazarlo. Fue una manada de lobos la que decidió adoptarlo.
El niño empezó a dar a los lobos la carne que había cazado. Ahora ya no cazaba cachorros de lobo, por lo que los lobos mayores comenzaron a confiar en él y a tratarlo como a uno de los suyos.

Al contrario de lo que podemos imaginar, el pequeño Marcos no quería volver a la sociedad. De niño recibió palizas de su madrastra y abandono de su padre. Había experimentado de primera mano la odio crueldad, hambre y pobreza; por lo tanto rechazó todo lo que estuviera vinculado a ese mundo.

En el nuevo contexto, sin embargo, se sintió amado por los animales: por los zorros, por los ratones y sobre todo por los lobos que lo cuidaron como nadie lo había hecho antes.

El antropólogo que escribió la tesis sobre este caso Gabriel Janer dice que Marcos no inventó nada pero que intentó imaginar un amor que pudiera satisfacer su necesidad de cariño, ese cariño que nunca recibió de niño y que le regalaron los lobos. Gracias a ellos Marcos se sintió amado y mimado y esto le permitió encontrar la felicidad en la naturaleza. Marcos no sabe si considerar el día que fue encontrado por la policía en términos positivos o negativos porque a partir de ese momento comenzó para él la dura vida del hombre. En su opinión mucho más duro que el de la mitad del naturaleza .

La vida en sociedad

Volver a vivir en sociedad significaba hacer cosas poco apetecibles: trabajar para ganar dinero con el que comprar comida, sufrir personalmente la envidia, el resentimiento y el escarnio de otros hombres. Según Marcos, esto no pasa cuando se convive con lobos.

Desde que puso un pie en el mundo humano siempre ha sido víctima de engaños y siempre se ha topado con personas que han intentado aprovecharse de su ingenuidad . No sabía qué era el dinero y no me importaba. No entendí por qué necesitaban una manzana.

La sociedad tal como la conocemos inculca en el hombre algunas necesidades que en realidad no necesita. Son necesidades falsas.

La gente sufre a causa de estas pseudo-necesidades pero no saben que ya tienen todo lo que necesitan para vivir bien. La publicidad engañosa con la que nos bombardean tiene un fuerte impacto pero somos nosotros quienes potenciamos su efecto cuando apoyamos las ideas defendidas por otros que sólo sirven a sus intereses.

Marcos aún no ha entendido por qué nos quejamos tanto en un mundo de abundancia: no hace falta buscar ropa, está lista para usar, la tenemos disponible agua beber agua y vivir con un techo es normal y sencillo... ¿y qué?

Vivimos en una sociedad que quiere controlarnos, manipularnos para que cedamos y actuemos de una determinada manera: consumir, despertarnos a una hora determinada, vestirnos de una forma determinada, encontrar un tipo de trabajo determinado. Esta desnaturalización nos llena de fuertes sentimientos de ansiedad.

Marcos nos cuenta que antes estas cosas no le pasaban antes de vivir el presente. Lo único que sabía era que saldría el sol y que después de eso vendría la noche y nada más.

Está claro que ninguno de nosotros vivirá la vida de Marcos pero si empezáramos a deshacernos de necesidades sin sentido nos estaríamos haciendo un gran favor. Caminar con el equipaje más ligero y observar la abundancia que nos rodea nos dará alas y claridad para ahuyentar todo este sufrimiento inútil.

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