Yin y Yang: el dualismo del equilibrio

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La teoría del Yin y el Yang nos enseña que todo lo que nos rodea está formado por dos fuerzas opuestas que se unen en armonía para promover el movimiento y a su vez el cambio. Mientras que Yin simboliza la oscuridad, el agua, la parte intuitiva y la capacidad de nutrir la vida, el Yang constituye impulso, luz, expansión y fuego.

Esta teoría está fuertemente arraigada en taoísmo constituye un innegable y maravilloso motivo de reflexión.

La teoría del Yin y el Yang no se limita a la filosofía china sino que puede aplicarse a todos los conceptos existentes.

Nuestra visión personal actual se limita a ver todo lo que nos rodea en términos absolutos y dicotómicos. La gente es buena o mala. Racional o emocional. Están conmigo o contra mí. Inteligente o ignorante. La felicidad es lo opuesto a tristeza . Si no aprueban mi verdad están defendiendo una mentira. Además, y no menos importante, hemos construido un tejido social en el que enfatizamos el Yang en casi todos los escenarios.

Damos más valor al aspecto racional que al emocional, enfatizamos la fuerza, el dinamismo y esa sensación de dominación propia de las sociedades patriarcales. Se nos ha olvidado nutrir o cuidar esa visión holística, esa percepción capaz de ver la realidad como un continuo y no como un juego de fuerzas.

Reflexionemos sobre todo esto.

La teoría del Yin y el Yang: lo que elegimos ocultar

Todos conocemos el símbolo clásico del Yin y el Yang. Incluso si esta representación encuentra su origen más remoto en filosofía china está presente en numerosas culturas. En la tradición india, egipcia y judía, por ejemplo, aparece la manifestación de lo dual, ese corolario en el que el día y la noche, lo masculino y lo femenino, la tierra y el cielo configuran un sentido de armonía en el que lo opuesto se completa y fluye para dar dinamismo y sentido a la vida.

el concepto de En nuestro ser confluyen capacidades, cualidades y características que constituyen un todo variado, inmensamente rico y a veces contradictorio. Sin embargo, nos percibimos a nosotros mismos con una serie de rasgos precisos, definitorios y absolutos. Por ejemplo, podemos considerarnos nobles juiciosos y buenos. Pero olvidamos que la violencia también puede aparecer en el momento menos esperado.

Podemos considerarnos personas muy activas pero de vez en cuando hasta la pereza viene a abrazarnos. Podemos sentirnos felices y desesperados el mismo día. Somos esos seres capaces de amar y odiar (y la misma persona).

carl gustav jung dedicó buena parte de su vida a estudiar esta teoría.

Acepta tu lado oscuro entendiendo que te ayudará a moverte con la luz, conocer ambos lados de nuestra alma nos ayuda a todos a avanzar en la vida y comprender que la perfección no existe.

- Martín R.

Yin y Yang: símbolo de transformación

La teoría del yin y el yang se compone de pequeños matices interesantes e inspiradores. Su símbolo con esa onda central que divide el círculo nos recuerda que la vida no es estática. Simboliza el impulso de la energía, el resurgimiento del cambio y la necesidad última de transformarnos para poder avanzar. crecimiento continúa.

También podemos ver que el Ying y el Yang contienen otro círculo más pequeño y de colores opuestos. Simboliza la semilla de lo contrario. La teoría del Yin y el Yang nos recuerda que tampoco debemos vernos en términos absolutos la vida en el prisma clásico según el cual todo es blanco o negro. Todo es relativo y todo puede cambiar en cualquier momento.

Nuestra armonía personal comienza con nuestra capacidad de mantener el equilibrio entre todas las fuerzas que fluyen hacia nosotros. Para ser feliz debemos saber gestionar la tristeza. Para amar con madurez hay que amar también los claroscuros de los demás. Para contribuir a nuestro desarrollo como seres humanos debemos encontrar ese punto donde la emoción y la razón se unen un espacio de autoconocimiento, aceptación y expansión.

Intentemos entonces trabajar con estas energías opuestas que viven dentro de nosotros para crear un todo más armonioso, significativo y sobre todo satisfactorio.

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