Discutir sin discutir: 3 estrategias útiles

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Crecimos con la cultura de discutir, acostumbrados a irritarnos por todo y a no aceptar opiniones diferentes a las nuestras. Casi todos los días discutimos por cualquier motivo y en más de una ocasión. A primera hora de la mañana hablamos con el concesionario que aparcó el coche delante de nuestro garaje; a la hora de comer con nuestro hijo porque se aísla con su celular mientras almorzamos; en la tarde porque quizás a un amigo nuestro se le olvidó llamarnos; y para terminar con nota alta discutimos con nuestro compañero.È¿Es bueno o malo generar tantas discusiones? È¿Es posible discutir sin discutir?

Discutir nos acerca a los demás

La idea generalizada es que discutir significa enfrentarse a otra persona mediante acciones agresivas como gritar, humillar, discutir, faltarle el respeto o menospreciar.

Cumpliendo con la definición reportada por el Diccionario Garzanti conversar viene del latín conversar volver a agitar en diferentes partes agitar y se define de la siguiente manera:

  • Examinar algo comparando diferentes opiniones.
  • Plantear objeciones, disputas, preguntas.

Discutir, por tanto, presupone que dos o más personas discutan detalladamente un tema, escuchando sus opiniones al respecto y apoyando un punto de vista opuesto. Como podemos ver, esta definición no incluye la confrontación agresiva a la inversa. En cambio, planea exponer la opiniones de las distintas partes aprovechando la discusión sobre un tema a través del esfuerzo de comunicación que hacen las partes involucradas.

Muchos gritan y discuten hasta que el otro calla. Creen que lo han convencido y siempre se equivocan.

-Noel Clarasó-

Discutir es tomar conciencia de nuestras diferencias

¿Discutir es bueno para nuestras relaciones sociales? En general evitamos tener comparaciones directas con los demás. Sin embargo, las relaciones humanas implican interacción, por lo tanto tomar conciencia de diferentes formas de pensar y actuar. Sin embargo, no es raro caer en el error de esperar que los demás actúen o piensen como nosotros.

El esperanzas de heredar sobre el comportamiento de los demás y yo juicios sobre lo que está bien o mal conducen a comparaciones no constructivas. Esperar que los demás actúen como nos gustaría o esperar que cambien su punto de vista desencadena conversaciones desagradables y dificulta nuestras relaciones. Esto se debe a que en lugar de aceptar a quien tenemos frente a nosotros, tendemos a esperar que la persona se comporte como queremos y esté de acuerdo con nuestro punto de vista.

Sin embargo, no hay nada de malo en las diferencias de opinión, de hecho, discutir de forma saludable permite:

    Evitar el aislamiento social: discutir significa iniciar una discusión y cualquier forma de comunicación.
    Nuestros puntos de vista se enriquecen:discutir pacíficamente nos permite ampliar nuestros horizontes. Enriquecer la discusión con diferentes opiniones en lugar de distanciarnos nos ayuda a ponernos en el lugar del otro aportándonos un punto de vista diferente. Aunque esto no implica que las personas cambien su forma de pensar o actuar, ciertamente favorece los puntos de encuentro. Comprender el punto de vista emociones y las actitudes de los demás promueven un gran crecimiento personal.

Estamos dispuestos a contradecir sin obstinación y a dejar que los demás nos contradigan sin enojarnos.

-Marco Tulio Cicerón-

Cómo discutir sin discutir

La mayoría de los problemas en las relaciones interpersonales surgen por la falta de reconocimiento mutuo. Discutir nos permite dar espacio a la diversidad de opiniones en juego.

No siempre es fácil tratar con personas que están alejadas de nuestra forma de pensar o actuar. El secreto es saber expresar los pensamientos y gestionar las emociones que tengo conflictos despiertan en nosotros.

cuando discutimos Hay que evitar respuestas agresivas o pasivas y evidentemente también hay que respetar y ser respetado. . Requiere un esfuerzo continuo para construir límites saludables con las personas con las que nos relacionamos. ¿Cómo podemos expresar nuestro punto de vista y respetar el de los demás? Discutir sin discutir es posible gracias a:

    Escucha activa y mutua:Para mantener un diálogo es imprescindible saber escuchar. Dejar de juzgar, menospreciar y rechazar lo que siente la otra persona elimina por completo la posibilidad de entenderse. Por este motivo es importante prestar atención al lenguaje corporal ya que normalmente el aspecto emocional de los mensajes que queremos comunicar recae en nuestros gestos. Las inconsistencias entre el lenguaje verbal y no verbal pueden transmitir parte de la información. Además es importante silenciar nuestra mente cuando alguien nos habla ; esto significa evitar pensar en qué decir una vez que el otro haya terminado de hablar; hacerlo nos impedirá escuchar plenamente su mensaje.
    Asertividad:se trata de la capacidad de expresar nuestras opiniones sin atacar a la otra persona ni someternos a su voluntad. Expresar nuestros pensamientos y emociones de forma directa y equilibrada gracias a la autoestima y sin que otros estados emocionales nos limiten (como los debidos a la ansiedad, la ira o la culpa). esta habilidad nos permite responder defendiendo nuestros derechos pero sin adoptar tampoco una actitud pasiva
    Empatía: es la capacidad de percibir, compartir y comprender lo que siente o piensa la otra persona. Permite comprender que favorece una profunda comunicación y conexión. El resultado es que las posiciones polarizadas y egoístas se anulan en favor de realzar los sentimientos de los demás.

Por lo tanto, la solución a los conflictos no es evitar las discusiones sino aprender a gestionar las diferencias de opinión a través de una discusión madura. El primer paso es tomar conciencia de que tampoco poseemos la verdad absoluta

El propósito del cuestionamiento no debe ser el triunfo del individuo sino el progreso de todos.

-Joseph Antoine René Joubert-

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