
Dormir es una necesidad básica que permite mantener una relación metabólica-orgánica saludable. No respetar las fases del sueño y no disfrutar de una buena calidad de descanso puede resultar sumamente perjudicial para la salud de nuestro organismo.
El descanso es un factor importante y determinante para bienestar de nuestro organismo. Cuando dormimos no sólo el cuerpo descansa sino que también se restablecen los niveles básicos de energía.
Aunque el número de horas de sueño varía dependiendo de la actividad que se realiza y de la etapa de vida en la que se encuentra un individuo, lo ideal es que los adultos duerman entre siete y ocho horas consecutivas por noche.
Los estudios demuestran que no dormir lo suficiente o tener un sueño de mala calidad aumenta en gran medida el riesgo de hipertensión arterial, enfermedades cardíacas y otras afecciones médicas.
-Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI) –
Etapas o fases del sueño en nuestro organismo
Podemos clasificar las fases del sueño en dos categorías: NREM ( movimiento ocular no rápido ) y movimiento rápido del ojo ( movimiento ocular rápido ). A su vez, el sueño se divide en ciclos de 90 minutos alternando el sueño NREM y REM. En general podemos decir que ocurren cinco ciclos por noche. En concreto, la fase NREM tiene cuatro subfases.
Gracias a estudios realizados en las últimas décadas, ahora se sabe que el sueño tiene diferentes fases que se suceden cíclicamente durante la noche. Durante el sueño el cerebro permanece activo. Sin embargo, en cada fase ocurren diferentes actividades.
-Instituto Nacional del Corazón, Pulmón y Sangre (NHLBI)-

Etapas del sueño NREM
Es la fase inicial del sueño que puede durar de cinco a diez minutos porque es fácil despertar. Todos los músculos del cuerpo están muy relajados y la actividad cerebral disminuye.
Es la segunda etapa en la que la temperatura corporal y la frecuencia cardíaca disminuyen significativamente. El cuerpo se prepara para un sueño profundo y la actividad cerebral y muscular se reduce.
Esta es la tercera y cuarta etapa durante la cual el individuo tiene un sueño profundo y le resulta más difícil despertar. La actividad cerebral y muscular disminuye significativamente. Durante estas fases, se produce la reparación de tejidos, se forman músculos y huesos y se fortalece el cuerpo. sistema inmunitario .
fase REM
Durante esta fase caracterizada por movimientos oculares rápidos, la aparición de sueños . La actividad cerebral aumenta rápidamente, los músculos se paralizan, el ritmo cardíaco y la respiración se aceleran y puedes tener sueños extremadamente intensos.
Esta fase comienza aproximadamente noventa minutos después del inicio del sueño y dura aproximadamente diez minutos. Conforme pasan las horas, la fase REM se va prolongando hasta alcanzar un tiempo estimado de una hora.
Las etapas del sueño y la importancia del sueño para el cuerpo
No sólo es importante la cantidad de horas que duermes, sino también la calidad de tu sueño. Dormir Menos horas supone tener que afrontar el día con una menor capacidad para mantener la atención, recordar cosas o tener acceso a nuestra memoria. La cantidad de trabajo físico que podemos realizar también se verá afectada.
Los estudios indican que cuanto menos duerme una persona, más probabilidades tiene de ganar peso, volverse obesa, desarrollar diabetes y ser inducida a comer alimentos ricos en calorías y carbohidratos.
-Instituto Nacional del Corazón, Pulmón y Sangre (NHLBI)-

En particular, la calidad del sueño está asociada con la capacidad de responder a estímulos externos y la codificación de información que nos permite recordar cosas. Esto ocurre porque mientras dormimos se produce una especie de reseteo del sistema cognitivo.
El Instituto Nacional del Corazón, Pulmón y Sangre nos informa que reducir una hora la calidad del sueño afecta la capacidad de concentrarse
Al perder horas de sueño, es más probable que el individuo reduzca su rendimiento en la escuela, el trabajo y mientras conduce. Tu estado de ánimo también se verá afectado y tendrás mayor tendencia a la irritabilidad. Quienes sufren de falta crónica de sueño tendrán más probabilidades de sufrir depresión.
Dormir las horas adecuadas es de fundamental importancia para tener una buena calidad de vida y disfrutar de una buena salud.