
Según la teoría de la manzana podrida, en toda organización empresarial existe un elemento capaz de influir negativamente en los demás con su actitud o personalidad. Su presencia no sólo provoca malestar, más días de mutua e infelicidad en el ambiente laboral sino que también representa un grave perjuicio económico para la empresa.
¿Qué puedo decir? Contraté a la persona equivocada y destruyó todo lo que había construido durante 10 años. Estas son las palabras de Steve Jobs refiriéndose a John Sculley, CEO de Apple, por quien tuvo que abandonar la empresa que cofundó. Según un estudio realizado por el grupo Glassdoor El 95% de las empresas contrata al menos una manzana podrida al año .
¿Cómo es esto posible? ¿Puede una sola persona ejercer tal influencia como para alterar la dinámica de toda una organización y generar un impacto tan negativo? Los expertos hablan de un efecto dominó.
Hay personalidades tan tóxicas que son capaces de minar la moral de todo un grupo de trabajo. Pero esto no es todo. En muchos casos la ola no llega sólo a los compañeros; Los clientes también pueden sufrir por un mal método de trabajo de la empresa. falla o la presencia de cifras negativas. Veamos más datos sobre este tema.
Contratar personal no siempre es fácil para una empresa; especialmente cuando las entrevistas y las pruebas de personalidad no son precisas para predecir el desempeño laboral futuro del candidato.

La teoría de la manzana podrida: una sola persona puede desestabilizar a toda una organización
La teoría de la manzana podrida se conoce desde hace años, pero aún hoy no podemos prevenir este fenómeno. La Universidad de Washington llevó a cabo un interesante estudio en 2007 Dirigida por William Felps.
Esta investigación confirmó que el comportamiento negativo de un elemento puede tener una enorme influencia en toda la estructura. Y no sólo los problemas en el lugar de trabajo suelen traspasar los muros de la empresa y llegar al ámbito familiar y personal. Los conflictos en el lugar de trabajo no se quedan ahí, siempre los llevamos con nosotros. Por tanto, el impacto es notable en todos los niveles.
Si nos centramos ahora en la personalidad de quien asume el papel de manzana podrida capaz de contagiar a sus compañeros, es probable que reconozca algunos de los siguientes comportamientos:
- Actitud pesimista derrotista y extremadamente crítica con todo.
- intimidación uso de comportamiento agresivo con recurso frecuente a la intimidación, la crítica y el sarcasmo.
- Comportamiento deshonesto hasta el punto de llegar a la ilegalidad con el uso de engaños, chantajes, redacción de documentos falsos, etc.

¿Por qué las empresas no tienen filtros contra las manzanas podridas?
Un aspecto que se desprende de la teoría de la manzana podrida es el siguiente: Las empresas tienen la costumbre de contratar rápidamente pero despedir lentamente. ¿Qué quiere decir esto? En muchas organizaciones la necesidad de cubrir un puesto puede obligar a proceso de selección lo cual se vuelve rápido pero ineficiente.
En algunos casos, la urgencia lleva a no tener en cuenta valores importantes. A esto se suma otro aspecto esencial: muchas veces Las pruebas de evaluación de candidatos no nos permiten comprender aspectos ocultos de la personalidad ni predecir comportamientos futuros una vez que el elemento se inserta en el contexto laboral.
Por lo tanto, en muchos casos el seleccionador se convence simplemente por sus habilidades, un amplio CV, cualificaciones o experiencia, la forma en que se presenta el candidato y su asertividad. Sin embargo, no siempre disponemos del tiempo necesario para profundizar en ellos. habilidades transversales como la capacidad de trabajar en equipo, actitud positiva, sensibilidad hacia los demás, autocontrol e inteligencia emocional.

¿Qué hacer cuando el proceso de selección no filtra las manzanas podridas?
Como decíamos al principio, de media cada empresa se topa con una manzana podrida al año. . Si el proceso de selección fracasa, las consecuencias rápidamente se hacen evidentes. Se crea un clima laboral tóxico, los empleados se sienten frustrados y viven a la defensiva; El estrés aparece y baja y comienzan los problemas de productividad.
¿Cómo defenderse? Normalmente una situación de este tipo no se resuelve rápidamente. Según la teoría de la manzana podrida, la empresa necesita tiempo para intervenir. Los primeros en sufrir este retraso son los compañeros. . Como es comprensible, no siempre es fácil denunciar comportamientos de este tipo o convencer a la dirección para que adopte medidas.
Demasiadas empresas siguen funcionando verticalmente y no horizontalmente. En otras palabras, no siempre existe una comunicación directa y flexible entre los empleados y la dirección. Es esta jerarquización corporativa la que hace que las manzanas podridas persistan, aumentando la inestabilidad.
Por otro lado, los colegas tóxicos deben identificarse lo antes posible por el bien de toda la organización. Una vez identificado el problema, se puede iniciar un plan de intervención, por ejemplo mejorando la capacidad de trabajar en grupo. Si esto no funciona, se puede trasladar a la persona a una posición menos interactiva y, como último recurso, habrá que despedirla. En cualquier caso, es una situación que requiere una acción decisiva, rápida y eficaz. La pasividad sólo crea