
Incluso hoy me desperté y... La tristeza vino a decirme buenos días. .
Sin embargo tristeza . YO soy quien lo sostiene .
Y No dejaré que la tristeza se apodere de mí. No haré lo que el mío me dice. angustia porque vive gracias a mi entonces
Me siento triste y ese soy yo también.
No son un juego ganado a priori. Son un tablero de ajedrez donde conviven piezas blancas y negras. Sensaciones temporales que de vez en cuando albergo como si guiaran mis pasos y dictaran todo lo que hago; identidad siempre prevalece. Curiosamente, son precisamente estos sentimientos de tristeza los que me enseñan algo. Me reúno en mi soledad con el silencio gélido y ensordecedor. Me escucho a mí mismo. A veces necesito sentirme así para entender

No tomaré ninguna decisión en nombre de la tristeza pero guardaré las lecciones de este sentimiento para cuando me sienta valiente. La tristeza me ha enseñado tantas cosas y son tan importantes que no quiero eliminarla ni hacerla desaparecer.
Quiero que surja en mí. Mientras viva quiero albergarlo como un sentimiento por derecho propio. No quiero fingir y violarlo. No quiero golpes de estado para mi pueblo. sentimientos . Todas son válidas porque nacen de mí y se alimentan de mí. Soy importante para ellos, soy protagonista de su existencia y gracias a ellos existo.
Observo lo que pasa y lo que les brota de esta tristeza... Si me levanto o caigo. Al final ya no me veo como una persona común y corriente. Es el momento de mayor conexión con mi yo interior.
Cuando experimento la tristeza como algo natural allí creatividad sale de mis bolsillos, de mis zapatos, de mis miradas, de mis suspiros. Cuanto mayor es el dolor, mayor soy porque por primera vez son los sentimientos y no las expectativas los que me sostienen.
La tristeza no me impedirá luchar por mis valores.
Mis creencias son mi brújula. El resto es sólo la forma que encuentro durante el paisaje. En el camino conoceré personas que confundirán bondad con ingenuidad, sinceridad con impertinencia y tristeza con debilidad. Nada de esto me impedirá alcanzar mis objetivos que a su vez son un reflejo de los míos propios. valores .
Me siento bien y estoy feliz; pero en los momentos más felices de mi vida siempre debo tener un motivo de tristeza, no puedo evitarlo.
-Fedor Dostoievski-

Cada día daré un paso adelante para alcanzarlos. Algunos días mi tristeza casi me impedirá tocar la tierra con los pies. Otros me parecerán uno paseo luz. A veces un paseo demasiado rápido y desenfrenado.
Sin embargo, un día comprendí que a veces en la más pura alegría la llegada de cierta tristeza amplifica la vida echa raíces que me dan el impulso de regarlas, cuidarlas y hacerlas crecer. Y de allí surgen los más bellos jardines para cultivar.
 
             
             
             
             
             
             
             
             
						   
						   
						   
						   
						   
						   
						  