
Vamos, que no te cuesta nada... ¿puedes hacerme este favor? Las personas que piden favores todo el tiempo no dejan de sorprendernos . Utilizan mil recursos, cientos de excusas y millones de halagos para hacernos ceder para conseguir lo que quieren de nosotros. Si conoces a alguien que se comporta de esta manera probablemente ya te habrás preguntado varias veces: ¿por qué hace esto?
Lo preguntamos por dos razones. La primera, bastante obvia, es que pedir un favor nunca es fácil, al menos para la mayoría de las personas. Cuando lo hacemos es porque probablemente no nos queda otra opción y hemos llegado al límite. Por eso nos desconcierta ver personas que no dudan en realizar solicitudes directas o indirectas con tanta facilidad.
Pero también hay otro problema: estas situaciones nos causan tensión . Insinúan la duda de que el otro se está aprovechando de nosotros; dejándonos suspendidos en situaciones para las que tarde o temprano tendremos que poner límites y levantar muros que no siempre son bienvenidos.
¿Qué define el carácter de las personas que continuamente piden favores? Hablamos de ello en detalle en este artículo.

La persona detrás de la sonrisa
Hay quienes piden favores porque realmente los necesitan y cuando lo hacen se ve en sus rostros la expresión de la necesidad de vulnerabilidad e incluso la sombra de la timidez. Porque hacerlo no es nada fácil el orgullo debe dejar espacio para los desnudos emociones . Pues la gente que habitualmente nos pide favores y que siempre está encima de nosotros tiene una expresión completamente distinta.
Sus peticiones van acompañadas de cálidas sonrisas, como la de un niño de tres años que pide que le compren un juguete. A menudo, estos expertos en favores hacen sus solicitudes con prisa porque algo ha sucedido de repente y lo necesitan de inmediato.
Como nos pusieron entre la espada y la pared haciéndonos casi imposible responder sin . Este modelo de comportamiento ya nos deja entrever lo que hay detrás.
El tipo de personas que piden favores todo el tiempo
Narcisistas: si me amas me lo debes
Las personalidades narcisistas abundan en nuestro universo cotidiano. . Hay muchas personas que sin llegar a padecer una trastorno narcisista de la personalidad muestran rasgos y comportamientos que dificultan la convivencia. En este sentido están decididos a pedir algo a los demás.
Sin embargo, lo hacen de una manera muy sofisticada apelando a frases como: por amor que te amo estoy seguro que lo harás o la clásica haría lo mismo por ti. El chantaje emocional es la fuerza impulsora detrás de la mayoría de sus solicitudes al cual podemos ceder hasta que ya no podamos soportarlo.
Cuando la relación es más íntima hay menos reparos en pedir favores
Ya sea tu pareja, un familiar o un viejo amigo, a menudo esta relación de cercanía reduce las reticencias hasta el punto de exigir lo que se pide . Sin embargo, es bueno ser claro: el amor, el afecto o compartir la misma herencia genética no pueden obligarnos a satisfacer las peticiones de los demás.
Hay límites y esos límites hacen que toda relación sea saludable. Amar a alguien no significa que siempre tengamos que darle todo.
Falta de empatía y egoísmo en personas que piden favores sin dudarlo
Algunas personas manifiestan una total falta de empatía por eso no entienden que el favor solicitado les incomoda. Son perfiles interesados sólo en su propio bien y que intentan satisfacer de inmediato sus necesidades y sus caprichos momentáneos.
En nuestra sociedad el egoísmo está muy presente e incluso puede estar cerca de nosotros especialmente en la forma de personas que piden favores constantemente.
Depende de los demás porque no puede resolver sus propios problemas.
Detrás de este comportamiento suele haber un factor igualmente importante: la incapacidad de algunos para asumir la responsabilidad de sus propias vidas . Como bien sabemos, la madurez, la competencia y la decisión se definen por la capacidad de resolver por nuestra cuenta los desafíos diarios; ya sean grandes o pequeños.
Hay personas que nunca han aprendido a asumir sus responsabilidades. A continuación podría aparecer el clásico amigo cercano, colega o incluso un familiar que espera que resolvamos sus problemas. Basta hacerlo una vez para desencadenar una adicción casi total.

¿Cómo tratar con las personas que piden favores?
¿Quién nunca se ha encontrado en esta situación? ? Puede que tengamos algún compañero de trabajo que está acostumbrado a pedirnos siempre algo y da por hecho que no nos cuesta nada cubrirle las espaldas o hacer lo que nos pide y ayudarle en el último momento.
La primera recomendación en estos casos es hacer siempre lo que el corazón sugiere . Necesitamos realizar acciones que nos hagan sentir bien. Si en un determinado momento percibimos que la persona en cuestión se está aprovechando de nosotros o no nos gusta su petición, es mejor decírselo inmediatamente y actuar.
Es bueno poner límites a quienes continuamente piden favores. y decirles cuando sea necesario no, no quiero. Cuando la petición proviene de un familiar o de una persona muy querida para nosotros debemos hablar con sinceridad.
No es respondiendo con un no a su petición que mostramos menos cariño. Esto no sólo te permite mantener tu integridad sino también respetar tu espacio y entender que las relaciones están hechas de reciprocidad. Amar significa ser siempre sincero y si no queremos hacer algo tenemos que decirlo y por ello merecemos respeto.
Son situaciones complejas que debemos aprender a gestionar lo antes posible vivir juntos mejor y proteger a los tuyos autoestima .
 
             
             
             
             
             
             
             
             
						   
						   
						   
						   
						   
						   
						  