
Muchos niños sienten celos cuando llega un nuevo hermano: ahora tendrán que compartir espacio y atención con un ser inicialmente extraño que hace muy poco y que exige que se le dedique mucho tiempo. Una época que solía ser todo para ellos. Si no se gestiona bien, esta situación puede dar lugar a una cantidad considerable de Los episodios de celos hacia el hermano pequeño son motivo suficiente para desencadenar un comportamiento indeseable. o que incluso pensábamos que al pequeño ya se le había quedado pequeño.
Uno de los fantasmas que se esconde detrás de los celos es el miedo. Este sentimiento se agrava cuando llega el nuevo hermanito a casa: necesitará atención casi las 24 horas del día. El niño siente que no es correspondido emocionalmente (o al menos no como antes) y se siente ignorado. Por eso surgen los celos y el recién llegado se convierte en un rival. Sin embargo, esta situación se puede afrontar sin consecuencias particulares. Veamos cómo.
Cómo gestionar los celos hacia tu hermano pequeño
preparar la reunión
Para evitar los celos hacia el hermano pequeño, el primogénito debe entender por qué el nuevo integrante de la familia necesita mucha atencion . Por eso es importante que los padres le muestren fotos de cuando era recién nacido y le hablen de las atenciones que necesitaba. De esta forma, cuando llegue el hermano pequeño, entenderá mejor lo que está pasando.
Si un niño no entiende cómo cuidar a un recién nacido, por qué sus padres están tan disponibles para él y por qué se ve obligado a compartir la atención con su hermano. puede mostrar rechazo . Para evitar todo esto padres deben contarle la situación en palabras que el niño pueda entender. y organizar una buena gestión del tiempo para que el príncipe destronado no pierda todos sus espacios.
Al mismo tiempo, los padres pueden regalarle al niño algo del bebé que está por llegar. Puede ser un muñeco, unas zapatillas o cualquier otro objeto. Y ello con el objetivo de despertar la curiosidad del hermanito o hermanita que llega e inducirlo a corresponder del mismo modo preparando algo como regalo para su encuentro.
Cuando sienten celos, algunos niños se muestran particularmente irritables; otros, en cambio, muestran malestar con signos de tristeza.

¿Qué pasa cuando llega el recién nacido?
Preparar el encuentro para evitar los celos hacia tu hermano pequeño es muy importante. Este primer encuentro será el punto de partida, la primera impresión, el momento en el que el mayor elegirá qué actitud adoptar hacia su hermano y cuál tenderá a mantener. Una buena organización nos permitirá evitar muchos problemas futuros.
A pesar de los esfuerzos, puede suceder que el niño todavía se muestre reticente a querer conocer al recién llegado o reconocerlo como un miembro más de la familia. Puede ser un signo de timidez pero también de rechazo. Entender si se trata de una u otra actitud nos ayudará a trabajar a partir de este punto dándole espacio para expresar sus emociones y ofreciéndonos ayudarle a afrontarlas.
En muchos casos, los padres prohíben a sus hijos recoger al recién llegado. aunque lo soliciten. Esto es un grave error porque uno de los requisitos previos para que un niño no sienta celos es involucrarlo en actividades afectando al recién nacido. Evidentemente dejar que un niño cargue a un recién nacido puede ser peligroso pero podemos permitirlo si está sentado y si estamos a su lado para seguir la situación paso a paso.
El contacto entre los dos niños es fundamental para evitar los celos hacia su hermano pequeño

Es bueno permitir que el primogénito participe en el cuidado del recién llegado. . Durante la hora del baño puede colaborar si lo desea o si podemos convencerle (sin obligarle en ningún caso ni recurrir al chantaje emocional). Por ejemplo, pedirle que coja una toalla y le pase el champú, permitiéndole frotar suavemente con ella la cabeza de su hermano pequeño… El contacto es esencial .
Cuanto más tiempo compartamos con los dos, mayor será la integración y menos nos veremos obligados a dividirlos. En este sentido también debemos evitar caer en el extremo opuesto. En ningún caso la responsabilidad de cuidar al pequeño debe recaer en el hermano mayor.
Si a un niño se le impide acercarse a su hermano y tocarlo con la excusa de que tiene las manos sucias o que podría lastimarlo, es probable que afloren los celos hacia su hermano pequeño y con él el rechazo.
Llega un nuevo hermano pero las costumbres no deben cambiar
Todas las acciones tomadas y el esfuerzo realizado para evitar los celos hacia el hermano pequeño no deben reemplazar tiempo de calidad que el niño necesita. Por grandes que sean las necesidades del recién nacido, el mayor todavía tiene las suyas y agradecerá el tiempo exclusivo. que le dedicarás. Hay que pensar que los bonos no dejan de ser únicos e intransferibles.
En este sentido, los padres tendrán que hacer un esfuerzo para intentar mantener intactos los hábitos anteriores, especialmente aquellos que les produjeron un fuerte bienestar. De esta forma el niño sentirá que sus padres están cerca de él y que sigue siendo importante para ellos.
Para concluir hemos visto que Los padres tienen un buen margen de acción para evitar los celos hacia su hermano pequeño. Asimismo, a medida que el recién nacido crezca, surgirán nuevos desafíos e incluso celos mutuos. De una manera u otra estos fenómenos son parte del maravilloso la aventura de ser padres .