
Si al caer la noche nuestros pensamientos nos impiden relajarnos y conciliar el sueño, significa que la ansiedad ha ganado terreno y un lugar muy importante en nuestras vidas. La ansiedad nocturna está provocada por altos niveles de estrés generado durante el día por el trabajo familiar, la suma de tensiones en ambos ámbitos o incluso sin motivo aparente. Esta forma de ansiedad hace que surjan la preocupación y el nerviosismo cuando llega el momento de descansar.
La ansiedad nocturna es una de las manifestaciones más frecuentes cuando se sufre algún trastorno del sueño. El miedo se apodera de quien lo padece y se despierta continuamente, dificultándole llegar a las fases profundas del sueño.
Las personas que sufren de nerviosismo nocturno suelen estar distraídas y tienen dificultades para concentrarse durante el día. Esto se debe a que los ataques de ansiedad nocturnos impiden el descanso y esto afecta negativamente a la rutina diaria del individuo en cuestión.
Cuando se trata de dormir, es mejor la calidad que la cantidad. cita .
Resulta paradójico que el sueño, siendo necesario para la supervivencia y el correcto funcionamiento psicológico, presente un abanico tan amplio de trastornos y disfunciones que en muchos casos requieren de una intervención compleja.
Para superar la ansiedad nocturna podemos intentar identificar sus causas durante el día y adquirir habilidades suficientes para privarlo de influencia. Una vez superados los miedos y preocupaciones, la ansiedad y sus síntomas desaparecerán.
Causas de la ansiedad nocturna
La ansiedad no conoce horarios en consecuencia, podemos sufrirlo incluso por la noche, cuando se supone que debemos estar relajados. En este sentido, la ansiedad es una emoción que no debemos subestimar porque es propia energía mal canalizado puede acumularse y provocar numerosos problemas.
Los trastornos de ansiedad se manifiestan de formas tan diferentes que resulta difícil clasificarlos sistemáticamente e identificar sus causas. Algunas personas experimentan una fuerte agitación mientras que otras permanecen paralizadas. . Asimismo, algunas personas notan mayor ansiedad por la mañana mientras que otras entran en pánico al irse a dormir.
Las preocupaciones nos ponen ansiosos

Sin embargo, hay una diferencia fundamental: por la noche la mayoría de los problemas que nos preocupan no se pueden solucionar. Por lo tanto, pensar en ellos sólo aumenta nuestra preocupación y activa un estado opuesto al que atrae el sueño.
Por otro lado, los altos niveles de ansiedad acumulados y experimentados durante el día no permiten dormir tranquilo. Es difícil conciliar el sueño como consecuencia del cansancio constante del bajo rendimiento diario y el malestar que provoca esta condición.
Cuando la ansiedad nos supera, se hace cargo controlar y cuando toma el control suele llevarnos a adoptar conductas que lo eliminan durante unos minutos y luego resucita con más fuerza. Una de estas conductas paralizantes y que permite que la ansiedad vuelva con más fuerza es atacar el frigorífico por la noche.
Los síntomas de ansiedad nocturna también suelen ir precedidos de episodios previos de ansiedad (ansiedad diurna). Estos episodios suelen ir acompañados de taquicardia, sensación de angustia, sensación de opresión y despertar traumático.
¿Cómo afrontar el insomnio provocado por la ansiedad?
En la mayoría de los casos, las personas que padecen esta alteración buscan sustancias o drogas lo que les permite estar más tranquilos y así dormir mejor. Sin embargo Pocas veces somos conscientes de que muchos de los casos de ansiedad nocturna pueden reconducirse a través de algunas estrategias y tomar drogas o plantas medicinales no siempre es la mejor solución.
La ansiedad está muy ligada a lo que hacemos, pensamos y sentimos ; por lo tanto, dependiendo de cómo gestionemos estos tres aspectos en los momentos previos a dormir estaremos más tranquilos o más nerviosos. El tratamiento para la ansiedad nocturna se puede dividir en dos grandes bloques:

En primer lugar debe haber un cambio de hábitos antes de acostarse. Una vez hecho esto debemos aprender a gestionar las preocupaciones diarias y confinarlas a un espacio alejado de la noche. Analizar tus problemas durante las primeras horas de la mañana te da una perspectiva más dócil y tienes más tiempo para resolverlos.
Una buena estrategia para conseguir un descanso placentero es hacer deporte antes de ir a dormir porque la mente nos mantendrá despiertos pero el cuerpo estará cansado. Esto nos ayudará a conciliar el sueño más fácilmente. Es igualmente importante evitar el alcohol y las bebidas que lo contengan. cafeína en las horas previas al descanso.
Si nos despertamos por la noche debemos intentar mantener los ojos cerrados y piensa en la sensación relajante y placentera que provoca el sueño . Lo ideal contra el insomnio es dejar de preocuparnos por problemas que no podemos solucionar en la cama. Abandonemos nuestras preocupaciones, liberémonos y el sueño llegará.
A continuación enumeramos 7 estrategias para afrontar la ansiedad nocturna:
-Respira profundamente a través del diafragma, dirigiendo tu atención al movimiento y al aire que entra y sale del estómago.
-Exhala lentamente por la boca y con cada inhalación repite mentalmente una palabra o frase como por ejemplo tengo calma o tengo mucho sueño. Al mismo tiempo imagina un paisaje o una imagen mental que transmita calma y serenidad.
-No intentes atraer el sueño con pensamientos que aludan directamente a él. buscar el relajación no dormir. Al relajarnos seremos invadidos por el sueño.

El insomnio no es un buen compañero. Las personas con insomnio sufren mucho. Un buen descanso representa una de las mejores herramientas para evitar acumular errores durante el día y por tanto problemas y preocupaciones que atacan por la noche. Hablamos por tanto de un círculo vicioso en sentido positivo y negativo y es nuestra mano la que elige la dirección en la que dirigirlo.