
Un toque de manos, miradas que se cruzan o una frase pueden hacernos enfadar según con quién tengamos
Hay una línea muy delgada entre la tolerancia y intolerancia . Parece que nos hemos vuelto cada vez menos pacientes y amables con los demás, nos cuesta ponernos en su lugar y no entendemos que la competencia no nos lleva a ninguna parte.
¿Cuál es tu nivel de intolerancia?
empecemos desde Analizamos situaciones cotidianas que reflejan específicamente nuestra calificación. .

Pero hay más: si un compañero de trabajo arrastra los pies al caminar o una amiga hace mucho ruido con los tacones, si nuestra pareja o un amigo se distrae cuando le decimos algo importante o si en el cine nos toca una vecina que comenta constantemente
¿Por qué estas situaciones desencadenan Que gritar en el autobús, hablar con la boca llena de comida o escuchar música sin auriculares en la calle no debería ser motivo suficiente para desatar nuestra enojo .
Síntomas de intolerancia
Si sueles enojarte por una situación de las que hemos descrito, es necesario que reflexiones sobre el motivo de tu frustración. Date cuenta de que Cuando te enojas así, sufres dos veces, una por la ofensa percibida y otra porque tienes que soportar tu propia ira. .
Piensa que no estás solo en este mundo (afortunadamente) y que todos los que te rodean pueden hacer lo que quieran. Quizás pienses bien, ¡adelante y hazlo pero sin molestarme!.
Entonces el segundo paso es entender por qué te molesta. La persona que tienes al lado en el cine y comenta de todo quizá solo esté buscando una excusa para hablar con alguien que tiene la misma pasión por el cine que él; la joven que estornuda en el metro lo hizo sin darse cuenta y ciertamente no con intención de enfermarte; el que come sopa en un restaurante haciendo ruido quizás sólo conozca esta manera de comerla; tu amiga que usa tacones quizás no crea que hacen tanto ruido...
No es que todos estén en tu contra y por eso elijan comportarse de cierta manera para molestarte o perturbar tu calma . Tú eres quien se enfada con ellos porque crees que lo hacen a propósito, que no respetan a quienes les rodean o que han accedido a arruinarte el día… ¡Nada más lejos de la verdad!
Todos tenemos nuestras peculiaridades, nuestras peculiaridades que en un momento dado pueden resultar molestas y por las que pedimos comprensión. El caso es que al ser nuestras peculiaridades no nos molestan .
¿Cómo reducir la intolerancia?
En este sentido, la tolerancia no es sólo el respeto a la libertad de expresión o de culto sino también a las características peculiares de los demás sin que nos molesten. La tolerancia implica autocontrol, paciencia y reeducación emocional. .

Por otro lado, el hecho de vivir en una sociedad cada vez más intolerante aunque pretenda favorecer la diversidad no significa que tengamos que adaptarnos a esta corriente de antipatía hacia las peculiaridades de la vida cotidiana hacia . Es triste pero ciertamente nadie nos enseña a ser tolerantes.
Esta habilidad mal practicada y entrenada se considera una debilidad. Es decir, si predicamos la tolerancia nos tachan de cobardes o sumisos. Por el contrario, el desprecio, la incomprensión y el pensar siempre en uno mismo parecen ser los que
Una actitud contra la intolerancia es fundamental y falta mucho para que se convierta en un hábito paciencia . Sí, precisamente ese que perdemos fácilmente si alguien se equivoca con nosotros.
Por este motivo te sugerimos que cuentes hasta 10 y no dejes que tu enfado te domine la próxima vez que una persona se siente a tu lado en el autobús aunque haya otros asientos libres o cuando alguien te envíe un mensaje lleno de faltas de ortografía o fume a tu lado.
Con la mente tranquila podrás comprender que nadie está en tu contra ni quiere arruinarte el día. La gente simplemente vive sus vidas.