Miedo a los gatos o ailurofobia: causas y tratamiento

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Muchos los aman, algunos les temen. El miedo a los gatos no está tan extendido como el miedo a los perros, pero puede resultar muy limitante. A continuación te presentamos las características de la ailurofobia y las posibles causas.

Misteriosa, inteligente, atenta, ágil y siempre rodeada de un aura elegante y enigmática. Los felinos son protagonistas de leyendas e incluso de historias clásicas de terror. el gato negro Di Edgar Allan Poe. El miedo a los gatos es motivado y real para algunos de nosotros; es una fobia que puede resultar limitante en un mundo que ama a estas criaturas.

Hablar de fobia significa adentrarse en un mundo cotidiano pero a la vez singular. Es uno de los trastornos psiquiátricos más comunes: cada uno de nosotros, más o menos, tiene que lidiar con su propio miedo irracional, que puede complicarnos la vida. Un aspecto típico de esta condición es la conocida dificultad para rastrear el origen de este miedo.

En 1914 la revista Revista Americana de Psicología publicó el famoso estudio genético del miedo realizado por el psicólogo estadounidense G. Stanley Hall. Había identificado 136 fobias, una lista que ahora se ha hecho mucho más larga.

El punto de referencia para el estudio de la ailurofobia o miedo a los gatos fue el neurólogo estadounidense Silas Weir. Mitchell quien en 1902 comenzó a recopilar la mayor cantidad de información posible. sobre esta fobia permitiéndonos comprenderla mejor.

Miedo a los gatos: ¿en qué consiste y cuál es la causa?

En 1791, en la ciudad de Plymouth, un juez declaró culpable a un gato de la muerte de un bebé. El animal comandado por una bruja -según la sentencia- había absorbido el aliento del niño. Eran naturalmente tiempos de oscurantismo y fanatismo en los que la idea del felino se asociaba al mal.

Según algunas teorías Los miedos irracionales suelen estar alimentados por miedos atávicos que han acompañado al hombre desde la antigüedad . Quizás el miedo a los gatos tenga quizás este origen. Volviendo a la ciencia, el neurólogo Silas Weir Mitchell había identificado características precisas en esta fobia.

Para empezar, la fobia a los gatos no te lleva a reaccionar de la misma manera hacia otros felinos. En otras palabras la aversión no se extiende a los linces, tigres, leones, etc. Quienes padecen ailurofobia pueden visitar un zoológico e incluso sentirse atraídos por estos animales. Sin embargo, no puede entrar en la misma habitación que un gato.

En algunos casos, la mera idea puede desencadenar una ataque de pánico incluso si el animal ha sido encerrado en otra habitación para no asustar a la persona fóbica.

¿Cómo se manifiesta esta fobia?

Las fobias pueden manifestarse de diferentes formas y con intensidad variable. Sin embargo, en general se pueden identificar algunas características comunes.

Reacciones emocionales

  • Aversión o disgusto hacia los gatos.
  • El miedo puede impedirle visitar a familiares y amigos que tienen gatos.
  • El miedo es intenso y muchas veces paraliza a la persona.
  • Es común que la persona fóbica experimente enojo al ver que los demás no comprenden su miedo o angustia.

Reacciones cognitivas (pensamientos)

  • Incapacidad para pensar en cualquier otra cosa en presencia de un gato. Se presta atención exclusivamente al animal.
  • Los pensamientos pueden volverse paranoicos al imaginar las muchas situaciones que podría enfrentar un gato. Caminar por la acera o entrar a casa de un extraño puede convertirse en una experiencia llena de ansiedad.
  • En algunos casos basta con escuchar un maullido procedente de la calle para temer entrar en contacto con el animal.

Síntomas fisiológicos

  • Taquicardia mareos sudoración.
  • Dolor en el pecho, sensación de asfixia.
  • Dolor de estómago.
  • Los ataques de pánico son una posible reacción.

¿Cuáles son las causas del miedo a los gatos?

El origen de las fobias puede ser inespecífico, por lo que no siempre es fácil identificar qué las motiva o alimenta. En el caso de la ailurofobia, sin embargo, podemos identificar algunos factores desencadenantes:

    Experiencias negativas con gatos.. Haber sido arañado o mordido por un gato cuando era niño puede provocar una memoria traumática .
  • En algunos casos La aversión a los animales se transmite de padres a hijos. . Basta que el padre o la madre muestren repulsión hacia los gatos para inculcar la misma fobia al niño.
  • En la mayoría de los casos El miedo surge sin un desencadenante específico.

¿Cómo se cura el miedo a los gatos?

Cualquier fobia es el resultado de la ansiedad. En esta situación se mezclan miedos irracionales, pensamientos distorsionados, emociones descontroladas y conductas que escapan a nuestro control. Si la ailurofobia llega a limitar la vida diaria lo mejor es buscar ayuda especializada .

    Terapia de exposición . Se acerca a la persona el estímulo que le produce ansiedad (el gato) y se actúa sobre sus reacciones cognitivas y emocionales.
    Terapia cognitivo-conductuales el más adecuado para establecer una correcta gestión de las fobias. Gracias a él podemos identificar pensamientos desadaptativos, regular las emociones e integrar conductas más adecuadas.
  • Incluso el técnicas de relajación y respiración son muy útiles.

En definitiva, aunque esta condición no es tan extensa como el miedo a los perros, puede resultar limitante. El gato es un inquilino habitual de nuestros hogares y calles: tratar el miedo permite tener una vida mejor.

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