
La afantasia es un trastorno que afecta al 3% de la población mundial y que provoca la incapacidad de retener imágenes visuales en la mente. Las personas que lo padecen viven en un vacío informe, en una mente ciega en la que no existen imágenes, rostros ni escenarios. Hombres y mujeres que no saben lo que significa soñar y que nunca han escapado mentalmente hacia un lugar de paz o un universo paralelo imaginando infinitas posibilidades.
Por mucho que esta condición pueda intrigarnos, es innegable el drama y la tristeza que afecta a las personas afectadas por ella. incapaz de recordar el rostro de un padre desaparecido o de un amigo al que no ha visto en mucho tiempo. Podemos decir, sin embargo, que quienes nacen con esta particular característica no pueden perderse lo que nunca han conocido.
Viviendo en una mente prisionera de ellos fantasean puede llevar a una persona a sentirse ajeno al resto del mundo . Un niño nace con esta deficiencia neurológica es consciente de lo que sucede pero no puede soñar ni tener pesadillas; es incapaz de recordar visualmente las cosas que ha visto y las experiencias que ha tenido; todo esto genera una profunda sensación de extrañamiento.

Afantasia: ¿qué es y por qué ocurre?
Los neurólogos definen la afantasia como una especie de ceguera mental un término que no puede dejar de impresionarnos. ¿Pero cuál es la vida de quienes la padecen? ¿Es esta condición limitante? ¿Por qué está determinado?
Estamos en presencia de una alteración neurológica que fue objeto de profundos estudios en 2016 a pesar de que su existencia se conoce desde 1840 gracias a Sir. Francisco Galtón. El conocido psicólogo, antropólogo, explorador y genetista inglés ya había estimado en su época un porcentaje de casos: Afirmó que alrededor del 2 o 3% de la población tenía el ojo de la mente.
Sólo a partir de 2016 la comunidad científica volvió a interesarse por la afantasia. a través de la investigación del doctor Adam Zeman psicólogo cognitivo de la Universidad de Exeter quien acuñó definitivamente el término afantasía.
El mismo año, el cocreador de Firefox, Blake Ross, publicó un ensayo en el que describía su experiencia personal con esta nueva enfermedad neurológica. A raíz de su trabajo, la afantasía se volvió viral en la red y despertó el interés de numerosos expertos.
¿Cuál es el origen de la afantasia?
Imagina dos manzanas, una verde y otra roja brillante. Después de leer esta frase, el 97% de nosotros (según datos estadísticos) visualizamos la imagen casi al instante. Por el contrario, las personas que padecen afantasia son incapaces de activar este proceso neurológico porque su mente no ve, es decir, la imagen en cuestión no existe en su universo cerebral.
Según los investigadores esta carencia podría deberse a la incapacidad del cerebro para construir modelos asociativos vinculados a lo que vemos. Generalmente Cada estímulo visual tiene un impacto en nuestro cerebro. una huella que genera un modelo, una secuencia, una forma que utilizamos cuando queremos recordar algo.
Los cerebros de las personas con afantasia son incapaces de crear patrones visuales asociados con las imágenes vistas o las experiencias vividas. Es una especie de ceguera parcial por la cual nuestros ojos internos no captan lo que hay afuera y no pueden reproducirlo dentro de la mente.

¿Cómo viven las personas que padecen esta afección neurológica?
El doctor Adam Zeman relató la reacción positiva de quienes finalmente pudieron dar un nombre y una explicación a un fenómeno que nadie sabía definir.
La vida de las personas con afantasia no es limitada. El individuo puede identificarse con ser independiente en todos los aspectos de su existencia, trabajando y teniendo éxito como cualquier otra persona. Sin embargo, sabe que falta algo.
- Quien sufre de afantasia es incapaz de recordar en forma de imágenes y no puedo recordar caras; esto causa un profundo malestar.
- Si bien la mayoría de nosotros pasamos mucho tiempo pensando, imaginando y Al saltar de una imagen a otra, las personas con afantasia ni siquiera pueden soñar.
- Los más afectados por esta condición son las personas que comenzaron a sufrirlo debido a un accidente o lesión cerebral; en este caso el déficit es aún más complejo.
- La relación entre este déficit neurológico y el prosopagnosia (dificultad para reconocer rostros) y con problemas de orientación.
Hoy en día no existe ningún tratamiento para la afantasia. Si bien vivir con este déficit no limita de casi ninguna manera el día a día de quienes lo padecen, resulta curioso saber que las personas que han sido diagnosticadas han dicho que se sienten diferentes y que algo les falta. Al fin y al cabo, ¿qué hay más cómodo que escapar con la mente hacia universos lejanos…?
 
             
             
             
             
             
             
             
             
						   
						   
						   
						   
						   
						   
						  