Preocuparse sin motivo no sirve de nada

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Algunas personas viven en un estado de preocupación constante . Imaginan su futuro como un campo minado lleno de peligros y, al hacerlo, no pueden vivir en paz. Temen que las desgracias estén siempre al acecho, listas para golpearlos en cualquier momento.

Estas personas están seguras de que su hijo no aprobará el examen de clase. Están convencidos de que les dará un infarto en cuanto sientan un dolor en el pecho. Se asustan pensando que tienen un tumor

-Mark Twain-

Profecías autocumplidas: un curioso efecto psicológico

Está claro que las posibilidades de que los eventos negativos que estas personas predicen realmente ocurran son muy bajas, si no nulas. Lo curioso es que a veces ellos mismos hacen realidad sus augurios, dando lugar a lo que los psicólogos llaman verdaderos augurios profecías autocumplidas . Esta forma de pensar les lleva a experimentar lo que temen e incluso a ponerlo en práctica.

Veamos un ejemplo de profecía autocumplida: un conductor tiene miedo de sufrir un accidente cada vez que sale con su coche. Cuando coge el coche lo hace en tal estado de ansiedad que no pueden conducir con seguridad, aumentando así las posibilidades de verse involucrados en ese accidente que tanto temen.

Vive el día a día y espera a que sucedan las cosas antes de sufrir por ellas.

-Carmen Serrat-Valera-

En última instancia, algunas personas pasan por la vida lamentándose por cosas que aún no han sucedido. Se impiden vivir experiencias que sólo podrían resultar positivas. Su preocupación patológica les lleva a sufrir catástrofes que en realidad nunca sucedieron.

4 Características de las personas afectadas por la preocupación patológica

Inseguridad

La persona insegura busca certezas, no la verdad. El no se da cuenta de que

La persona insegura siempre buscará pruebas que demuestren que lo que teme nunca sucederá aumentando así la intensidad de la preocupación.

Baja autoestima

el bajo autoestima puede contribuir a aumentar las preocupaciones que giran en torno al tema de la personalidad y, a menudo, también se asocia con la inseguridad. La persona con baja autoestima tiende a pensar constantemente en lo que se espera de él más que en lo que realmente le gustaría ser.

Cuando pensamos en lo que se espera de nosotros perdemos nuestra esencia y nos convertimos en marionetas. Intentar complacer a todos aumenta nuestra preocupación exponencialmente.

Dependencia emocional

Personas con una fuerte dependencia emocional cuando tienen al lado a la persona de la que dependen están continuamente afligidos por el miedo de perderla . De esta manera se ven obligados a vivir con la tensión de no tener que hacer nunca nada que pueda provocar una separación.

esto también es una fuente importante de preocupación porque vivimos en una sociedad donde estamos rodeados de personas que son muy importantes para nosotros. Si somos emocionalmente dependientes, incluso el más mínimo peligro de pérdida o ruptura generará una necesidad de hipervigilancia.

Tendencia a evitar la confrontación.

Las personas que tienden a evitar La confrontación como técnica para abordar sus miedos. Se encontrarán preocupados todo el tiempo. . Incluso acabarán confundiendo la realidad incorporándola a su intrincado sistema de fantasías y miedos; ilusiones que sobreviven precisamente porque

Evitar experiencias Es un problema muy común hoy en día. Vivimos centrados más en el pasado y el futuro que en el presente. Esto provoca que estemos constantemente preocupados por lo que podría pasar o lo que ha pasado sin experimentar plenamente el momento presente.

Recuerda que hoy es el mañana que te preocupaba ayer.

-Dale Carnegie-

¿Qué puedo hacer para dejar de preocuparme constantemente por todo?

Para quienes estamos acostumbrados a vivir inmersos en las preocupaciones, dejar de preocuparnos no es una tarea sencilla. Aún así intentamos darte algunos consejos que podrían resultarte útiles:

    Define claramente lo que te preocupa. Pregúntese: ¿Qué me preocupa? Piensa en todas tus preocupaciones y escríbelas. Intenta escribirlos con el mayor detalle posible.
    Decide si se puede hacer algo al respecto.. Si la respuesta es no, no importa cuánto te preocupes: nada cambiará. Sé consciente de ello y trata de desviar tu atención. Si la respuesta es sí, pasa al punto tres.
    Haga una lista de cosas que podría hacer para resolver su inquietud o problema.. ¿Crees que hay algo que puedas hacer de inmediato? Si la respuesta es sí, hazlo inmediatamente. Si, por el contrario, es negativo, elabora un plan especificando cuándo, dónde y cómo lo pondrás en práctica.
    Aprende a distraerte. Sólo puedes centrar tu atención en una cosa a la vez. De esta forma mantendrás tu mente ocupada y no podrás pensar en tu preocupación.

¿Cómo puedo distraerme si estoy preocupado por algo?

Presta total atención a tu entorno. Memoriza las matrículas de los coches. Adivina a qué se dedica la gente. Haz cálculos con los precios de los artículos en oferta en algunas tiendas. Escuche el canto de los pájaros, etc. hacer crucigramas sudokus tararear una canción contar hasta cien leer algo interesante. Hacer ejercicio y mantenerse activo es una buena forma de prevenir enfermedades de todo tipo además de un excelente antídoto contra las preocupaciones.

Sin embargo, recuerda una cosa muy importante: no utilices técnicas de distracción como forma de evitar afrontar tus preocupaciones. Darse cuenta un análisis de lo que te preocupa antes de recurrir a cualquier técnica de distracción.

¿Qué hago si las preocupaciones no me dejan dormir?

Normalmente tendemos a preocuparnos más por la noche. . Cuando estamos en la cama intentando conciliar el sueño la estimulación ambiental se reduce drásticamente y nos vemos obligados a centrarnos en nuestros pensamientos y sensaciones corporales.

Evidentemente no es buena idea irse a dormir con la cabeza llena de preocupaciones. para evitarlo simplemente anota en una libreta todo lo que te preocupa y las posibles soluciones posponiendo así las preocupaciones para el día siguiente. Te sentirás más seguro y dormirás mejor.

Otra técnica con excelentes resultados es la del tiempo basura . Consiste en dedicar unos veinte minutos al día sólo a las preocupaciones. Este será tu tiempo basura durante el cual sólo pensarás en tus preocupaciones y nada más. Estarás tranquilo el resto del día porque sabes que para tus preocupaciones tendrás veinte minutos cada vez en los que podrás dar rienda suelta a lo que te atormenta. Importantemente fuera de esos minutos está absolutamente prohibido preocuparse por nada.

Como siempre nos gusta decir, estos consejos no pretenden sustituir la ayuda de un psicólogo competente. Cuando sufres un trastorno ansiedad generalizado (preocupación patológica excesiva) lo ideal es pedir consejo a un especialista lo antes posible.

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