Cuando las emociones nos abruman, ¿qué hacer?

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Cuando las emociones nos abrumen, detengámonos y respiremos profundamente. Todos habremos sentido esta sensación durante una discusión o cuando la ansiedad siempre vigilante y acechante toma el control de una situación y nos hace prisioneros. Estos ataques emocionales son devastadores; sin embargo, siempre tenemos herramientas útiles a nuestro alcance para no perder el control.

Hay quienes son más vulnerables a las inundaciones emocionales; mientras que otros tienen un férreo autocontrol amenazas emocionales. cuando las emociones nos abruman .

El cerebro emocional responde a un evento más rápido que el cerebro pensante. -Daniel Goleman-

La huella de estos complejos universos emocionales quedará ahí en la superficie, robándonos la calma y el equilibrio.

Estas declaraciones nos demuestran una vez más la inclinación que muestra la población en general respecto a este tema. Seguimos pensando en las emociones como algo negativo que sentir. angustia no tiene ningún propósito que la vida misma sin la sombra del miedo sería una vida más sensata. Quizás olvidemos que estas dimensiones siempre tienen un propósito claro para nuestra subsistencia y adaptación.

Saber aceptar y gestionar las emociones sin huir de ellas ni negarlas evitará estos desbordamientos emocionales recurrentes.

Cuando las emociones nos abruman miramos al horizonte

Cuando las emociones nos abruman debemos buscar la línea del horizonte y centrarnos en ella por un momento.

Cuando reina el caos, el mejor bálsamo siempre es la calma. Esto se debe a que cuando el ser humano experimenta un diluvio emocional la parte más instintiva de nuestro cerebro gobierna el mecanismo del pánico; y en estos momentos todo es caótico, desordenado e intenso. Hasta el punto de que el corteza prefrontal

La amígdala y el viaje directo hacia el miedo o la ira

Cuando las emociones nos abruman podemos pasar de la calma al pánico, a la ira o al miedo en tan solo cinco segundos.

Según revela un estudio realizado por la Universidad Emory de Atlanta y publicado en la revista Psiquiatría biológica la amígdala modula nuestro comportamiento asociado al miedo, el estrés o la agresión.

Emociones no reguladas, emociones que se apoderan de ti.

Las personas que desarrollan un trastorno emocional no pueden o no pueden regular sus emociones. Con el tiempo, esta situación genera mayor angustia hasta el punto de dar forma a una especie de impotencia donde todo está fuera de nuestro control. Por lo tanto debemos tener claro que las emociones que hoy no regulamos nos abrumarán mañana y si esta situación se cronifica pueden aparecer determinadas afecciones como la ansiedad generalizada y la depresión.

Otro aspecto a considerar es que En estas situaciones no tiene sentido reprimir las emociones o bloquear los pensamientos. . La idea clásica de

¿Qué hacer cuando las emociones nos abruman?

¿Cuál es la estrategia más adecuada cuando las emociones nos abruman?

Cuando las emociones nos abruman, respiramos profundamente varias veces sin apresurarnos. Poco a poco iremos adquiriendo el control de nuestro cuerpo hasta llegar a nuestra mente...

De alguna manera, quienes tienen el control tienden a incluir una mezcla de fuerza y ​​dominio en esta acción. En este caso y en el terreno emocional es preferible abandonar la resistencia y optar por la aceptación, la gestión, la flexibilidad, la transformación y el movimiento. .

Veamos qué estrategias debemos aplicar en estos casos.

  • Un estudio publicado en la revista Fronteras en psicología señala que la regulación emocional no tiene no existe una única estrategia que nos sirva para cada situación y circunstancia . La ansiedad de afrontar un examen, una discusión, tener que aceptar una ruptura o incluso una pérdida hará que se deban poner en práctica estrategias para afrontar la situación.
  • Por otro lado Las emociones siempre existen con un propósito y debemos preguntarnos qué esperan o quieren de nosotros.
    La amígdala cerebral es un centinela que en la mayoría de los casos decide movilizar el miedo o el miedo enojo .

Cuando las emociones nos abruman, de poco sirve decirnos, tranquilos, que no pasa nada. Porque para nuestro cuerpo y nuestro cerebro está sucediendo. en estos momentos Respirar profundamente y exhalar nos ayudará a regular nuestro ritmo cardíaco y relajar la tensión muscular… Y cuando el cuerpo haya recuperado el equilibrio podremos llamar a la puerta de nuestra mente y conversar con ella.

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