Sólo quien vive lentamente vive de verdad.

Tiempo De Lectura ~3 Mínimo

El tiempo dejó de ser una realidad física para transformarse en una enfermedad. Vivir despacio se ha convertido en sinónimo de ineficiencia y error. Perder el tiempo es un sacrilegio para muchos porque siempre pensamos que cuanto más rápido hagamos las cosas mejor. Lo más grave es que no perdemos el tiempo sino la vida que se confunde con estos ritmos vertiginosos.

Vivir rápido equivale casi a no vivir. El contacto que tienes con todo es mínimo, como si no estuvieras vivo. Apenas queda tiempo para saborear cada experiencia de forma superficial. La velocidad lleva a evitar encontrarse en una situación sin llegar a vivirla.

Cuando vives a gran velocidad apenas tienes tiempo para pensar. No hay lugar para parar y reflexionar sobre lo que haces

El que vive lentamente envejece lentamente

La cultura de la velocidad tiene consecuencias obvias. La primera de todas es que nuestro organismo está perpetuamente sobreestimulado. Las altas descargas de adrenalina son constantes y lo mismo ocurre con el cortisol, la hormona del estrés. Actúan como psicoactivos dentro del cuerpo y nos vuelven adictos.

Sin embargo, el precio a pagar es muy alto. Cuando el cuerpo se acostumbra a vivir a este ritmo y ni siquiera te tomas un momento para respirar profundamente las posibilidades de enfermarse aumentan. El estrés es el entorno ideal para que las enfermedades se conviertan en nuestras amigas inseparables.

Vivir despacio -o más bien alternar las dos velocidades- permite tener una salud más sólida y estable.

El multitarea : el mal de nuestros tiempos

Vivimos en la era de multitarea . En este punto No es importante hacer muchas cosas rápidamente, lo ideal es hacer varias cosas al mismo tiempo. Se supone que al realizar diferentes tareas a gran velocidad y al mismo tiempo eres eficiente.

Tal vez sea cierto en algunos aspectos, aunque muchos estudios muestren lo contrario, pero

En nuestra cultura es importante hacer mucho aunque

La velocidad es un elemento tóxico para la vida

La velocidad extrema reduce la tolerancia porque tolerarla genera estrés en uno mismo.

Sin darte cuenta, olvidas cómo disfrutar de los pequeños placeres cotidianos. Estos sólo se pueden experimentar cuando se vive con calma. hijo ? ¿Cómo puedes darte cuenta de que la vida pasa y que no eres el protagonista? En una carrera de alta velocidad sólo hay tiempo para mantener el ritmo.

Cuando te vuelves adicto a la velocidad, la paciencia se convierte en una palabra

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