
Aunque son enfermedades de diferente índole, la relación entre los trastornos de la tiroides y el riesgo de depresión se conoce desde hace mucho tiempo. De hecho, un hecho común es que yo Los pacientes con hipotiroidismo experimentan una forma de debilidad, abatimiento y apatía. lo que puede provocar un estado depresivo debido precisamente a estas alteraciones hormonales muy comunes en la población.
Hace unos años en un interesante artículo Psicología hoy advirtió sobre un hecho que debe llevarnos a hacer más de una reflexión. El Dr. Amir A. Afkhami, profesor de psiquiatría de la Universidad George Washington, afirmó que en la base de .
A veces los médicos pueden olvidar que los cambios en la glándula tiroides pueden ser la raíz de algunos problemas mentales.
Es sorprendente como este órgano con forma de mariposa, de poco más de 20 gramos, tiene un impacto tan importante en el metabolismo, el equilibrio interno y el bienestar . Cualquier pequeña alteración deriva en síntomas físicos más o menos evidentes. Sin embargo, se sabe que algunos pacientes padecen trastornos psicóticos relacionados con el hipotiroidismo.
Todo ello nos obliga a comprobar si los trastornos de la tiroides están o no en la base de un problema mental. De hecho, el doctor Afkhami indica que descuidos de este tipo pueden dar lugar a situaciones muy trágicas en las que el paciente es sometido a un calvario de tratamientos y terapias hasta que finalmente se descubre el verdadero desencadenante: una alteración de la tiroides.

Trastornos de la tiroides: un problema muy común
Según uno estudio realizado en 2010 en los Estados Unidos sobre la propagación de los trastornos de la tiroides casi el 10% de la población tiene una alteración tiroidea no diagnosticada. La incidencia era incluso mayor en mujeres que en hombres y de este porcentaje una buena parte padecía algún trastorno depresivo.
Esto quiere decir que, por curioso que parezca, algunas personas se someten a un tratamiento para la depresión pero no experimentan ninguna mejoría o cambio porque no han recibido el diagnóstico correcto. Cabe destacar que además de los síntomas depresivos es común encontrar también un marcado ansiedad . Estas dos características se incluyen en la etiqueta diagnóstica conocida como hipotiroidismo subclínico.
Curiosamente, esta realidad clínica se conoce desde 1825 cuando se describió como una alteración del nervio de los trastornos tiroideos. Es interesante tener este hecho en mente ya que como se explica en Revista de investigación de tiroides Casi el 40% de las personas con tiroides hipoactiva (o hipotiroidismo) corren riesgo de sufrir depresión en cualquier momento.

Veamos los síntomas que suele presentar el hipotiroidismo subclínico.
- Piel seca.
- Pérdida de cabello.
- Problemas de memoria y concentración.
- Diarrea.
- Aumento de peso.
- Aumento del colesterol malo o LDL.
- Dificultad para afrontar las tareas más sencillas.
- Problemas de fertilidad.
- Sus procesos cognitivos mejoran, son capaces de volver a concentrarse en sus tareas, su memoria vuelve a ser la que era antes, se motivan a organizarse y fijarse metas y objetivos…
- Por otro lado hay un aspecto importante que debemos tener en cuenta: si una persona padece hipotiroidismo subclínico y además presenta un trastorno depresivo asociado no se producirá ninguna mejoría con los antidepresivos.
El hipotiroidismo subclínico afecta principalmente a las mujeres, especialmente cuando llegan a la menopausia.
¿Cómo se trata el hipotiroidismo subclínico?
Ya sabemos que existe una relación entre los trastornos de la tiroides y nuestro estado de ánimo. También tenemos muy claro que el hipotiroidismo subclínico suele provocar la mayoría de los casos de depresión como síntoma más evidente junto con los demás reportados anteriormente. Ahora la pregunta que ciertamente surge espontáneamente es si esta realidad y todos estos signos son tratables.
Pues sí hay tratamiento y la respuesta suele ser muy positiva. Un estudio realizado en la Universidad de Anhui (China) muestra que Después de seis meses de tratamiento con levotiroxina (una versión sintética de la hormona tiroidea), los pacientes muestran una marcada mejoría:

Los expertos advierten que no sólo son inútiles en estos casos sino que también tienen algunos efectos secundarios: insomnio, aumento de peso y un estado emocional más problemático y negativo. En otras palabras, como se dijo al principio. Es necesario que todo médico que trate a un paciente con depresión determine primero si el trastorno está asociado a un problema hormonal o no.
Si no se realiza este análisis, la persona puede recibir un tratamiento equivocado, un abordaje clínico que agrava aún más su realidad personal. Podemos concluir que la levotiroxina funciona y es efectiva y después de unos meses el progreso es evidente en todos los aspectos : pérdida de peso corporal cabello más fuerte más optimismo y sensación de bienestar.
No debemos descuidar nuestra salud endocrina. Aunque a veces se diga que las personas son lo que piensan y sienten Cabe añadir un pequeño matiz: también somos nuestras hormonas y su correcto equilibrio garantiza nuestro bienestar.